lunes, 15 de noviembre de 2010

Ortografía neurótica.

Roberto Hernández Montoya



La ortografía es una histeria colectiva. Un error y pierdes empleo, carrera, prestigio. Todavía se recuerda que un candidato extravió la Presidencia de Venezuela en 1945 porque escribió *entuciasmo (pondré asterisco * ante los casos considerados "incorrectos”).
En la recientemente anunciada ortografía de la Real Academia Española hay poquísimas innovaciones, algunas ni siquiera son tales, pues datan de 1952, la última vez en que la Real hizo algo útil. Pero no le obedeció la gente, incluso joven, que aún escribe *fué y acentúa los demostrativos éste, ése, aquél, muchas veces donde y cuando no corresponde. Lo mismo ocurre con sólo. Pocos entienden bien ciertos instrumentos de la escritura como el acento ortográfico o las mayúsculas. Los prodiga a granel sin entender lo que va escribiendo. Es culpa es de la Real, que, insisto, tiene mala ortografía http://bit.ly/ao72Zm.
Hay una interesante renuencia malcriada, acertada y política a seguir los anunciados mandatos de la Real. Ahora vienen con que sí se pueden ciertas cosas por las que tanto nos escarnecieron. Otra autocracia elimina Limbo, Reyes Magos, mula y buey, después de quemar tanta gente por eso. Sí, es irritante.
Dos lenguas tienen academia: la francesa, la original, y la española. Son instituciones innecesarias, monárquicas, es decir, totalitarias, por republicana que ahora sea la francesa. Disponen del idioma despóticamente y nos mantienen en estado de indefensión.
El caso de la ortografía española parece más burla que dictamen serio. Como señaló Andrés Bello http://bit.ly/bN1NW0, hay tres criterios aplicados caóticamente: etimología, pronunciación y uso. La Real no sistematiza cuál criterio seguir y entonces hay que decidir caso por caso. Debemos poner h muda porque así escribieron los romanos. Podemos escribir armonía y arpa sin h, pero no sé por qué no se puede suprimir h enhaber. Y la Real debiera explicar el porqué de la ortografía caótica de la serie conciencia, inconsciencia, consciente e inconsciente. ¿Quién será tan inconsciente que mantiene este caos de una s que ahora ves y ahora no ves?
Por ahora renuencia no es rebelión, pero mucha gente se asusta con la supuesta desaparición de ch y ll, azuzada por la prensa amarillista. No desaparecen, solo que ahora, por mor de computación, las palabras que comienzan con ch y ll no se listan aparte y se subsumen en c y l. Sin embargo, no es por mor de computación, pues las viejas Macintosh listaban separadamente esos grupos. Por cierto que Apple modificó el algoritmo apenas la Real dictaminó que no eran letras aparte. Pero, tranqui, puedes seguir escribiendo chévere y llave. Eso sí, ahora debes escribir guion y truhan por lo mismo que escribimos dios y no *diós. De acuerdo.
¿Cuándo le haremos caso a don Andrés? La Real lo evoca, con el respeto y la admiración que merece, pero solo kada bez ke anuncia ke no le ba a azer kaso. Seríamos más felices si lo siguiéramos, komo kienes eskriben en judeoespañol. Alemán, portugués e italiano también tienen ortografías bastante racionales. En español la Real nos impone una ortografía neurótica, o sea, mala.
 




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