Eleazar Díaz Rangel
La magnitud de la estafa inmobilaria, con unas 10 mil personas afectadas denunciantes, y no se sabe cuántos que por temor, o hasta por extremismo político, prefieren correr el riesgo que ver su problema solucionado por la pronta y certera intervención del Gobierno, es el primer episodio de esas dimensiones que ha golpeado a la clase media, seguramente comparable con la bancarrota bancaria de los 90. Al principio se pensó que se trataba de casos aislados en el área metropolitana de Caracas, pero luego que Indepabis comenzó a recibir denuncias, trascendió el tamaño de la estafa y su extensión a casi todo el país. ¿Habrá estados donde no se conozca al menos un caso?
Esta grave situación ocurría desde hacía años, pero por razones diversas no acudían a las instancias respectivas, y quienes lo hicieron recibieron reacciones tímidas y lentas de los organismos competentes. Pero llegó el momento en que se fueron multiplicando los constructores y urbanizadores que estafaban descaradamente, y se hicieron miles quienes esperaban años el cumplimiento de los compromisos, hasta que los estafados del Ávila gradualmente se hicieron noticia.
A partir de entonces, el caso cobró una endiablada dinámica. Cada día crecía el número de quienes llevaban sus problemas a Indepabis, la Fiscalía, tribunales, policías y a los medios. El presidente Chávez debió tomarlo en sus manos.
Algunas de las víctimas de la estafa denunciaron que constructores o urbanizadores habían sacado parte del dinero recaudado de las multimillonarias cuotas de miles de venezolanos de clase media que aspiraban a tener su vivienda propia, y con esos dólares han construido inmuebles en Panamá, lo que me lleva a ofrecerles párrafos de lo que escribí en "Domingos de Díaz Rangel" hace 10 meses.
"Supongo que a ustedes también les sorprenderá saber que Venezuela es el país de más crecimiento de visitantes a Panamá en los últimos cinco años: de 19.494 en el año 2005 pasaron a 197.785 en el 2009.
Pero lo más importante es la migración de capitales para ser invertidos en ese país, en este renglón Venezuela es el N° 1. Solamente el año pasado aprobaron 134 visas de inversionistas y les rechazaron 51; le siguen los estadounidenses con 73 aprobadas y 25 negadas y los colombianos con 45 aprobadas y 43 negadas, seguramente porque sospechaban que eran dólares lavaditos.
"De esas 134 visas aprobadas a venezolanos, 48 fueron de inversionistas para 'macroempresas', 72 de pequeñas empresas y 14 en el área forestal. Un funcionario panameño aclaró al diario Capital que no aceptan ni capitales golondrinas ni los que sean producto de hechos ilícitos. De todas maneras estos últimos dólares, procedentes casi todos de Colombia, son difíciles de controlar. Millardos se han invertido en la construcción, y la cantidad de apartamentos vacíos que existen nos explicaron que era por sospechas de su origen, vinculado al narcotráfico.
"Las estadísticas no revelan las respectivas cantidades de dólares invertidos, y seguramente por su magnitud no será fácil ni imaginarlas. ¿Cuántos habrán salido de Venezuela el año pasado, llevados por esos 134 inversionistas?"
Hasta ahí mi comentario de enero. Fíjense en la enorme diferencia entre los inversionistas venezolanos (134) y de quienes le siguen, los estadounidenses, con apenas 73. Se supone que son millones de dólares, adquiridos en el mercado negro y recibidos de Cadivi. Y ahora uno debe preguntarse, ¿cuántos de esos millones de dólares los invirtieron en construcción? ¿Y cuántos eran producto de lo que ahora se revela con la gran estafa?
Ayer se anunciaron las primeras medidas tribunalicias, de detención de nueve constructores de cuatro estados y Caracas. Hasta ahora, las cámaras que agrupan a unos y otros no han hecho sino desvincularse de quienes están siendo acusados, pero no ha habido pronunciamientos firmes, concretos, condenatorios, coincidiendo con sectores de la oposición que o bien guardan silencio o se han mostrado timoratos o indefinidos, casi solidarios, mientras la inmensa mayoría del país demanda que los responsables sean procesados y castigados, respetando, por supuesto, todos sus derechos y el llamado debido proceso. Pero los responsables de las estafas no deben quedar impunes.
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En estas vacaciones estuve hasta Santa María de Ipire, y comprobé el desastroso estado de las carreteras, ya denunciado en carta de Anselmo González desde esa población guariqueña. Parece que mientras las gandolas salidas de Puerto Ordaz continúen transitándolas, reforzadas ahora con las de cargas pesadas para la construcción del ferrocarril, tendrán que seguir soportando esa situación. A menos que el próximo gobernador Gallardo que declaró creer en las ánimas, se apoye en la de Taguapire, que por lo que vi, es de lo mas milagrosa.
En Sanare, pueblecito montañoso de Lara, me sorprendió el enorme desarrollo de las posadas. Precisamente desde el jueves 25 hasta el domingo 28, en la Feria Internacional de Turismo se celebrará el segundo encuentro de posadas de Venezuela, revelador del auge del turismo interno en los últimos años.
La reciente reunión de ultraderechistas auspiciada por la nueva Cámara de Representantes del Congreso de EEUU debe verse como una señal de lo que será la política de ese país hacia América Latina, en tanto sea influida por esa Cámara, donde el Tea Party jugará un rol significativo.
Los recién finalizados Juegos deportivos universitarios, que poca atención tuvieron de la mayoría de los medios, revelaron hechos sorprendentes: de las más importantes universidades, solo la de Carabobo, primera con 486 puntos, y la ULA quinta con 346, figuraron a la vanguardia, mientras la UCV, con el más alto presupuesto, clasificó 7ª (170 pts) y LUZ novena con 125; la Simón Bolívar N° 22 con siete punticos; la Uney, de la ciudad sede, apenas ganó dos, y la Universidad Deportiva fue la N° 17 con 28. ¿Tan desastrosos resultados habrían sido motivo de análisis y rectificaciones? En cambio, un colegio Universitario (Cuam) fue el segundo con 379 y la novísima Unefa quedó cuarta con 363.
La alcaldesa de El Hatillo no aclaró quiénes quisieron darle carácter político a la suspensión de la corrida de toros, ni quiénes planificaban actos de violencia supuestamente propiciados por "algunos actores políticos". ¿Le costaba mucho ofrecer nombres?
En Barinitas me dijo un técnico de Pdvsa que recorre la región llanera, que el partido sigue totalmente ausente de la gestión de gobierno en algunos municipios y en el estado Apure. "Sería bueno que visitara algunos pueblos apureños para que vea el estado de abandono, y no obstante ello su gente sigue siendo fiel a Chávez, pero no sé hasta cuándo". De esa y otras opiniones extraje una pregunta; ¿quiénes se ocupan de cumplir el plan de las tres R? ¿No es tiempo suficiente para que el Psuv explique qué fue realmente lo que pasó en las elecciones?
domingo, 21 de noviembre de 2010
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