martes, 30 de abril de 2019

Diosdado Cabello, nuevas declaraciones 7:30 am ante GOLPE DE ESTADO en Venezuela

ENTÉRATE DEL IMPACTO SOCIAL QUE PRODUCE LA SALIDA DE VENEZUELA DE LA OEA

Venezuela: Gunshots heard at Juan Guaido rally in Caracas

LEOPOLDO LÓPEZ ES LIBERADO y GUAIDÓ comparece junto a él en VENEZUELA

Chávez eterno: El imperio yanqui y sus lacayos jamás ganarán presidenciales en esta Patria

Chávez Eterno: Ellos defienden a las clases poderosas, nosotros al proletariado y al campesino

Algunos detalles sobre la fase: “Calle Sin Retorno” que está en marcha por fuerzas terroristas en el día de hoy.

*JUAN MARTORANO
Inicio este artículo, reiterando y sumándome a las advertencias dadas por el profesor José Sant Roz sobre las acciones terroristas planificadas y ejecutadas por Juan Guaidó para el día de mañana 01 de mayo, en el marco de la conmemoración del día del Trabajador y la Trabajadora.
He demorado en la redacción de estas líneas, debido a que en el sector donde resido en Ciudad Guayana, Villa Central, desde las 8:45 pm de la noche de ayer lunes 29 de abril de 2019, hasta las 12:00 del mediodía de hoy martes 30 de abril, tuvimos una interrupción no programada en el servicio eléctrico. Muy oportunas las advertencias del profe Sant Roz al prevenirnos sobre la posibilidad de nuevas acciones de sabotaje al servicio eléctrico nacional, en el marco de la denominada “Operación Libertad”, en la que sus promotores han señalado que se ha entrado en la fase “Calle Sin Retorno”. Gracias a que contaba con uno de mis celulares con suficiente batería, y al circuito Radio Nacional de Venezuela, me enteré sobre el despliegue de la operación de falsa bandera liderada por Guaidó y tres decenas de efectivos militares y del SEBIN junto ahora al nuevo prófugo de la justicia, Leopoldo López, para justificar el derrocamiento de Nicolás Maduro.
Importante es de señalar que esta situación se tradujo en que la ciudad de Caracas no cuente para el momento en que escribo estas líneas y de acuerdo a las informaciones obtenidas, del servicio de Metro y que no hay transporte hacia el Este de Caracas. Todo ello parte del plan golpista y la operación de falsa bandera en marcha.
De la misma manera, el chavismo se concentra y atrinchera en el Palacio de Miraflores, esperando cualquier desenlace. Cualquier especie de reedición del 11 de abril del año 2002 no es mera coincidencia.
Pero, quiero permitirme, a través de este artículo, hacer algunas consideraciones al respecto, asumiendo la plena responsabilidad de los mismos, y socializando algunas informaciones (de las que puedo revelar por esta vía) a fin de contribuir a desarticular el plan violento en estos momentos en marcha en mi país.
Ciertamente, en varios artículos expresé que esta situación no debió haberse permitido nunca. Guaidó debió ser detenido tan pronto cometió el delito de usurpación el pasado 23 de enero de 2019. No debimos haber permitido que la situación siguiera deteriorándose hasta llegar a esto. Era cuestión de tiempo que podíamos llegar a una situación como esta. Lo reitero: Guaidó y su camarilla debieron ser hechos presos desde hace un rato largo, pero pareciera que no solo de estúpidos sino de cobardes está llena la dirigencia de nuestra Revolución. ¡GUAIDÓ Y SU CAMARILLA TODOS DEBEN IR A LA CÁRCEL YA!
Evidentemente la puesta en escena Guaidó- López de la madrugada del día de hoy, un patriota cooperante me hizo llegar una imagen, la cual me permito socializar a través de este artículo (sería importante que la misma pueda aparecer junto a este artículo), en la que el supuesto acompañante militar de esta operación de falsa bandera en el distribuidor Altamira, porta un fusil AR15 que sería estadounidense. Importante es de destacar que desde hace rato, nuestra FANB no utiliza armamento de EEUU. He aquí la imagen:
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E indudablemente surgiría una interrogante: ¿Quién proveyó el armamento para esta operación de falsa bandera? Es algo que debe ser seriamente investigado.
En ese sentido, está la mesa servida para que el sistema de justicia verdaderamente la administre, ya que esta impunidad pone en peligro la estabilidad de nuestras instituciones, pero sobre todo, la estabilidad y existencia del Estado-Nación venezolano.
Muy probablemente en la concentración opositora pueda haber la presencia de mercenarios y francotiradores para escalar la operación de falsa bandera en marcha. De no poner coto a esta situación dentro de pocas horas, estos asesinos seguramente podrían comenzar a actuar. Los muertos son la mejor excusa que necesitaría el imperialismo estadounidense para su invasión a Venezuela y pretenden fabricarla dentro de las próximas horas.
El madrugonazo Guaidó-López es una trampa, y la autoría intelectual de esta operación de falsa bandera tiene nombre y apellido: Elliot Abrams.
Dicha operación consiste en que a través de esta operación se busca un efecto dominó (cosa que no lograron), y en caso de fracasar (como en efecto ocurrió), está en los planes asesinar a Guaidó y a Leopoldo López porque vivos no les sirven y muertos les resultan mucho más valiosos. Serían los “falsos positivos” perfectos. La “ramera de América” carga el puñal desenfundado. Hay que poner extrema atención a los sicarios colombianos que pueden estar en el país y activados para tan perversa tarea.
Por ello, se impone la necesidad de capturar a Guaidó y a López. Y realmente preocupa el grado de penetración que pueden tener en estos momentos los cuerpos de inteligencia del Estado venezolano.
Sin embargo, vaya desde aquí todo mi apoyo y solidaridad al Presidente Nicolás Maduro.
Estamos en horas definitorias y decisivas no solo para Venezuela, sino para el resto de la humanidad.
¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional  Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail  ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter

La Internacional de Allende: investigadores revelan la red extranjera que apoyó a la UP


Dario Radio Universidad de Chile


Por casi 50 años, la lista de extranjeros que colaboraron en el Gobierno de Salvador Allende permaneció olvidada. No obstante, un proyecto liderado por investigadores de Alemania y Latinoamérica revela quiénes fueron aquellos trabajadores e intelectuales. La nómina ya alcanza las 200 personas.
Primero sólo existían dos nombres, sin embargo, la lista de colaboradores extranjeros en el gobierno de la Unidad Popular se incrementó hasta alcanzar las 200 personas.
“Fue como una bola de nieve”, comentó el investigador alemán Nils Brock, quien, desde 2017, lidera el proyecto La Internacional de Allendecuyo objetivo es visibilizar la labor de quienes, pese a no ser chilenos, participaron y fueron testigos de la puesta en marcha del proyecto socialista.
Esta iniciativa nació en 2017 cuando el investigador, en medio de un viaje por Brasil, constató que los datos respecto de estas personalidades no figuraban de manera destacada en otros estudios.
“Siempre escuché que existía mucha gente que había participado en la Reforma Agraria, pero nunca encontré un escrito donde se dijera cuántos extranjeros habían participado”, sostuvo.
“Entonces, junto a una colega chilena, Javiera Díaz, comenzamos a sistematizar esta búsqueda, y comenzamos a buscar los nombres y las biografías de cuánta gente había en Chile en esa época y cuántos extranjeros llegaron al país. Llegamos a 200 personas, pero hoy sabemos que hay que contar a otros miles que estuvieron aquí y cuyas historias han sido invisibilizadas”, expresó el coordinador del proyecto.
De esta forma, la investigación presenta el testimonio de personalidades como Darcy Ribeiro, intelectual brasileño que fue convocado por el mismo Allende para trabajar en el área de cultura y educación; John M. Hall, agrónomo español que elaboró un plan estatal de leche; y Marés González, reconocida actriz argentina que asumió la dirección de la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, entre otros.
Según Brock, “la Unidad Popular tenía una resonancia global” que, desde un principio, atrajo las miradas de la comunidad internacional. De ahí, los alcances de la investigación. No obstante, no todos llegaron cautivados por Allende,
Este fue el caso de Joaquín Gutiérrez Mangel, quien llegó al país a fines de los años 30. Posteriormente, el costarricense, por solicitud de Allende, se haría cargo de la editorial Quimantú, que tenía por objetivo acercar la lectura a las clases populares.
“Toda esta historia se perdió, porque después del Golpe de Estado de 1973, muchas de estas personas se fueron exiliadas y continuaron sus vidas y activismos en otros países. Además, la historia de la Unidad Popular está escrita por chilenos y chilenas y, obviamente, no pusieron énfasis en el carácter extranjero”, afirma Brock.
“Lo interesante es que, a través de sus vidas, hemos reconstruido la Unidad Popular en un contexto más amplio”, añadió.
La Internacional de Allende se lanzó en septiembre de 2018 en Alemania, luego de sumar apoyos de Pool de Noticias de América Latina y la Fundación Rosa Luxemburg. Entonces, se presentó la plataforma que contiene la información del estudio. En dicho formato, los investigadores presentan diversas fichas bibliográficas de cada uno de los entrevistados. “Procuramos reconstruir sus aportes y la historia finalmente global de la Unidad Popular”, comentó Brock.
Actividades paralelasActualmente, el proyecto se encuentra en plena fase de difusión. La tarea que viene es continuar sumando testimonios, por lo que el equipo se trasladará a otras regiones de Latinoamérica para continuar realizando el catastro.
De forma paralela, La Internacional de Allende comprende otras actividades que tiene por objetivo generar una conversación entre las nuevas generaciones y quienes vivieron la Unidad Popular. Por ello, este viernes 26 de abril a las 19:00 horas, en el Centro Cultural Gabriela Mistral, se realizará un evento en el que participará Miguel Lawner y Macelo de Campo, Marjane Lisboa y Geanina Zagal.
Posteriormente, el 27 de abril a las 12:00 horas, en el Teatro de la Corporación Cultural de Recoleta, se efectuará el debate ¡Hagamos memoria! En él participarán Tomás Moulián, Martha Elba López, Víctor Klagsbrunn y Carmen Hertz.
Este ciclo concluirá el 30 de abril a las 19:30 horas en el Parque Cultural de Valparaíso. Esta actividad contará con la presencia de Alejando “Mono” González, Yasna Amarales, Peter Lehmann y María José Larrondo.
Luego, el equipo se preparará para conmemorar los 50 años de la Unidad Popular que se celebrarán en 2020. Los planes apuntan a realizar una actividad sincronizada en Chile y Alemania.

Resultado de imagen para Salvador Allende

Análisis del artículo 187, numeral 11 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Tanto trabajar y no tengo na’

Estamos en la víspera del día del trabajador y en mi mente no paran de mezclarse un sinfín de frases: “si uno no trabaja, no come” diría mi padre;  “pero algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado” nos escupe Cantinflas; “la esclavitud nunca fue abolida, solo se amplió para incluir todos los colores” recitaba Bukowski.
No obstante, lo que más hace mi cerebro es tararear una vieja canción de la  Billo´s Caracas Boys, la cual se ha convertido, desde hace algunos años, en mi segundo himno nacional: “…Tanto trabaja’  y no tengo na’, tanto trabaja y no tengo na’…”
Yo empecé a trabajar a los 17 años, un poquito después de iniciar la universidad. Mis primeras faenas eran las típicas de una estudiante casi adolescente: call center, vendedora en tiendas, etc.
Sin embargo, un poco antes de graduarme, empecé a ejercer como periodista en una institución del Estado venezolano.
En aquel entonces, el salario mínimo venezolano era Bsf. 1.548,21 mensuales (unos $360 al cambio oficial).  Pero, mi sueldo como redactora era bastante superior, me alcanzaba para vivir bien, aportar al hogar de mis padres y ahorrar.
De hecho, dos años después, me compré mi primer carrito, nuevo de paquete, juntando mis aguinaldos, con algunos ahorros, y un pequeño crédito bancario.
Recuerdo que la entrega de ese vehículo coincidió, casualmente, con el día en que el presidente Hugo Chávez firmó la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (30 de abril del 2012).
Su firma incluyó una frase a pie de página “Justicia social” y unos ojos al borde de las lágrimas.
“Ahora hay que luchar para que se cumpla”, dijo Chávez, pocas horas antes de viajar a La Habana para un nuevo ciclo de radioterapias.
Aquel nuevo instrumento legal redujo la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales con dos días de descanso continuo, estableció el pago doble en caso de despidos injustificados y el cálculo de las prestaciones con base en el último salario, eliminó la tercerización o subcontratación, estipuló la inamovilidad laboral, extendió el permiso prenatal y postnatal, entre muchos logros, que eran realmente históricos para la clase trabajadora venezolana (y que se alcanzaron aun en medio de las más fuertes polémicas).
Hoy, siete años después, yo sigo en la misma empresa, pero ahora como jefa de prensa. No obstante, mi sueldo ronda los diez dólares (según la tasa de cambio oficial), por ende, se traduce, en 1 kilo de carne y un cartón de huevos.
Y para comprarle al menos 1 caucho al mencionado carrito estimo que tendría que reunir de forma íntegra todos los sueldos de al menos un año, pero, al transcurrir los 12 meses, lo conseguiría diez veces más costoso.
De esta forma, he visto, poco a poco, como la administración pública (en general) se ha venido abajo. Hay una inmensa ola de renuncias, de la que nadie habla, pero que todos conocemos. Estos trabajadores han recibido liquidaciones, tras años y años de trabajo, que no alcanzan ni para un par de zapatos.
Hace días chequeaba un estudio donde se afirma que diariamente ocurren entre 300 y 400 renuncias e incluso algunos sindicatos estiman una pérdida de al menos 5 millones de empleos formales tanto en el sector público y privado.
Yo no sé si sus cifras sean ciertas o no, pero conozco de cerca lo que es tener que realizar el trabajo de varios porque sus puestos se quedaron vacíos y nadie los quiere ocupar o peor aún: son tomados por personas sin el conocimiento necesario (y lo realmente grave: sin disposición), lo cual podría no ser tan grave en un medio de comunicación (aunque intentar enseñarle a unos tarajallos de 40 años, que no quieren absorber un carajo, como usar sujeto+verbo+predicado tiene su complejidad), pero sí lo ha de ser en empresas estratégicas como PDVSA o CORPOELEC.
Mientras tanto, los trabajadores que seguimos nos sentimos explotados y nos preguntamos día tras día ¿por qué coño estoy aquí?
La verdad no existe una propuesta atractiva: no alcanza el sueldo, mucho menos los cestatickets, las liquidaciones son un fiasco, las cajas de ahorro ya no tienen sentido pues la hiperinflación las devora, los seguros médicos son risibles (no cubren ni una consulta), muchas veces no garantizan transporte, tampoco hay constancia en la entrega de la bolsa de alimentación.
Además, esta suerte de nuevo beneficio (la bolsa), en algunos casos, se ha convertido en un especie de chantaje, como si por ella los trabajadores tuviésemos que anular cualquier posible reclamo o anhelo (reconquistar unas condiciones laborales dignas y un sueldo que alcance al menos para comer, por ejemplo).
Al contrario, ante nuestra aparente imposibilidad de cambiar el contexto, muchos (me atrevería a decir que todos o casi todos) hemos optado por modificar nuestra vida laboral.
De esta forma, algunos se fueron del país a trabajar en vainas que detestan cobrando mucho menos por el simple hecho de ser venezolanos, pero ayudando a sus familiares a subsistir a través de las remesas; otros seguimos en nuestras oficinas habituales pero trabajando para varias cosas a la vez (los famosos “tigritos”) y siendo subvalorados (a un diseñador suelen pagarle 400$ por un trabajo, pero si es venezolano le ofrecen solo 20$ porque “si los cambia en el mercado paralelo eso le alcanza”, “siempre hay algún venezolano necesitado que esté dispuesto a aceptar”, etc.), algunos se pasaron al mercado informal (venden o revenden cualquier cosa en sus estados de Whatsapp), etc.
De hecho, yo estoy convencida que ahí, en nuestra capacidad para el resuelve, en nosotros como pueblo creador, radica una de las razones por las cuales hemos podido encarar la crisis económica sin que exista, aún, un desbordamiento social. Pero ¿cuánto aguanta eso?
Mientras tanto, muchos supuestos líderes obreros del chavismo se dedican únicamente a mostrar por televisión su exceso de kilos, nos invitan a marchar el primero de mayo, y hasta nos culpan por supuestamente “no defender” los aumentos de salario que nos otorgan.
Por cierto, yo nunca he entendido ¿qué implica eso? ¿Cómo se supone que la gente debe defender su incremento salarial? ¿Saqueamos los negocios cuando apliquen sus aumentos o volteamos las camioneticas que siguen cobrando el pasaje al precio que les da la gana? ¿Nos matamos entre nosotros mismos? O ¿cuál es la propuesta cuando denunciar no da resultados y las autoridades te dejan sola en medio del ring?
Otros, los fanáticos de los eufemismos, nos hablan de porcentajes que suenan rimbombantes pero no alcanzan para nada, y hasta nos piden adoptar “la resiliencia” como estilo de vida, ¿a qué más tenemos que adaptarnos?
En Venezuela, últimamente los 1ero de mayo se suele debatir cuantas migajas de la torta le toca a los trabajadores, cuando el verdadero problema es que desde hace varios años dejó de ser nuestro cumpleaños.
Entonces, ¿por qué coño sigo, seguimos, unos cuantos millones, trabajando en el Estado? Algunos sacan una cuenta simple: en el ámbito privado se puede cobrar más pero la diferencia se evapora al ir a comprar (a precios no subsidiados) los productos de la bolsa de alimentos que da el Estado; otros porque en algún momento concebimos que nuestros proyectos laborales y el Estado de otrora (que estaba en constante fortalecimiento) eran un espacio de militancia política y ahora nos cuesta mucho despojarnos de aquella idea; algunos requieren sentir que poseen “estabilidad laboral” aunque esto no se traduzca en un buen salario; unos pocos piensan a largo plazo (pueden jubilarse con 30 años de servicios al Estado); y la inmensa mayoría creo que todavía conservamos la esperanza de que todo esto mejore… ¿Ustedes cómo lo ven?

Publicado originalmente en Venezuelanalysis