lunes, 18 de marzo de 2024

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Se ensancha la brecha dentro del MAS

 Por Olivia Arigho-Stiles


Fuentes: Jacobin

El conflicto entre Evo Morales y Luis Arce por la presidencia de Bolivia en 2025 no solo divide al Movimiento Al Socialismo, sino también a los movimientos sociales y sindicatos que forman su base.

Junto a las bulliciosas fiestas callejeras del carnaval, a finales de febrero se celebraron en toda Bolivia las tradicionales ceremonias de ch’alla. Durante las mismas se quema incienso y se ofrecen bendiciones de hojas de coca y alcohol a la Pachamama en rituales que afirman los lazos de reciprocidad entre la gente y la Madre Tierra. Pero hoy, además del inoportuno chaki (resaca) festivo, la profundización de la fractura política y social se suma al dolor de cabeza de la izquierda y los movimientos progresistas de Bolivia.

Desde que en 2020 el Movimiento al Socialismo (MAS) volvió al poder de la mano de Luis Arce, el expresidente Evo Morales estuvo alineando a su base de apoyo con la esperanza de volver a ser presidente. Pero en diciembre del año pasado, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia dictaminó que los presidentes solo pueden mantenerse en el poder un máximo de dos mandatos y que la reelección indefinida «no es un derecho humano». La sentencia asestó un golpe catastrófico a las ambiciones presidenciales de Evo.

Desde entonces, Morales viene acusando a Arce, su exministro de Economía y estrecho aliado, de orquestar un intento de ilegalizar su posible nuevo acceso a la presidencia, declarando en X (antes Twitter) que está en marcha un «golpe judicial».

El pueblo boliviano a la cabeza del movimiento Indígena triunfo en su lucha, para hacer respetar la Constitución Política del Estado y la democracia, en un levantamiento y rebelión de los sectores populares, en tiempos coloniales, amenazados al exterminio, marginados y… pic.twitter.com/Smr9OYaYVM

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) February 6, 2024

Lucha electoral

Para forzar elecciones en el Poder Judicial (que de acuerdo con la Constitución plurinacional deberían haberse celebrado en diciembre), a finales de enero Evo Morales movilizó a sus bases en el corazón cocalero de Cochabamba, impulsando bloqueos a lo largo de las carreteras que conectan esa ciudad con el centro de negocios de Santa Cruz. Los bloqueos, que combinan la exigencia de elecciones judiciales con otras reivindicaciones locales, provocaron escasez de alimentos y combustible y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.

Huáscar Salazar, economista y miembro del Centro de Estudios Populares de Bolivia, afirma que hay pocas esperanzas de conciliación entre los dos bandos. «Lo que estamos viviendo en este momento es esa pulseada, en la que Evo y Arce se disputan la sigla del Movimiento al Socialismo y, sobre todo, la candidatura a la presidencia de ese partido para 2025».

Y agrega: «El problema es que esta pulseada está teniendo tremendas consecuencias para las organizaciones de base, cada vez más divididas en sus estructuras internas; pero también es un problema que esta disputa está sucediendo en medio de una crisis económica cada vez más palpable de la que nadie quiere hacerse cargo». El dramático aumento de los bloqueos este mes, así como su distribución geográfica, puede verse en una infografía elaborada por Mauricio Fonda, activista de datos abiertos residente en Bolivia.

En la Asamblea Legislativa Plurinacional, los cargos electos del MAS se reparten entre las líneas arcista y evista.  Las elecciones al Poder Judicial que debían celebrarse el año pasado se han estancado debido al desacuerdo sobre los candidatos preseleccionados acordados por la Asamblea Legislativa, dominada por el MAS. En Bolivia, los magistrados del Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura se eligen por sufragio directo cada seis años.

Con este estado de cosas, quienes salen ganando son los arcistas, porque la actual composición del Tribunal Constitucional Plurinacional viene favoreciendo sus intereses, como ocurrió con el reciente fallo sobre la elección de Morales. Y la condición de mandatario de Arce le da mucha más influencia sobre las instituciones del Estado, que utilizó en su beneficio.

La reelección de Morales es una cuestión irresuelta desde 2017 y estuvo en el centro del golpe de 2019. La Constitución prohíbe que alguien ocupe la presidencia durante más de dos mandatos consecutivos. En 2016, Morales perdió por poco un referéndum que habría anulado la Constitución y le habría permitido presentarse de nuevo. Entonces llevó la decisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, que le era favorable, que dictaminó que la reelección era un derecho humano y anuló el referéndum.

Muchos bolivianos consideraron esto como una farsa legal y antidemocrática, lo que fue un factor importante en la movilización contra Evo de las clases medias urbanas y los movimientos sociales opositores en octubre de 2019, cuando un golpe de Estado permitió a la evangélica de extrema derecha Jeanine Áñez hacerse con la presidencia de facto.

Con el respaldo de Morales, Arce fue elegido presidente en octubre de 2020, después de que finalmente se celebraran elecciones, un año después del golpe. El actual conflicto entre arcistas y evistas se centra en el control del propio MAS, que en las últimas dos décadas se consolidó como un partido de gobierno duradero.

Los antagonismos sociales y el MAS

Los recientes bloqueos son un indicador de que Evo Morales aún puede movilizar a una base amplia y motivada. Los bloqueos tienen una larga y eficaz historia en Bolivia y son una característica de la mayoría de los conflictos sociales. En 1999, durante la Guerra del Agua de Cochabamba, una coalición de campesinos, trabajadores de fábricas y activistas comunitarios se unieron para bloquear las carreteras en respuesta a una nueva ley neoliberal que habría privatizado el agua. Del mismo modo, después del violento golpe de Estado de Luis García Meza en 1980, los campesinos bloquearon las carreteras para impedir que los militares avanzaran por el campo expandiendo una grave represión. Más recientemente, en 2019, mineros y movimientos campesinos bloquearon las carreteras fuera de las ciudades para obligar a Áñez a convocar elecciones tras casi un año de un gobierno golpista caracterizado por el fraude, la corrupción y las masacres.

Los bloqueos surgen de una facción del MAS. Es importante señalar que el MAS no es tanto un partido político ortodoxo como una coalición cambiante de fuerzas sociales diferentes y a veces antagónicas en la base. La refundación de Bolivia como Estado «plurinacional» en 2009 se vio como un reflejo de sus elementos sociales plurales, un remedio para lo que el intelectual marxista boliviano René Zavaleta Mercado denominó una «sociedad abigarrada», compuesta por diferentes modos de producción, temporalidades históricas y formas de gobierno dentro de los confines de un Estado-nación (colonial).

Pero, en la última década, las divisiones en el MAS jugaron un papel destructivo en los movimientos de mineros cooperativistas, cocaleros, campesinos y trabajadores urbanos, que están fragmentados y a menudo tienen liderazgos paralelos.

Una crisis económica inminente

Uno de esos movimientos es la poderosa confederación sindical campesina, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), cuyas lealtades están repartidas. Los simpatizantes de Morales, como el actual líder Ponciano Santos, prometieron reanudar los bloqueos si no se atiende su demanda de elecciones judiciales. Santos fue elegido el año pasado en medio de un congreso nacional de la CSUTCB que acabó en reyertas y sillazos entre evistas y arcistas, y muchos elementos de la confederación no reconocen su autoridad.

El año pasado, durante el congreso del MAS, Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, fueron expulsados del partido.

Y a los problemas políticos de Arce se suma el sombrío panorama económico de Bolivia. Desde el año pasado hay una aguda escasez de dólares y el peso boliviano se ha devaluado. Como señala el economista Stasiek Czaplicki Cabezas, la devaluación representa una caída del 20% del valor de los ahorros en moneda local, lo que plantea un futuro de inseguridad financiera para muchos bolivianos, en particular para las clases medias. Todo ello suma presiones contra Arce, el economista formado en la Universidad de Warwick que se vio obligado a defender sus credenciales económicas.

Los candidatos presidenciales para las elecciones de 2025 deben decidirse este año, por lo que ambas partes intensifican la presión para dirigir de forma integral el aparato del MAS. Pero el prolongado conflicto está extendiendo su toxicidad a través de los movimientos sociales de Bolivia, dividiendo a las bases. Mientras tanto, las disputas en torno a las elecciones judiciales erosionan la fe pública en los órganos democráticos del Estado, mermando la legitimidad de cualquiera de los bandos que finalmente se alce con la victoria. En 2024, la política boliviana está más polarizada que nunca.

Fuente: https://jacobinlat.com/2024/03/14/en-bolivia-se-ensancha-la-brecha-dentro-del-mas/

Conspiraciones y Posverdad

 

Después que el presidente Nicolás Maduro informara en su Mensaje Anual a la Nación, el pasado 15 de enero, que los servicios de inteligencia habían desmontado cinco conspiraciones en 2023, incluyendo planes de magnicidio –montados prácticamente en paralelo al proceso de dialogo, firma y comienzo del cumplimiento de los Acuerdos de Barbados- se desataron con mucha más furia los demonios de la posverdad de la extrema derecha, la cual no solo está muy comprometida con esas conspiraciones sino que las cosas le han salido muy mal en el terreno electoral.

Razón tiene el historiador italiano Steven Forti al afirmar que la extrema derecha es la que utiliza con más frecuencia la posverdad, convirtiendo este fenómeno actual en una de las características que permiten definirla y entenderla hoy, al punto que propone llamarla «extrema derecha 2.0».

Al verse descubierta, y con un proceso judicial transparente en marcha, donde se le garantizan a los implicados todos los derechos consagrados en la Constitución y las leyes, como lo ha ratificado el fiscal general de la República Tarek William Saab, la extrema derecha -otra vez reincidente- utiliza el recurso de la revictimización -término  utilizado por psiquiatra y presidente de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jorge Rodríguez-  ante las pruebas contundentes que la comprometen en tales conspiraciones terroristas.

“…La revictimización, donde el culpable es la víctima. El culpable es la potencial víctima…”, porque el chavismo al defender la Constitución es culpable, así el diputado Rodríguez ilustra el mañoso discurso de los sectores de la derecha cuando supuestamente cuestionan los golpes de Estado, pero “…al mismo tiempo estiman que el chavismo se los merecían porque se estaba portando mal”.

Lo anterior es uno de los tantos ejemplos de cómo la derecha internacional distorsiona deliberadamente la realidad, cómo hace uso para eso de su gigantesco aparato mediático y de redes para influir en sectores de la población, a quienes cree modelados para consumir tales productos. Trata de manera artificiosa de disminuir la influencia de los hechos objetivos para imponer las apelaciones a las emociones manipuladas, así busca lograr que lo que aparenta ser verdad sea más importante que la propia verdad.

Así han tratado a las llamadas sanciones y el bloqueo, a toda la cruel agresión imperialista de los últimos años. La alharaca del momento es en torno a la señora Rocío San Miguel, a la que victimizan presentándola como una defensora de los derechos humanos “secuestrada”, en vez de dejarla que responda por los delitos que supuestamente la implican con el macabro Plan Brazalete Blanco, que en el proceso legal que se le sigue haga uso de su legítima defensa, nada se lo impide.

Barcelona/Edo. Anzoátegui

17 de febrero, 2024

Por eso Nicolás

 



Foto: Prensa PSUV

Por: Carola Chávez 

Por eso Nicolás Carola Chávez Al principio, Nicolás se volvió mi candidato porque, plena como la luna llena, yo sabía que Chávez sabía. Y Chávez nos dijo, en aquel momento desgarrado, cuando sentíamos que el suelo se abría bajo nuestros pies, que Nicolás era el que iba a conducirnos a salvo a través de la tormenta que Chávez sabía que vendría.

Y la tormenta no esperó ni medio segundo. No nos dio ni un ratico para llorar al padre que se nos fue. Llegó inclemente, desalmada, y nos golpeó con saña suponiendo que ya estábamos a tirito de reventarnos y caer.

Así empezó Nicolás la conducción de esta etapa compleja, dolorosa. Nos recogió huérfanos, huérfano él también, valiente como pocos, metió el pecho y la vida para cumplir con la tarea que Chávez le dejó.

La apuesta del enemigo era -y es- la guerra de perros. Los venezolanos debíamos matarnos entre nosotros para servirles el país en bandeja a las trasnacionales. Tantas veces nos llevaron al borde de ese abismo. Tantas veces Nicolás cabeza fría, nervios de acero, frenó la violencia y dejó a los halcones con las ganas… y con la rabia. Nicolás, descubrí, es el papá de los helados de la paciencia estratégica.

No contaban con su astucia.

Maburro, le decían y solo ellos lo creían. La soberbia no les permitía ver el brillo en los ojos de Nicolás. Un brillo de inteligencia, sí, pero más importante que eso, el brillo de un alma buena, sensible, humilde, que no se iba dejar intoxicar por el poder, que tiene sus venenos para los débiles de alma y carácter. Ni de alma, ni de carácter, Nicolás no conoce la debilidad.

Ahí en la presidencia, en el dificilísimo plano de la alta política, está el mismo de siempre: Nicolás, el hombre bueno, paciente que cree en la conducción colectiva, que sabe escuchar, que quiere escuchar… Nicolás, el de toda la vida, el muchacho que recorría las calles y barrios de Caracas inventando formas de hacer que las cosas fueran mejor para todos.

Blanco de toda guerra sucia, con la verdad la va derrotando. Temprano los traidores lo acusaron de traidor, pero Nicolás no se entregó, ni cuando bajo toda la presión y amenazas, Bolton, Pompeo y Pence que le decían públicamente que entregara el país a cambio de un retiro multimillonario en un paraíso tropical. Ofertón para los dirigentes cobardes y traidores: millones de dólares y casota en Miami a cambio de no joder al amo. ¡Qué equivocados están siempre con Nicolás! ¡Vayan a lavarse el paltó!

Ante nuestra terca decisión de ser libres y soberanos, nos montaron guerras de todo tipo y de todas las generaciones. Venezuela se convirtió en un campo de experimental de métodos de guerra perversos. ¡Qué no nos han hecho! Guerra económica, guerra psicológica, guerra pranes y malandros, sabotajes a la infraestructura, invasiones con mercenarios, drones magnicidas, bloqueo, saqueo de nuestros bienes en el exterior…

Y a cada ataque una respuesta estratégica, siempre en defensa de la Patria, de nuestro pueblo golpeado por tanta saña y tanta maldad. Cada obstáculo, una idea novedosa, una razón para vencer y vamos venciendo. Nicolás y el pueblo chavista que lo ha sabido acompañar porque Nico nos ha sabido conducir.

Tantas veces tan cerca del punto de no retorno de la violencia desatada, hoy disfrutamos la paz que construimos a pulso, y nos parece tan lejana toda la angustia que vivimos hace apenas unos pocos años atrás. Y es un alivio sentir la angustia lejos, pero es un peligro olvidar de dónde venimos y con quién. Quién ha hecho hasta lo milagros para lograr la paz y la estabilidad que nos permite hoy abrir ventanas y ver al futuro posible, brillante frente a nosotros.

Es un peligro olvidar porque del otro lado solo hay revancha conflicto, entreguismo, retroceso, guerra. Todo lo que han intentado, todo lo que hemos evitado y superado.

Nicolás es el único candidato que nos llena de certezas de paz, dignidad, inclusión, amplitud, estabilidad, futuro… y un montón de esperanzas, de todo lo que aún podemos hacer. Por lo que hemos vivido, por lo que hemos logrado, por lo que debemos seguir logrando… porque lo quiero mucho y porque lo respeto y lo admiro más, mi candidato es Nicolás.