A propósito de las 3R al cuadrado (Parte V).

*ANA ELISA OSORIO

Un área donde es imprescindible la aplicación de las 3R, a paso redoblado, es en la gestión pública.

En este sentido, me permitiré abordar el problema del burocratismo cuyo origen, sin duda, está en el aparato del Estado burgués que hemos heredado pero que, por distintas razones, pareciera se ha incrementado en los últimos años y esto se traduce en ineficiencia y malestar en los usuarios de los servicios públicos.

Importante citar el extraordinario ensayo “Contra el burocratismo” que el Che escribiera como autocritica al proceso cubano en sus primeros años, en esa obra, el inolvidable “guerrillero heroico”, señala que tres son las causas de este mal que tanto daña la revolución:

1. La falta de motor interno por parte de los funcionarios que no están comprometidos con el pueblo y no se hacen cargo, no sienten, sus necesidades y “cumplen” su tarea pidiendo y llenado formularios para justificar su salario, eso si todo queda por escrito para “cuidarse las espaldas”.
2. La falta de una organización adecuada del trabajo que ocurre por el desconocimiento de los métodos para resolver un determinado problema y se asume que la forma es incrementando más personal y desarrollando una madeja de trámites que incrementan el burocratismo y como diría Luis Britto García solo consiguen “matar votos” y descontento.
3. La falta de conocimientos técnicos para asumir la tarea encomendada y que también se busca resolver sumando mas personal que en suma “puedan” comprender la solución de los problemas o situaciones a resolver pero que terminan burocratizando más la administración.

Nuestros gobiernos revolucionarios (en los 3 niveles: central, estadal y municipal) necesitan hacer enormes esfuerzos por convertir la administración heredada de la IV República en una administración al servicio del pueblo y para ello es necesario que cada funcionario y funcionaria se conviertan en servidores públicos, es decir, servidores del pueblo, porque además son parte de él.

Por supuesto que esa conversión no será por obra y gracia del espíritu santo si no a través de un plan de formación ideológica técnica bien diseñado y de obligatoria observancia que deberá ser supervisado por el ente central de Planificación de la Administración Pública.

¡Patria socialista o muerte! ¡Venceremos!

*Miembro de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Diputada Electa al Parlatino.