Se observa con estupor como la derecha recalcitrante haciendo gala del más grande de los histrionismos, amparado en sus grandes medios de comunicación globalizados, arremete cual jauría contra un digno general patriota de nuestra Fuerza Armada Bolivariana, por expresar con alto sentido humanista estar consustanciado con las más nobles causas del pueblo venezolano en su inmenso sueño de redención social. Asumiendo como proyecto de vida el desafío histórico de hacerlo realidad, aunado a la manifestación de irrestricta subordinación y lealtad completa al comandante en jefe, recalcando con especial énfasis que la Fuerza Armada Nacional no tiene lealtades a medias y por lo tanto está casada con este proyecto de país.
Obviamente, tanto a la oposición nacional como internacional esto les cae como un “balde de agua fría”, pues tienen años cazando efectos de la coyuntura y con grandes financiamientos tratan de lograr la generación de condiciones internas que permitan cabalgar sobre escenarios de desestabilización, para materializar una ruptura del orden constitucional y sacar de la presidencia al compañero Chávez, como la Fuerza Armada es determinante para la concreción de esos nefastos planes, apelan a una sistemática campaña de infamias contra el General Rangel Silva, utilizando como cascaron de proa al Secretario General de OEA, quien con infeliz ligereza califico las declaraciones del General Rangel de acto de insubordinación a priori cuando el principio democrático de subordinación del poder militar al poder civil, viene establecido sobre la base del respeto a la soberanía popular, ejercida a través del voto y para el caso venezolano, por si no lo sabe o se le olvido al señor Insulza, el gobierno lo ejerce Chávez y por tanto es el Comandante en Jefe de la Fuerza Armada y no la oposición.
Llama la atención que esta alharaca, cual cortina de humo, coincide con la presentación de las memorias del ex presidente de los EEUU George W. Bush, tituladas “Decisión Points” (Puntos de Decisión) donde hace manifestación de acciones que no solo generan indignación, sino que se constituyen en confesión de parte para abrirle juicio en un tribunal penal internacional, puesto que autorizo la guerra en Irak, basándose en pruebas falsas, presentadas por el interés comercial de sus asesores Dick Cheney (el petróleo) o Donald Rumsfeld (la industria de las armas).
También revela la aplicación de torturas para obtener información de hipotéticos terroristas, como el abominable tormento de toca (waterboarding) que consiste en simular que se ahoga a una persona. Refiriendo inhumanamente al respecto, que el uso de esas torturas le permitió salvar vidas, porque su labor consistía en proteger a los EEUU.
Con esas aborrecibles confesiones y el silencio cómplice de las grandes empresas mediáticas globalizadas, ONG`s de derechos humanos y organizaciones como ONU y OEA, que embisten a diario contra pueblos y gobiernos progresistas, para estigmatizarlos por amenazas a la democracia y a los derechos humanos, queda en clara evidencia que su objetivo fundamental es tratar por todos los medios de ponerle las manos a nuestras riquezas minerales y naturales y procurar salvar el insostenible modelo capitalista, pero bien lo dijo Fidel Castro en sus reflexiones: “Cuando el enfermo está muy grave, según es práctica de la iglesia católica, después de la confesión viene la extremaunción… a partir de eso, quizás procedan a darle cristiana sepultura o a incinerar los restos de la absurda ilusión de que sea posible mantener un sistema social incompatible con la vida de la humanidad…”.
*Diputado electo a la Asamblea Nacional por el Estado Lara por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
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