*JUAN MARTORANO.
Ambos fenómenos quedan englobados en el concepto de delincuencia y guardan entre sí una estrecha relación de dependencia, son el producto de un sistema que tiene como base el robo por parte de una minoría de la riqueza creada por todos: la burguesía se apropia de la plusvalía generada por la clase obrera y la comunidad y condena a las mayorías a padecer las más elementales carencias; es el robo a gran escala y la expoliación más despiadada de naciones enteras por el imperialismo, fase superior del capitalismo.
El sistema capitalista en sí mismo es una gigantesca escuela de delincuencia y la corrupción administrativa es la más eficaz herramienta de difusión del delito: el ratero es el mejor ejemplo del funcionario que asalta los dineros públicos. La corrupción es una forma, la más expedita, de enriquecerse y engrosar las filas de la burguesía. En sus Memorias, el Dr. Gumersindo Torres narra que dijo Juan Vicente Gómez que las concesiones petroleras que él otorgaba a algunos venezolanos, éstos las vendían a empresas extranjeras y recibió del dictador la respuesta de que eso lo hacía para beneficiar a los amigos de su gobierno. Similares modos utilizaba en el nombramiento de jefes civiles, presidentes de estado, ministros, etc.Así compraba Gómez la docilidad de los hombres que sostenían su régimen. ¡Así se vendía la Patria!.
En este caso contamos con el testimonio excepcional de ese extraño funcionario gomecista, pero en el capitalismo parecidos procedimientos constituyen la regla general. En 1919, como Ministro de Fomento, Gumersindo Torres hizo aprobar por el Congreso Nacional la primera Ley de Hidrocarburos, las empresas petroleras protestaron ante Gómez y éste les dijo: "Hagan ustedes la Ley". Torres fue destituido y años después se le designó Administrador de la Aduana de la Guaira, entonces afirmó que era preferible regalarle el petróleo a las empresas extranjeras pero cobrarles los derechos aduanales, porque era mayor la suma de estos derechos que se les exoneraban que lo que percibía la nación por el petróleo. Nuevamente fue destituido. En aquel pantano de inmoralidad vale la pena destacar el patriotismo y coraje de Gumersindo Torres.
La delincuencia, en todos sus aspectos, es una fase de la lucha de clases y de allí la gravedad que entre los obreros se produzcan crímenes contra los propios hermanos de clase por disputas sobre las cuotas laborales.La clase llamada a enfrentar todos los vicios que ha sembrado la clase dominante no puede incurrir en prácticas gansteriles, de las cuales las principales víctimas son los oprimidos. Para dar muestras de que la clase obrera es llamada a liberar a la humanidad de la opresión tiene que alcanzar la unidad orgánica para erigirse en la fuerza social capaz de poner fin a la injusticia.
En síntesis, el éxito en la lucha contra la inseguridad personal exige enfrentar con decisión la corrupción administrativa. En esta batalla la clase obrera debe jugar el papel de vanguardia que le reserva la historia.No hay posibilidades reales de liberación nacional y social si la clase obrera no asume su responsabilidad con la Patria y con sus hermanos del mundo entero.
Patria Socialista o Muerte!!!
Venceremos y Estamos Venciendo!!!
*Abogado, Analista Político, Militante y precandidato a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por la Circunscripción Electoral Nº 2 del Estado Bolívar. www.juanmartorano.blogspot.com http://www.juanmartorano.tk/ . Moderador del Programa Informativo y de Opinión "Micrófono Abierto" transmitido de lunes a viernes de 12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria "Llovizna" 104.7 FM. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar
Ambos fenómenos quedan englobados en el concepto de delincuencia y guardan entre sí una estrecha relación de dependencia, son el producto de un sistema que tiene como base el robo por parte de una minoría de la riqueza creada por todos: la burguesía se apropia de la plusvalía generada por la clase obrera y la comunidad y condena a las mayorías a padecer las más elementales carencias; es el robo a gran escala y la expoliación más despiadada de naciones enteras por el imperialismo, fase superior del capitalismo.
El sistema capitalista en sí mismo es una gigantesca escuela de delincuencia y la corrupción administrativa es la más eficaz herramienta de difusión del delito: el ratero es el mejor ejemplo del funcionario que asalta los dineros públicos. La corrupción es una forma, la más expedita, de enriquecerse y engrosar las filas de la burguesía. En sus Memorias, el Dr. Gumersindo Torres narra que dijo Juan Vicente Gómez que las concesiones petroleras que él otorgaba a algunos venezolanos, éstos las vendían a empresas extranjeras y recibió del dictador la respuesta de que eso lo hacía para beneficiar a los amigos de su gobierno. Similares modos utilizaba en el nombramiento de jefes civiles, presidentes de estado, ministros, etc.Así compraba Gómez la docilidad de los hombres que sostenían su régimen. ¡Así se vendía la Patria!.
En este caso contamos con el testimonio excepcional de ese extraño funcionario gomecista, pero en el capitalismo parecidos procedimientos constituyen la regla general. En 1919, como Ministro de Fomento, Gumersindo Torres hizo aprobar por el Congreso Nacional la primera Ley de Hidrocarburos, las empresas petroleras protestaron ante Gómez y éste les dijo: "Hagan ustedes la Ley". Torres fue destituido y años después se le designó Administrador de la Aduana de la Guaira, entonces afirmó que era preferible regalarle el petróleo a las empresas extranjeras pero cobrarles los derechos aduanales, porque era mayor la suma de estos derechos que se les exoneraban que lo que percibía la nación por el petróleo. Nuevamente fue destituido. En aquel pantano de inmoralidad vale la pena destacar el patriotismo y coraje de Gumersindo Torres.
La delincuencia, en todos sus aspectos, es una fase de la lucha de clases y de allí la gravedad que entre los obreros se produzcan crímenes contra los propios hermanos de clase por disputas sobre las cuotas laborales.La clase llamada a enfrentar todos los vicios que ha sembrado la clase dominante no puede incurrir en prácticas gansteriles, de las cuales las principales víctimas son los oprimidos. Para dar muestras de que la clase obrera es llamada a liberar a la humanidad de la opresión tiene que alcanzar la unidad orgánica para erigirse en la fuerza social capaz de poner fin a la injusticia.
En síntesis, el éxito en la lucha contra la inseguridad personal exige enfrentar con decisión la corrupción administrativa. En esta batalla la clase obrera debe jugar el papel de vanguardia que le reserva la historia.No hay posibilidades reales de liberación nacional y social si la clase obrera no asume su responsabilidad con la Patria y con sus hermanos del mundo entero.
Patria Socialista o Muerte!!!
Venceremos y Estamos Venciendo!!!
*Abogado, Analista Político, Militante y precandidato a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) por la Circunscripción Electoral Nº 2 del Estado Bolívar. www.juanmartorano.blogspot.com http://www.juanmartorano.tk/ . Moderador del Programa Informativo y de Opinión "Micrófono Abierto" transmitido de lunes a viernes de 12 m a 2 pm por la Emisora Comunitaria "Llovizna" 104.7 FM. jmartoranoster@gmail.com , j_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar
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