Teresa Sosa.
Ponemos a la disposición de las lectoras y los lectores la propuesta que presentamos en el taller Medios de Comunicación y Violencia de Género: ‘Hacia una nueva Escritura y Representación de la Violencia de Género en los Medios de Comunicación’ (mayo, 2008), organizado por el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV), en ese taller estuvimos como co-facilitadora invitada.
Esperamos que este manual les sea útil a comunicadores y comunicadoras sociales, para enfrentar y hacer visible sin tinte amarillista y sin sensacionalismo a la violencia de género, que a diario está costando la vida a una gran cantidad de mujeres en el mundo entero. A ello se suma que el silencio y la impunidad acompañan a estos delitos.
Son sólo pautas de estilo y contenido que les invitamos a reflexionar e incorporar al lenguaje periodístico y de comunicación social en general, y que les recomendamos aplicar, para elaborar notas, artículos y reportajes periodísticos y/o de comunicación social en general, cuando les corresponda abordar el tema y los aconteceres de la violencia de género. A su vez, les agradecemos mucho que compartan este Manual con sus colegas.
MANUAL PARA UNA NUEVA ESCRITURA
Y REPRESENTACION
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION
A 40 AÑOS DE LA REBELION ROSADA
MAYO FRANCÉS 1968
“LO PRIVADO ES PÚBLICO”
¡NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!
Teresa Sosa
INTRODUCCIÓN
Nuestra propuesta para el Taller Medios de Comunicación y Violencia de
Género: Hacia una nueva Escritura y Representación de la Violencia de
Género en los Medios de Comunicación, organizado por el Centro de Estudios
de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV), con el
auspicio de UNIFEM, no la hemos concebido, ni plasmado, para que se haga
operativa como una imposición normativa de nuestra parte a comunicadoras y
comunicadores sociales. Desde nuestra propuesta lo que les solicitamos a
ustedes es que nos acompañen, para enfrentar y hacer visible sin tinte
amarillista una plaga silenciosa que soportan en soledad las mujeres, y que
está costando la vida a una gran cantidad de ellas en nuestro país. A ello se
suma que el silencio y la impunidad acompañan a este delito, y por eso
tenemos que romper esta tendencia perversa.
Este Manual que hoy ponemos en sus manos, apreciadas y apreciados
comunicadoras y comunicadores sociales, concretiza nuestra propuesta,
proporcionándoles a ustedes una nueva herramienta de trabajo periodístico,
para el tratamiento de la violencia de género. Son sólo pautas de estilo y
contenido que les invitamos a reflexionar e incorporar al lenguaje periodístico y
de comunicación social en general, y que les recomendamos aplicar, para
elaborar notas, artículos y reportajes periodísticos y/o de comunicación social
en general, cuando les corresponda abordar el tema y los aconteceres de la
violencia de género. A su vez, les agradecemos mucho que compartan este
Manual con sus colegas.
Confiadas y optimistas estamos, desde nuestra convicción de que la
sensibilidad, la honestidad y la responsabilidad social definen el noble oficio
que ustedes desempeñan, en que nos acompañarán difundiendo y aplicando,
en el quehacer periodístico cotidiano, el conjunto de reflexiones vertidas en
este Manual. Porque fue a través de los medios de comunicación, en notas de
prensa y de fotografías de periodistas gráficos, cuando fue difundida por vez
primera a nivel mundial la presencia multitudinaria de mujeres feministas en
las calles de París durante el movimiento del “Mayo Francés de 1968”, que
este mes está cumpliendo 40 años, donde las feministas irrumpieron en el
ámbito público en reclamo de reivindicaciones de género para toda la población
de mujeres del planeta tierra.
Las manifestantes de París, con pancartas, y a voces vivas, tomaron la
palabra para hacer diversas reclamaciones de género, y uno de los reclamos
más difundidos fue la denuncia de la violencia de género, oculta, invisiblizada
en el interior del hogar. La célebre consigna feminista: “Lo personal es público”,
se hizo escuchar en todo el mundo, y quienes la difundieron, fueron los y las
periodistas.
Esperamos que el siguiente conjunto de reflexiones y recomendaciones,
presentadas en el Manual, sea una herramienta útil para lograr el fin que se
busca, que es el tratamiento más adecuado en la difusión a través de los
medios de comunicación, del terrible flagelo que es la violencia de género
contra las mujeres.
Caracas, mayo de 2008
POR FAVOR, TOMEN NOTA DE LAS PAUTAS…
1. TENER CLARO QUE EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES IDEOLÓGICO PERO SUS
EFECTOS SON MUY CONCRETOS.
La violencia de género es ejercida por hombres que se consideran en
situación de superioridad y con derecho de propiedad sobre las mujeres, de
modo que, la violencia de género es un ejercicio de poder. Es sobre esta
situación de poder y control sobre las mujeres, sobre la que la sociedad ha
construido la masculinidad, la razón principal del problema; lo que nos permite
explicarnos por qué un determinado hombre agrede a una determinada mujer,
por qué los hombres utilizan la fuerza física y estrategias de poder y de control
con sus parejas.
Desde tiempos inmemoriales los hombres agresores no entienden las
relaciones entre unos y otras como relaciones de seres humanos y que las
mujeres tienen iguales derechos que ellos. Ese no entender de los hombres
agresores, a partir de la nueva Modernidad que se inicia a finales del siglo XIX,
se hará más exaltada en éstos, porque las mujeres comienzan a traspasar las
fronteras del denominado ámbito privado del hogar y hacen su arribo al ámbito
público laboral, a propósito de la llamada Segunda Revolución Industrial en ese
período, que produjo cambios económicos y sociales de relevancia, y que
requirió del aporte de la fuerza de trabajo de las mujeres.
Este fenómeno, para la cultura patriarcal y sus costumbres, constituyó una
“transgresión” de las mujeres al salir de su ámbito “natural”: el hogar. Esta
“transgresión” a su vez puso a las mujeres en la vía de la independencia
económica, de la beligerancia, del acceso a la educación, de la conquista de la
autonomía.
El rechazo, el descontento, de una mayoría significativa de hombres hacia
este avance de las mujeres, a los cambios en la sociedad que ellas han
propiciado, a los espacios que ellas han conquistado, ha generado en ellos una
reacción violenta, porque, o no están preparados para interpretar esos
cambios, o no están dispuestos a asumirlos como reivindicación a pleno
derecho de las mujeres, o porque perciben que las mujeres escapan al control
y sometimiento machista. Es por ello que se escucha a los hombres agresores
decir con frecuencia: “Ella se lo buscó por alzada”.
Para finalizar este aparte, transcribimos textualmente, el valioso aporte que
nos ofrece la filósofa, académica e investigadora, Profesora Gloria Comesaña
Santalices, como herramienta teórica conceptual para visibilizar y desmontar
desde el adentro de su amplia dimensión y ramificaciones, a la violencia de
género:
“…es preciso destacar el peso de la ideología patriarcal, una trama conceptual presente en el
subconsciente colectivo. Entre estas prácticas debemos destacar las simbólicas, es decir,
palabras, discursos, imágenes, que van creando y reforzando una visión particular del mundo,
contribuyendo a la inscripción de la violencia de género en los cuerpos femenino y masculino.
Estas prácticas simbólicas acaban realizando una aniquilación simbólica de lo femenino, sobre
la cual se asienta luego la aniquilación real. En el plano simbólico las mujeres son presentadas
como un grupo inferior, denigrado, o simplemente invisibilizado a través de su ausencia del
discurso, su reducción al plano de lo doméstico y familiar o su conversión en objeto erótico
visual fragmentado, lo cual conduce a su cosificación”.
Y los medios de comunicación han estado ausentes para visibilizar,
representar con veracidad, este acontecimiento socio-cultural de la sociedad
contemporánea.
2. HACER VISIBLES LAS DIFERENTES MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La violencia de género es feminicidio (asesinato de una mujer por un hombre
afincado en machismo, sexismo, misoginia), pero tiene también muchas otras
caras igualmente terribles.
Los medios de comunicación en Venezuela recogen y llevan a las páginas
de “sucesos” la violencia de género sólo en el caso de que se produzca la
muerte o las lesiones sean graves, y en este último caso se refieren al
problema como “riña o disputa matrimonial”, no le dan el tratamiento de
violencia física, violencia doméstica.
A los anteriores tipos de violencia, así como a la violencia psicológica, los
medios la mantienen en la más completa invisibilidad, cuando en realidad es un
problema bastante generalizado en la institución familiar; pero continúan
considerándolo como un asunto privado y cuya resolución sólo afecta a las
parejas.
3. DESMONTAJE DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO UTILIZANDO LA METODOLOGIA DE LA
TEORIA DEL FEMINICIDIO
El término Feminicidio comenzó a ser difundido a raíz de los numerosos
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, México, a partir de la década de los
90; los medios de comunicación informaron que las asesinadas eran mujeres
pobres, jóvenes, trabajadoras de las fábricas maquiladoras; el Estado
mexicano puso en práctica una serie de operativos policiales para rastrear y
apresar a los asesinos, pero día a día los casos iban en aumento
La antropóloga, académica, feminista y política mexicana Marcela Lagarde,
conformó un equipo de investigación para analizar las causas de estos
asesinatos. La herramienta de trabajo que este equipo utilizó fue la Teoría del
Feminicidio, plasmada en la década de los 90 del siglo XX por Jill Radford y
Diana Russel autoras del libro Feminicide: The Politcs of Woman Killing.
La metodología de investigación desde la Teoría del Feminicidio para el
abordaje de los feminicidios en Ciudad Juárez por parte de Marcela Lagarde y
su equipo, se enrumbó desde las siguientes perspectivas y enfoques:
1. Análisis social, económico, político y cultural, de las causas que están
detrás de los crímenes de niñas y mujeres.
2. La premisa central de donde parte la Teoría del Feminicidio es que se trata
de: “Odio contra las mujeres”, misoginia.
3. El Feminicidio es una violencia social contra las mujeres; en la sociedad se
acepta que haya violencia de género; la sociedad la ignora, la invisibiliza, la
desvaloriza, le quita importancia, y a veces las comunidades (familias,
barios, cualquier forma de organización social) minimiza la violencia y tienen
mecanismos de relación y trato violento con las mujeres.
4. La sociedad está organizada de tal manera que la violencia de género
forma parte de las relaciones de parentesco, de las relaciones laborales, de
las relaciones educativas, de las relaciones en general de la sociedad.
5. La cultura refuerza de una y mil maneras la violencia de género violencia
como algo natural, hay un refuerzo permanente de imágenes, enfoques,
explicaciones, que legitiman la violencia de género.
6. El Feminicidio es violencia de género ilegal pero legitima.
7. El Feminicidio no sólo comprende los asesinatos, que es lo más extremo,
sino que abarca el conjunto de hechos violentos contra las mujeres y su
entorno, sus bienes, contra ellas mismas.
8. No hay que observar la punta del iceberg, sino investigar lo que está abajo,
que es lo que sostiene a la violencia de género.
9. Hay que desmontar los mitos, como el de Ciudad Juárez. El equipo de
investigación coordinado por Marcela Lagarde, lo hizo. Afloró que el 85% de
las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez correspondían a diferentes clases
sociales, de distintas edades, algunas de ellas no fueron objeto de violencia
sexual, y fueron asesinadas en sus casas por sus parientes. Más del 60%
de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez habían denunciado antes la
violencia de que eran víctimas.
10. La Teoría del Feminicidio incluye la violencia institucional, de instituciones
del Estado que no garantizan la vida de las mujeres, como algo previo.
También hay violencia institucional cuando las mujeres ya han denunciado
la violencia y no hay respuesta institucional para atender adecuadamente a
las mujeres; así como también, no hacer seguimiento al proceso, tanto de
atención psicológica, como de apoyo, sustento económico, jurídico, legal.
La violencia institucional es Feminicidio. La impunidad es también
Feminicidio.
4. CLASIFICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO Y SUS TIPOS DE ACUERDO A LA LEY
No olvidar que la Ley Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia (LODEM 2007) en el artículo 15 especifica 19 tipos de
violencia de género, entre éstas se encuentran las que aún el medio
periodístico considera como “asunto privado” (violencia doméstica, violencia
física, violencia psicológica, violencia institucional, violencia mediática..)
5. TRATAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO COMO UNA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS,
COMO UN DELITO Y UN ATENTADO CONTRA LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS.
NO ES UN SUCESO.
La visualización de la violencia de género como violación a los derechos
humanos de las mujeres, como problema social, y tipificado como delito,
abre un nuevo horizonte para sensibilizar a la opinión pública con respecto a
este problema. Los medios deben cumplir aquí el papel social de que gozan, en
cuanto a que las comunicaciones que lanzan se identifican como mensajes
legitimados.
Habitualmente, las noticias sobre violencia de género aparecen en las
páginas de sucesos de los periódicos o presentadas como tales en los
informativos de radio. Los sucesos son lo insólito, extraño, extraordinario,
cualidades que desde luego no tiene la violencia de género que es habitual,
constante y cotidiana.
Es permanente en las informaciones sobre violencia de género que
aparecen en los medios de comunicación, encontrar vergonzosas expresiones
como “crimen pasional”, “asesinada tras un ataque de celos”, “problema
sentimental”, “asesinato producto de una separación”, “móvil sentimental”,
desavenencias conyugales”, “después de una fuerte discusión…” De igual
manera se presenta, y a veces casi se justifica o explica la violencia de género
por causas externas a ésta –alcohol, drogas, precariedad económica.
6. EVITAR EL SENSACIONALISMO, EL AMARILLISMO, EL MORBO, EN LA REDACCIÓN
Los comentarios de familiares, personas allegadas, del vecindario, no tienen
valor probatorio. Una cosa es afirmar que se han oído amenazas o gritos o
golpes (que pudiera ayudar a la investigación policial y judicial) y otra, dar
cabida a la rumorología inflada.
El interés social no responde a una descripción dramática. No hay que
confundir jamás el morbo con el interés social. Evitar detalles escabrosos. No
es conveniente especificar el número de puñaladas, balazos, golpes, etc. Por
otra parte, titulares como los siguientes, son morbo, amarillismo: «apuñala a su
ex mujer y mata a un amigo de ésta en plena calle»;«un agricultor mata por
celos a cuchilladas a su ex mujer», «un anciano mata a puñaladas a su ex
mujer durante una discusión», «dos menores presencian cómo su padre
apuñala a su madre y mata al novio de ésta», «un coronel mata a puñaladas y
martillazos a su esposa», «mata a su mujer y su hijo y se suicida»
Ninguno de los casos antes mencionados es tratado como problema social ni
de desigualdad de género por los medios de comunicación.
También sucede que en las notas de prensa en la mayoría de casos no se
utiliza el término `asesinada´ para referirse al feminicidio. Se evita la palabra
‘asesino’ para referirse al homicida, utilizando más bien abundantemente la
palabra ‘hombre’.
7. EVITAR FOTOS E IMÁGENES ESCABROSAS.
Debe tenerse especial cuidado con las fotos e imágenes que acompañan las
notas. Respetar a las víctimas y a sus familias, alejarse del sexismo, el
sensacionalismo y la obscenidad. Nunca robar imágenes o audio a la víctima o
a sus familiares o amigos.
Hay que destacar que la personificación de las mujeres víctimas de
feminicidio se hace en los medios en un escenario de muerte, la prensa
amarillista las muestra como cadáveres, si es posible sobre un charco de
sangre a lo que se suma que los rostros en “vida” son tomados en una mayoría
de casos de la cédula de identidad, a la noticia se le da cobertura
sensacionalista.
Es un irrespeto a la dignidad humana y no es conveniente para la lucha
contra la violencia de género la representación fotográfica de las mujeres como
víctimas, porque fortalece la construcción social tradicional de la mujer como
“sexo débil”, a merced de los agresores, desmovilizadas, indefensas ante una
agresión asesina de la que no se defendieron, lo que no es cierto. De esa
manera se cae en representar a las mujeres de manera escabrosa; no es una
alternativa de sensibilización seguir fotografiando esa violencia, sino denunciar
los procesos estructurales que le sirven de plataforma tanto a la violencia física
como a la simbólica.
8. ERRADICAR ESTEREOTIPOS SEXISTAS QUE FAVORECEN LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
El estereotipo es realmente un instrumento de comunicación poderoso,
especialmente como transmisor ideológico. El estereotipo sexista, es
tremendamente dañino, puesto que parte de una relación desigual de poder
entre hombres y mujeres, y su uso abunda y perpetúa el desequilibrio entre
unos y otras.
El uso de estereotipos hace que habitualmente, las mujeres que aparecen en
los medios de comunicación respondan a los ideales masculinos: belleza –
fundamentalmente– y riqueza (modelos, mises, actrices, princesas).
Todos los estudios consultados respecto al tratamiento de las mujeres en los
medios de comunicación, coinciden en que a éstas se las presenta
mayoritariamente como madres, esposas y consumidoras, es decir, en su
relación con los varones o en las tareas tradicionalmente asignadas al ama de
casa.
También se destaca que las que mejor tratamiento reciben, es decir, las que
los medios presentan como “triunfadoras”, son las que por su actividad o
actitud se acercan a los comportamientos masculinos. Sólo hay un apartado en
el que las mujeres aparecen muy a menudo, habitualmente
sobrerrepresentadas en comparación con los varones. Se trata de los casos en
que el feminicidio termina con sus vidas.
9. PLURALIDAD DE FUENTES, CONTRASTAR LAS NOTICIAS, VERACIDAD EN LA INFORMACIÓN.
Hay que apegarse al rigor y a la honestidad y no hacer interpretaciones en
las notas, artículos o reportaje, de casos de violencia de género. Hay que
redactar los escritos con un vocabulario adecuado y perceptible. Además de las
fuentes policiales, judiciales, hay que obtener información de personas
expertas en el proceso de la violencia de género e investigar lo que no se ve.
Según las normas éticas periodísticas hay que diversificar y seleccionar las
fuentes de la noticia con opiniones no sólo calificadas, sino con aquellas que
puedan proporcionar otra dimensión al relato. Las únicas fuentes, tradicionales,
sesgadas de las que se surte el periodismo son la policíaca, la jurídica, y el
vecindario.
Sobre esto último, se debe evitar reflejar en las noticias las declaraciones de
la vecindad del tipo: “era una pareja normal” o “tenían discusiones normales”,
ya que responden a rumores y no a información fiable. Además, estos
comentarios son contraproducentes para luchar contra este tipo de violencia.
Los antecedentes sobre disensiones o buenas relaciones en el seno de la
pareja, por ejemplo, inducen a explicar la violencia como la consecuencia
lógica de una situación de deterioro o, por el contrario, como un “arrebato
ocasional”.
De esta manera los medios reproducen literalmente los estereotipos de
género y las ideas que libremente circulan por la sociedad, y suelen hacerlo sin
cuestionamiento alguno.
10. NO PRESENTAR LAS AGRESIONES A LAS MUJERES COMO SITUACIONES
AISLADAS.
Porque la violencia de género es un problema social y político, que afecta a
millones de mujeres en todo el mundo. Los medios han de contribuir a que la
violencia de género deje de ser un asunto privado, atendiendo a su posición en
cuanto a su influencia en el desarrollo creciente de la conciencia ciudadana
que –afortunadamente empieza a considerar intolerable este fenómeno.
11. DIFUNDIR VALORES EDUCATIVOS Y CULTURALES NO SEXISTAS.
Los medios tienen importancia a la hora de informar y educar a la ciudanía
respecto de las causas y efectos de la violencia contra las mujeres.
12. COMUNICAR UN RESPALDO FAMILIAR Y SOCIAL HACIA LAS VÍCTIMAS DIVULGANDO
INFORMACIÓN SOBRE A DÓNDE RECURRIR PARA DENUNCIAR O SOLICITAR ASISTENCIA
ESPECIALIZADA EN CASOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO; DE IGUAL MANERA DEBEN
VISIBILIZAR LOS ESFUERZOS Y ESTRATEGIAS DE LAS MUJERES PARA DEFENDERSE DEL
AGRESOR Y/O ROMPER CON EL DENOMINADO “CÍCLO DE LA VIOLENCIA”.
El primer llamado de apoyo de los medios debe estar dirigido a sensibilizar y
concientizar para que familiares y personas allegadas, comprendan el
problema, esto es vital en los casos de violencia de género. No dejar solas a
las mujeres bajo la creencia de que “es problema de marido y mujer”. Muchos
feminicidios pudieran evitarse si las familias no dejaran solas a sus mujeres.
En el mismo orden de ideas, en una crónica sobre un caso de agresiones
violentas recomendamos añadir información útil y complementaria para las
víctimas sobre recursos públicos como teléfonos de atención, casas de abrigo,
información jurídica, comisarías específicas y todo lo que pueda ayudar a
cualquier mujer que se sienta desamparada frente a la violencia.
A su vez, sugerimos no presentar a las mujeres como víctimas pasivas, “que
se dejan”, sino hacer visibles las diferentes formas o maneras que las mujeres
ponen en práctica para salvaguardarse de sus agresores. Destacar las
denuncias previas, procesos judiciales pendientes, medidas cautelares.
Enmarcar el caso dentro del proceso “Ciclo de la Violencia” (acumulación de
tensión, explosión violenta, “luna de miel”, escalada de la violencia).
Internet se ha convertido en los últimos tiempos una vía de escape para
muchas víctimas de violencia de género que no saben dónde acudir. Hay webs
atendidas por especialistas que reciben preguntas y dan respuestas, las
preguntas y respuestas publicadas sirven de referencia a otras muchas
mujeres que se sienten identificadas con los testimonios que aparecen en la
sección, y encuentran aliento, desahogo y consejos mutuos.
La web: www.elcolorpurupura.org es un ejemplo novedoso de asistencia y
apoyo a mujeres víctimas de violencia de género a través de internet. Resulta
más que evidente que con una pequeña inversión en proyectos de Internet se
puede llegar a mucha gente.
13. NO RECOGER COMENTARIOS DESPECTIVOS SOBRE LAS VÍCTIMAS PORQUE JUSTIFICAN
COMO NORMALES POSICIONES MACHISTAS AMPARADAS POR EL PODER DEL HOMBRE
SOBRE LA MUJER.
Hay que incidir en este desequilibrio y contextualizar la información con la
presentación de los antecedentes y el proceso seguido por la persona
agredida.
14. HAY QUE PRESERVAR LA INTIMIDAD Y PROCURAR EL ANONIMATO DE LA VÍCTIMA
Pero la divulgación de su testimonio –cuando recupere la autoestima y se
decida a narrar su experiencia- se convertirá en un mensaje positivo y
esperanzador para otras personas maltratadas. Además, el testimonio
garantizará el seguimiento de la información, como también habría que hacerlo
en otros casos para que no queden como hechos aislados.
15. RECTIFICAR CUALQUIER INFORMACIÓN ERRÓNEA QUE SE HAYA PODIDO DIFUNDIR
SOBRE UN CASO DE VIOLENCIA DE GÉNERO.
En caso de equivocación, el medio debe reparar la información errónea con
la mayor rapidez, para evitar exponer a personas al escarnio público y al
desprestigio y afectarles en lo psicológico. De igual manera, si se tratara de
una institución sobre la que se ha hecho recaer algún tipo de responsabilidad
en el hecho delictivo.
16. SOLICITAR A LA CIUDADANÍA QUE SE COMPROMETA A LUCHAR
Los medios deben reclamar a todas las personas que se impliquen y que se
comprometan a luchar, sembrar la cultura de que la violencia de género es un
grave problema social que amerita el ejercicio de ciudadanía para combatirla.
17. FORMACIÓN EN VIOLENCIA DE GÉNERO.
Tanto para la redacción, como para los directivos, programas de formación
cuyo desarrollo se ha mostrado efectivo en experiencias de otros países, y que
se aconsejan explícitamente como medio adecuado, con el objetivo de
erradicar la violencia contra las mujeres.
A la luz de todas las consideraciones vertidas en este Manual, se abre la
necesidad de la especialización de las personas que trabajan en las
redacciones sobre este problema; de la misma forma que el periodismo de
calidad exige especialización en otras áreas, trabajar con el tema de la
violencia de género no puede descansar solamente en “el sentido común” y en
las experiencias personales de quienes trabajan con este tipo de información.
Hacemos un llamado a las Universidades del país en donde existe la carrera
de Comunicación Social, para que el tema del género, en general, encuentre
un espacio académico para dejarse sentir, en pre-grado y en postgrado. Que
en las Escuelas de Comunicación Social y en las áreas de Estudios de la Mujer
de las Universidades, se investigue sobre el tema
18. CREACION DE UNA RED POR INTERNET DE COMUNICADORES Y COMUNICADORAS
SOCIALES CON VISIÓN DE GÉNERO
Para que la situación de las mujeres en la sociedad sea más visible a
través de los medios de comunicación, lo que contribuirá a construir un nuevo
orden social.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
APARICIO, Sonia (2007) Violencia de género: el papel de los medios de comunicación Congreso
Internacional de Violencia de Género, España.
ASAMBLEA NACIONAL (2007) Ley Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de
Violencia. Caracas.
BENGOCHEA, Mercedes (2001) En el umbral de un nuevo discurso sobre Violencia. Universidad
de Alcalá. España.
BOIX, Montserrat (2001) El tratamiento de la violencia contra las mujeres en los medios de
comunicación. Primer Congreso Nacional sobre violencia contra la mujer. España
COMESAÑA S., Gloria (2007) Violencia contra las mujeres, aniquilación de las humanas.
Conferencia dictada en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL) el 22 de
Noviembre de 2007.
GOMEZ F., María J. y BLÁZQUEZ C., Esther (2004) Mujeres y Publicidad: de la representación
de la violencia a la violencia de la representación. El Análisis de la Imagen Fotográfica. Primer
Congreso de la Teoría y Técnica de los Medios Audiovisuales. España.
LAGARDE, Marcela (2006) Feminicidio. Conferencia dictada en la Universidad de Oviedo,
España, el 12 de Enero de 2006.
LIPOVETSKY, Gilles (1999) La Tercera Mujer: Permanencia y revolución de lo femenino.
Editorial Anagrama. Barcelona, España.
LÓPEZ DIEZ, Pilar (2002) Manual de urgencia del tratamiento informativo de la violencia de
género. Instituto de la Mujer/Instituto Oficial de Radio y Televisión. Madrid, España
PERIODICO PUBLICO (2008) Manual de la Redacción para informar sobre la violencia de
género. Edición 20/1/2008. España
PERIODISTAS ARGENTINOS EN RED (2008) Decálogo para el tratamiento periodístico de la
violencia contra las mujeres. Argentina. www.artemisanoticias.com.ar.
VARELA N., Nuria (2005) Medios de comunicación y Violencia de Género: una cuestión de
poder. Diputación Foral de Gipuzcoa, San Sebastián, País Vasco, España.
YEBENES A., Julia (2005) Tratamiento de la violencia contra las mujeres en los medios de
comunicación. Secretaría de Asuntos Profesionales y Deontológicos de la FAPE. España
Ponemos a la disposición de las lectoras y los lectores la propuesta que presentamos en el taller Medios de Comunicación y Violencia de Género: ‘Hacia una nueva Escritura y Representación de la Violencia de Género en los Medios de Comunicación’ (mayo, 2008), organizado por el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV), en ese taller estuvimos como co-facilitadora invitada.
Esperamos que este manual les sea útil a comunicadores y comunicadoras sociales, para enfrentar y hacer visible sin tinte amarillista y sin sensacionalismo a la violencia de género, que a diario está costando la vida a una gran cantidad de mujeres en el mundo entero. A ello se suma que el silencio y la impunidad acompañan a estos delitos.
Son sólo pautas de estilo y contenido que les invitamos a reflexionar e incorporar al lenguaje periodístico y de comunicación social en general, y que les recomendamos aplicar, para elaborar notas, artículos y reportajes periodísticos y/o de comunicación social en general, cuando les corresponda abordar el tema y los aconteceres de la violencia de género. A su vez, les agradecemos mucho que compartan este Manual con sus colegas.
MANUAL PARA UNA NUEVA ESCRITURA
Y REPRESENTACION
DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION
A 40 AÑOS DE LA REBELION ROSADA
MAYO FRANCÉS 1968
“LO PRIVADO ES PÚBLICO”
¡NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!
Teresa Sosa
INTRODUCCIÓN
Nuestra propuesta para el Taller Medios de Comunicación y Violencia de
Género: Hacia una nueva Escritura y Representación de la Violencia de
Género en los Medios de Comunicación, organizado por el Centro de Estudios
de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEM-UCV), con el
auspicio de UNIFEM, no la hemos concebido, ni plasmado, para que se haga
operativa como una imposición normativa de nuestra parte a comunicadoras y
comunicadores sociales. Desde nuestra propuesta lo que les solicitamos a
ustedes es que nos acompañen, para enfrentar y hacer visible sin tinte
amarillista una plaga silenciosa que soportan en soledad las mujeres, y que
está costando la vida a una gran cantidad de ellas en nuestro país. A ello se
suma que el silencio y la impunidad acompañan a este delito, y por eso
tenemos que romper esta tendencia perversa.
Este Manual que hoy ponemos en sus manos, apreciadas y apreciados
comunicadoras y comunicadores sociales, concretiza nuestra propuesta,
proporcionándoles a ustedes una nueva herramienta de trabajo periodístico,
para el tratamiento de la violencia de género. Son sólo pautas de estilo y
contenido que les invitamos a reflexionar e incorporar al lenguaje periodístico y
de comunicación social en general, y que les recomendamos aplicar, para
elaborar notas, artículos y reportajes periodísticos y/o de comunicación social
en general, cuando les corresponda abordar el tema y los aconteceres de la
violencia de género. A su vez, les agradecemos mucho que compartan este
Manual con sus colegas.
Confiadas y optimistas estamos, desde nuestra convicción de que la
sensibilidad, la honestidad y la responsabilidad social definen el noble oficio
que ustedes desempeñan, en que nos acompañarán difundiendo y aplicando,
en el quehacer periodístico cotidiano, el conjunto de reflexiones vertidas en
este Manual. Porque fue a través de los medios de comunicación, en notas de
prensa y de fotografías de periodistas gráficos, cuando fue difundida por vez
primera a nivel mundial la presencia multitudinaria de mujeres feministas en
las calles de París durante el movimiento del “Mayo Francés de 1968”, que
este mes está cumpliendo 40 años, donde las feministas irrumpieron en el
ámbito público en reclamo de reivindicaciones de género para toda la población
de mujeres del planeta tierra.
Las manifestantes de París, con pancartas, y a voces vivas, tomaron la
palabra para hacer diversas reclamaciones de género, y uno de los reclamos
más difundidos fue la denuncia de la violencia de género, oculta, invisiblizada
en el interior del hogar. La célebre consigna feminista: “Lo personal es público”,
se hizo escuchar en todo el mundo, y quienes la difundieron, fueron los y las
periodistas.
Esperamos que el siguiente conjunto de reflexiones y recomendaciones,
presentadas en el Manual, sea una herramienta útil para lograr el fin que se
busca, que es el tratamiento más adecuado en la difusión a través de los
medios de comunicación, del terrible flagelo que es la violencia de género
contra las mujeres.
Caracas, mayo de 2008
POR FAVOR, TOMEN NOTA DE LAS PAUTAS…
1. TENER CLARO QUE EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES IDEOLÓGICO PERO SUS
EFECTOS SON MUY CONCRETOS.
La violencia de género es ejercida por hombres que se consideran en
situación de superioridad y con derecho de propiedad sobre las mujeres, de
modo que, la violencia de género es un ejercicio de poder. Es sobre esta
situación de poder y control sobre las mujeres, sobre la que la sociedad ha
construido la masculinidad, la razón principal del problema; lo que nos permite
explicarnos por qué un determinado hombre agrede a una determinada mujer,
por qué los hombres utilizan la fuerza física y estrategias de poder y de control
con sus parejas.
Desde tiempos inmemoriales los hombres agresores no entienden las
relaciones entre unos y otras como relaciones de seres humanos y que las
mujeres tienen iguales derechos que ellos. Ese no entender de los hombres
agresores, a partir de la nueva Modernidad que se inicia a finales del siglo XIX,
se hará más exaltada en éstos, porque las mujeres comienzan a traspasar las
fronteras del denominado ámbito privado del hogar y hacen su arribo al ámbito
público laboral, a propósito de la llamada Segunda Revolución Industrial en ese
período, que produjo cambios económicos y sociales de relevancia, y que
requirió del aporte de la fuerza de trabajo de las mujeres.
Este fenómeno, para la cultura patriarcal y sus costumbres, constituyó una
“transgresión” de las mujeres al salir de su ámbito “natural”: el hogar. Esta
“transgresión” a su vez puso a las mujeres en la vía de la independencia
económica, de la beligerancia, del acceso a la educación, de la conquista de la
autonomía.
El rechazo, el descontento, de una mayoría significativa de hombres hacia
este avance de las mujeres, a los cambios en la sociedad que ellas han
propiciado, a los espacios que ellas han conquistado, ha generado en ellos una
reacción violenta, porque, o no están preparados para interpretar esos
cambios, o no están dispuestos a asumirlos como reivindicación a pleno
derecho de las mujeres, o porque perciben que las mujeres escapan al control
y sometimiento machista. Es por ello que se escucha a los hombres agresores
decir con frecuencia: “Ella se lo buscó por alzada”.
Para finalizar este aparte, transcribimos textualmente, el valioso aporte que
nos ofrece la filósofa, académica e investigadora, Profesora Gloria Comesaña
Santalices, como herramienta teórica conceptual para visibilizar y desmontar
desde el adentro de su amplia dimensión y ramificaciones, a la violencia de
género:
“…es preciso destacar el peso de la ideología patriarcal, una trama conceptual presente en el
subconsciente colectivo. Entre estas prácticas debemos destacar las simbólicas, es decir,
palabras, discursos, imágenes, que van creando y reforzando una visión particular del mundo,
contribuyendo a la inscripción de la violencia de género en los cuerpos femenino y masculino.
Estas prácticas simbólicas acaban realizando una aniquilación simbólica de lo femenino, sobre
la cual se asienta luego la aniquilación real. En el plano simbólico las mujeres son presentadas
como un grupo inferior, denigrado, o simplemente invisibilizado a través de su ausencia del
discurso, su reducción al plano de lo doméstico y familiar o su conversión en objeto erótico
visual fragmentado, lo cual conduce a su cosificación”.
Y los medios de comunicación han estado ausentes para visibilizar,
representar con veracidad, este acontecimiento socio-cultural de la sociedad
contemporánea.
2. HACER VISIBLES LAS DIFERENTES MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La violencia de género es feminicidio (asesinato de una mujer por un hombre
afincado en machismo, sexismo, misoginia), pero tiene también muchas otras
caras igualmente terribles.
Los medios de comunicación en Venezuela recogen y llevan a las páginas
de “sucesos” la violencia de género sólo en el caso de que se produzca la
muerte o las lesiones sean graves, y en este último caso se refieren al
problema como “riña o disputa matrimonial”, no le dan el tratamiento de
violencia física, violencia doméstica.
A los anteriores tipos de violencia, así como a la violencia psicológica, los
medios la mantienen en la más completa invisibilidad, cuando en realidad es un
problema bastante generalizado en la institución familiar; pero continúan
considerándolo como un asunto privado y cuya resolución sólo afecta a las
parejas.
3. DESMONTAJE DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO UTILIZANDO LA METODOLOGIA DE LA
TEORIA DEL FEMINICIDIO
El término Feminicidio comenzó a ser difundido a raíz de los numerosos
asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, México, a partir de la década de los
90; los medios de comunicación informaron que las asesinadas eran mujeres
pobres, jóvenes, trabajadoras de las fábricas maquiladoras; el Estado
mexicano puso en práctica una serie de operativos policiales para rastrear y
apresar a los asesinos, pero día a día los casos iban en aumento
La antropóloga, académica, feminista y política mexicana Marcela Lagarde,
conformó un equipo de investigación para analizar las causas de estos
asesinatos. La herramienta de trabajo que este equipo utilizó fue la Teoría del
Feminicidio, plasmada en la década de los 90 del siglo XX por Jill Radford y
Diana Russel autoras del libro Feminicide: The Politcs of Woman Killing.
La metodología de investigación desde la Teoría del Feminicidio para el
abordaje de los feminicidios en Ciudad Juárez por parte de Marcela Lagarde y
su equipo, se enrumbó desde las siguientes perspectivas y enfoques:
1. Análisis social, económico, político y cultural, de las causas que están
detrás de los crímenes de niñas y mujeres.
2. La premisa central de donde parte la Teoría del Feminicidio es que se trata
de: “Odio contra las mujeres”, misoginia.
3. El Feminicidio es una violencia social contra las mujeres; en la sociedad se
acepta que haya violencia de género; la sociedad la ignora, la invisibiliza, la
desvaloriza, le quita importancia, y a veces las comunidades (familias,
barios, cualquier forma de organización social) minimiza la violencia y tienen
mecanismos de relación y trato violento con las mujeres.
4. La sociedad está organizada de tal manera que la violencia de género
forma parte de las relaciones de parentesco, de las relaciones laborales, de
las relaciones educativas, de las relaciones en general de la sociedad.
5. La cultura refuerza de una y mil maneras la violencia de género violencia
como algo natural, hay un refuerzo permanente de imágenes, enfoques,
explicaciones, que legitiman la violencia de género.
6. El Feminicidio es violencia de género ilegal pero legitima.
7. El Feminicidio no sólo comprende los asesinatos, que es lo más extremo,
sino que abarca el conjunto de hechos violentos contra las mujeres y su
entorno, sus bienes, contra ellas mismas.
8. No hay que observar la punta del iceberg, sino investigar lo que está abajo,
que es lo que sostiene a la violencia de género.
9. Hay que desmontar los mitos, como el de Ciudad Juárez. El equipo de
investigación coordinado por Marcela Lagarde, lo hizo. Afloró que el 85% de
las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez correspondían a diferentes clases
sociales, de distintas edades, algunas de ellas no fueron objeto de violencia
sexual, y fueron asesinadas en sus casas por sus parientes. Más del 60%
de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez habían denunciado antes la
violencia de que eran víctimas.
10. La Teoría del Feminicidio incluye la violencia institucional, de instituciones
del Estado que no garantizan la vida de las mujeres, como algo previo.
También hay violencia institucional cuando las mujeres ya han denunciado
la violencia y no hay respuesta institucional para atender adecuadamente a
las mujeres; así como también, no hacer seguimiento al proceso, tanto de
atención psicológica, como de apoyo, sustento económico, jurídico, legal.
La violencia institucional es Feminicidio. La impunidad es también
Feminicidio.
4. CLASIFICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO Y SUS TIPOS DE ACUERDO A LA LEY
No olvidar que la Ley Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una Vida
Libre de Violencia (LODEM 2007) en el artículo 15 especifica 19 tipos de
violencia de género, entre éstas se encuentran las que aún el medio
periodístico considera como “asunto privado” (violencia doméstica, violencia
física, violencia psicológica, violencia institucional, violencia mediática..)
5. TRATAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO COMO UNA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS,
COMO UN DELITO Y UN ATENTADO CONTRA LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS.
NO ES UN SUCESO.
La visualización de la violencia de género como violación a los derechos
humanos de las mujeres, como problema social, y tipificado como delito,
abre un nuevo horizonte para sensibilizar a la opinión pública con respecto a
este problema. Los medios deben cumplir aquí el papel social de que gozan, en
cuanto a que las comunicaciones que lanzan se identifican como mensajes
legitimados.
Habitualmente, las noticias sobre violencia de género aparecen en las
páginas de sucesos de los periódicos o presentadas como tales en los
informativos de radio. Los sucesos son lo insólito, extraño, extraordinario,
cualidades que desde luego no tiene la violencia de género que es habitual,
constante y cotidiana.
Es permanente en las informaciones sobre violencia de género que
aparecen en los medios de comunicación, encontrar vergonzosas expresiones
como “crimen pasional”, “asesinada tras un ataque de celos”, “problema
sentimental”, “asesinato producto de una separación”, “móvil sentimental”,
desavenencias conyugales”, “después de una fuerte discusión…” De igual
manera se presenta, y a veces casi se justifica o explica la violencia de género
por causas externas a ésta –alcohol, drogas, precariedad económica.
6. EVITAR EL SENSACIONALISMO, EL AMARILLISMO, EL MORBO, EN LA REDACCIÓN
Los comentarios de familiares, personas allegadas, del vecindario, no tienen
valor probatorio. Una cosa es afirmar que se han oído amenazas o gritos o
golpes (que pudiera ayudar a la investigación policial y judicial) y otra, dar
cabida a la rumorología inflada.
El interés social no responde a una descripción dramática. No hay que
confundir jamás el morbo con el interés social. Evitar detalles escabrosos. No
es conveniente especificar el número de puñaladas, balazos, golpes, etc. Por
otra parte, titulares como los siguientes, son morbo, amarillismo: «apuñala a su
ex mujer y mata a un amigo de ésta en plena calle»;«un agricultor mata por
celos a cuchilladas a su ex mujer», «un anciano mata a puñaladas a su ex
mujer durante una discusión», «dos menores presencian cómo su padre
apuñala a su madre y mata al novio de ésta», «un coronel mata a puñaladas y
martillazos a su esposa», «mata a su mujer y su hijo y se suicida»
Ninguno de los casos antes mencionados es tratado como problema social ni
de desigualdad de género por los medios de comunicación.
También sucede que en las notas de prensa en la mayoría de casos no se
utiliza el término `asesinada´ para referirse al feminicidio. Se evita la palabra
‘asesino’ para referirse al homicida, utilizando más bien abundantemente la
palabra ‘hombre’.
7. EVITAR FOTOS E IMÁGENES ESCABROSAS.
Debe tenerse especial cuidado con las fotos e imágenes que acompañan las
notas. Respetar a las víctimas y a sus familias, alejarse del sexismo, el
sensacionalismo y la obscenidad. Nunca robar imágenes o audio a la víctima o
a sus familiares o amigos.
Hay que destacar que la personificación de las mujeres víctimas de
feminicidio se hace en los medios en un escenario de muerte, la prensa
amarillista las muestra como cadáveres, si es posible sobre un charco de
sangre a lo que se suma que los rostros en “vida” son tomados en una mayoría
de casos de la cédula de identidad, a la noticia se le da cobertura
sensacionalista.
Es un irrespeto a la dignidad humana y no es conveniente para la lucha
contra la violencia de género la representación fotográfica de las mujeres como
víctimas, porque fortalece la construcción social tradicional de la mujer como
“sexo débil”, a merced de los agresores, desmovilizadas, indefensas ante una
agresión asesina de la que no se defendieron, lo que no es cierto. De esa
manera se cae en representar a las mujeres de manera escabrosa; no es una
alternativa de sensibilización seguir fotografiando esa violencia, sino denunciar
los procesos estructurales que le sirven de plataforma tanto a la violencia física
como a la simbólica.
8. ERRADICAR ESTEREOTIPOS SEXISTAS QUE FAVORECEN LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
El estereotipo es realmente un instrumento de comunicación poderoso,
especialmente como transmisor ideológico. El estereotipo sexista, es
tremendamente dañino, puesto que parte de una relación desigual de poder
entre hombres y mujeres, y su uso abunda y perpetúa el desequilibrio entre
unos y otras.
El uso de estereotipos hace que habitualmente, las mujeres que aparecen en
los medios de comunicación respondan a los ideales masculinos: belleza –
fundamentalmente– y riqueza (modelos, mises, actrices, princesas).
Todos los estudios consultados respecto al tratamiento de las mujeres en los
medios de comunicación, coinciden en que a éstas se las presenta
mayoritariamente como madres, esposas y consumidoras, es decir, en su
relación con los varones o en las tareas tradicionalmente asignadas al ama de
casa.
También se destaca que las que mejor tratamiento reciben, es decir, las que
los medios presentan como “triunfadoras”, son las que por su actividad o
actitud se acercan a los comportamientos masculinos. Sólo hay un apartado en
el que las mujeres aparecen muy a menudo, habitualmente
sobrerrepresentadas en comparación con los varones. Se trata de los casos en
que el feminicidio termina con sus vidas.
9. PLURALIDAD DE FUENTES, CONTRASTAR LAS NOTICIAS, VERACIDAD EN LA INFORMACIÓN.
Hay que apegarse al rigor y a la honestidad y no hacer interpretaciones en
las notas, artículos o reportaje, de casos de violencia de género. Hay que
redactar los escritos con un vocabulario adecuado y perceptible. Además de las
fuentes policiales, judiciales, hay que obtener información de personas
expertas en el proceso de la violencia de género e investigar lo que no se ve.
Según las normas éticas periodísticas hay que diversificar y seleccionar las
fuentes de la noticia con opiniones no sólo calificadas, sino con aquellas que
puedan proporcionar otra dimensión al relato. Las únicas fuentes, tradicionales,
sesgadas de las que se surte el periodismo son la policíaca, la jurídica, y el
vecindario.
Sobre esto último, se debe evitar reflejar en las noticias las declaraciones de
la vecindad del tipo: “era una pareja normal” o “tenían discusiones normales”,
ya que responden a rumores y no a información fiable. Además, estos
comentarios son contraproducentes para luchar contra este tipo de violencia.
Los antecedentes sobre disensiones o buenas relaciones en el seno de la
pareja, por ejemplo, inducen a explicar la violencia como la consecuencia
lógica de una situación de deterioro o, por el contrario, como un “arrebato
ocasional”.
De esta manera los medios reproducen literalmente los estereotipos de
género y las ideas que libremente circulan por la sociedad, y suelen hacerlo sin
cuestionamiento alguno.
10. NO PRESENTAR LAS AGRESIONES A LAS MUJERES COMO SITUACIONES
AISLADAS.
Porque la violencia de género es un problema social y político, que afecta a
millones de mujeres en todo el mundo. Los medios han de contribuir a que la
violencia de género deje de ser un asunto privado, atendiendo a su posición en
cuanto a su influencia en el desarrollo creciente de la conciencia ciudadana
que –afortunadamente empieza a considerar intolerable este fenómeno.
11. DIFUNDIR VALORES EDUCATIVOS Y CULTURALES NO SEXISTAS.
Los medios tienen importancia a la hora de informar y educar a la ciudanía
respecto de las causas y efectos de la violencia contra las mujeres.
12. COMUNICAR UN RESPALDO FAMILIAR Y SOCIAL HACIA LAS VÍCTIMAS DIVULGANDO
INFORMACIÓN SOBRE A DÓNDE RECURRIR PARA DENUNCIAR O SOLICITAR ASISTENCIA
ESPECIALIZADA EN CASOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO; DE IGUAL MANERA DEBEN
VISIBILIZAR LOS ESFUERZOS Y ESTRATEGIAS DE LAS MUJERES PARA DEFENDERSE DEL
AGRESOR Y/O ROMPER CON EL DENOMINADO “CÍCLO DE LA VIOLENCIA”.
El primer llamado de apoyo de los medios debe estar dirigido a sensibilizar y
concientizar para que familiares y personas allegadas, comprendan el
problema, esto es vital en los casos de violencia de género. No dejar solas a
las mujeres bajo la creencia de que “es problema de marido y mujer”. Muchos
feminicidios pudieran evitarse si las familias no dejaran solas a sus mujeres.
En el mismo orden de ideas, en una crónica sobre un caso de agresiones
violentas recomendamos añadir información útil y complementaria para las
víctimas sobre recursos públicos como teléfonos de atención, casas de abrigo,
información jurídica, comisarías específicas y todo lo que pueda ayudar a
cualquier mujer que se sienta desamparada frente a la violencia.
A su vez, sugerimos no presentar a las mujeres como víctimas pasivas, “que
se dejan”, sino hacer visibles las diferentes formas o maneras que las mujeres
ponen en práctica para salvaguardarse de sus agresores. Destacar las
denuncias previas, procesos judiciales pendientes, medidas cautelares.
Enmarcar el caso dentro del proceso “Ciclo de la Violencia” (acumulación de
tensión, explosión violenta, “luna de miel”, escalada de la violencia).
Internet se ha convertido en los últimos tiempos una vía de escape para
muchas víctimas de violencia de género que no saben dónde acudir. Hay webs
atendidas por especialistas que reciben preguntas y dan respuestas, las
preguntas y respuestas publicadas sirven de referencia a otras muchas
mujeres que se sienten identificadas con los testimonios que aparecen en la
sección, y encuentran aliento, desahogo y consejos mutuos.
La web: www.elcolorpurupura.org es un ejemplo novedoso de asistencia y
apoyo a mujeres víctimas de violencia de género a través de internet. Resulta
más que evidente que con una pequeña inversión en proyectos de Internet se
puede llegar a mucha gente.
13. NO RECOGER COMENTARIOS DESPECTIVOS SOBRE LAS VÍCTIMAS PORQUE JUSTIFICAN
COMO NORMALES POSICIONES MACHISTAS AMPARADAS POR EL PODER DEL HOMBRE
SOBRE LA MUJER.
Hay que incidir en este desequilibrio y contextualizar la información con la
presentación de los antecedentes y el proceso seguido por la persona
agredida.
14. HAY QUE PRESERVAR LA INTIMIDAD Y PROCURAR EL ANONIMATO DE LA VÍCTIMA
Pero la divulgación de su testimonio –cuando recupere la autoestima y se
decida a narrar su experiencia- se convertirá en un mensaje positivo y
esperanzador para otras personas maltratadas. Además, el testimonio
garantizará el seguimiento de la información, como también habría que hacerlo
en otros casos para que no queden como hechos aislados.
15. RECTIFICAR CUALQUIER INFORMACIÓN ERRÓNEA QUE SE HAYA PODIDO DIFUNDIR
SOBRE UN CASO DE VIOLENCIA DE GÉNERO.
En caso de equivocación, el medio debe reparar la información errónea con
la mayor rapidez, para evitar exponer a personas al escarnio público y al
desprestigio y afectarles en lo psicológico. De igual manera, si se tratara de
una institución sobre la que se ha hecho recaer algún tipo de responsabilidad
en el hecho delictivo.
16. SOLICITAR A LA CIUDADANÍA QUE SE COMPROMETA A LUCHAR
Los medios deben reclamar a todas las personas que se impliquen y que se
comprometan a luchar, sembrar la cultura de que la violencia de género es un
grave problema social que amerita el ejercicio de ciudadanía para combatirla.
17. FORMACIÓN EN VIOLENCIA DE GÉNERO.
Tanto para la redacción, como para los directivos, programas de formación
cuyo desarrollo se ha mostrado efectivo en experiencias de otros países, y que
se aconsejan explícitamente como medio adecuado, con el objetivo de
erradicar la violencia contra las mujeres.
A la luz de todas las consideraciones vertidas en este Manual, se abre la
necesidad de la especialización de las personas que trabajan en las
redacciones sobre este problema; de la misma forma que el periodismo de
calidad exige especialización en otras áreas, trabajar con el tema de la
violencia de género no puede descansar solamente en “el sentido común” y en
las experiencias personales de quienes trabajan con este tipo de información.
Hacemos un llamado a las Universidades del país en donde existe la carrera
de Comunicación Social, para que el tema del género, en general, encuentre
un espacio académico para dejarse sentir, en pre-grado y en postgrado. Que
en las Escuelas de Comunicación Social y en las áreas de Estudios de la Mujer
de las Universidades, se investigue sobre el tema
18. CREACION DE UNA RED POR INTERNET DE COMUNICADORES Y COMUNICADORAS
SOCIALES CON VISIÓN DE GÉNERO
Para que la situación de las mujeres en la sociedad sea más visible a
través de los medios de comunicación, lo que contribuirá a construir un nuevo
orden social.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
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Internacional de Violencia de Género, España.
ASAMBLEA NACIONAL (2007) Ley Orgánica por el Derecho de las Mujeres a una Vida libre de
Violencia. Caracas.
BENGOCHEA, Mercedes (2001) En el umbral de un nuevo discurso sobre Violencia. Universidad
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BOIX, Montserrat (2001) El tratamiento de la violencia contra las mujeres en los medios de
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COMESAÑA S., Gloria (2007) Violencia contra las mujeres, aniquilación de las humanas.
Conferencia dictada en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL) el 22 de
Noviembre de 2007.
GOMEZ F., María J. y BLÁZQUEZ C., Esther (2004) Mujeres y Publicidad: de la representación
de la violencia a la violencia de la representación. El Análisis de la Imagen Fotográfica. Primer
Congreso de la Teoría y Técnica de los Medios Audiovisuales. España.
LAGARDE, Marcela (2006) Feminicidio. Conferencia dictada en la Universidad de Oviedo,
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LIPOVETSKY, Gilles (1999) La Tercera Mujer: Permanencia y revolución de lo femenino.
Editorial Anagrama. Barcelona, España.
LÓPEZ DIEZ, Pilar (2002) Manual de urgencia del tratamiento informativo de la violencia de
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PERIODICO PUBLICO (2008) Manual de la Redacción para informar sobre la violencia de
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PERIODISTAS ARGENTINOS EN RED (2008) Decálogo para el tratamiento periodístico de la
violencia contra las mujeres. Argentina. www.artemisanoticias.com.ar.
VARELA N., Nuria (2005) Medios de comunicación y Violencia de Género: una cuestión de
poder. Diputación Foral de Gipuzcoa, San Sebastián, País Vasco, España.
YEBENES A., Julia (2005) Tratamiento de la violencia contra las mujeres en los medios de
comunicación. Secretaría de Asuntos Profesionales y Deontológicos de la FAPE. España
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