Mirna Sojo Sojo*
Últimamente he estado escribiendo acerca de la educación popular y los aportes que maestros y líderes políticos a través de la historia han hecho a este tipo de educación que poco se entiende pues viene de profundas raíces insurgentes y fuera de toda lógica burguesa y capitalista de las formas de escuelas o recintos educativos conocidas hasta ahora. Y cuando digo esto ultimo me refiero a que tengo la convicción de que muchos de los que hemos sido formados en las casas de estudios poco entendamos de lo que significa la educación popular y sus implicaciones en estos tiempos de revolución inédita.
Y lo lamento por todos los que de alguna manera nos formamos en las distintas casas de estudio, pues la educación popular no tiene el tinte de los pensum comunes y corrientes en los que fuimos formados ni mucho menos cuenta con la supuesta “calidad académica” de los profesores y aulas con los que fuimos domesticados de igual modo, de los muchos que están en puestos de dirección que dicen tener la probidad académica que decimos tener para dirigir al pueblo excluido y en desventaja histórica frente a la suerte que muchos tuvimos de estudiar… a la prueba me remito y en estos tiempos cuestiono aun mucho más las visiones que emanan de gente de la revolución que dice tener la razón pues ve todo a partir de su propia lógica tal y como lo hicieron los invasores de antes y los que hacen los invasores de ahora… por eso se llaman así… por que invaden.
Y esta lógica que manejamos muchos de los que estamos en puesto de dirección tiene que ver con las formas de ver la vida, la sociedad y al ser humano desde nuestro prisma engañoso y el espejismo que nos dotó una academia ideológicamente bien pensada y hoy en día cuestionada por sus fuertes orígenes burgueses, que por más que se tongonee siempre se le verá el bojote…
El sesgo con que frecuentemente dirimimos nuestras visiones tiene mucho de esa particularidad burguesa de creerse todo lo sapiente y con el derecho que da la prepotencia profesional muchas veces para determinar de modo tajante lo que es “bueno “y lo que es “malo” mientras… seguimos sin práctica democrática, sin practica de la consulta y peor aun sin práctica de la construcción colectiva real y pertinente tan necesaria en estos tiempos tan complejos de gobernar.
La educación popular es eso, pueblo dándose su educación desde la practica sostenida y la praxis reflexiva de lo que construye en el día a día, o sea gente batiendo el barro, caminando el barrio, pateando la calle, caminando codo a codo con la gente mas humilde y sencilla, o sea los lumpen ¿ves?, y… reflexionando la vaina ¿ ves? Ya Mao lo decía, que la practica es lo único que genera teoría pertinente para volver de nuevo a la práctica, si no, no tienes ni la moral ni el derecho de exigir algo… creo que allí está el meollo del asunto osea, nada de estar inventando desde sillas, desde oficinas, si quieres saber o conocer en verdad algo tienes que irte a la experiencia y esa experiencia someterla a la subjetividad de los que caminan esa realidad, es decir, en colectivo; además en eso la educación popular tiene un camino amplio y ganado, pero esta educación no es el referente de muchos camaradas, puesto que la subestiman y la catalogan de inservible siendo que desde su seno emana y han emanado luchas y revoluciones, escuelas, modelos y todo lo que el huracán del pueblo es capaz de darse en la vida, de los que realmente nunca han tenido voz porque precisamente esa universidad de “excelencia inhumana” y “personalista” los excluyó… y pretenden excluirlos.
Por eso existen las misiones, por eso existe la misión cultura, esta trinchera que permite a los que nunca tuvieron oportunidad se liberen, pero no desde la lógica académica que invisibiliza todo y todo lo quiere volver una mentira de pacotilla para servir a los señores o señorones que hacen de los revolucionarios instrumentos ciegos para seguir en esclavitud.
La educación popular en el caso de la misión cultura nació para quedarse en el pueblo “tierruo” pero con dignidad y conciencia, o sea que no aspira a cambiarlo en el sentido burgués de “hablar fino” para que reniegues de tus orígenes campesinos y humilde, para que te alejes de tu barrio, eso no es lo aspiramos desde la educación popular, sino pueblo combativo, acompañador, echao pa lante sin la vergüenza étnica que nos adosaron nuestras casas de estudios donde mejor es “ser otro” que “uno mismo” mejor es “superarse” al modo burgués para ser “alguien en esta vida” alguien al modo de los ricos para parecernos a ellos, y así vivimos mentiras tras mentiras renegando y desconociendo a nuestra clase.
Pregunto, ¿Qué puede saber un catedrático doctor acartonado de una universidad que transita la acera y la calle? ¿Qué puede entender un académico que se dice revolucionario acerca de la posibilidad que se da el pueblo desde la practica? ¿Qué puede entender de lenguajes ciertos, sinceros cotidianos y no prestados? ¿Qué se puede comprender desde la mirada burguesa de nuestra educación enajenada de cantos, ensalmes y palabras directas tal y como la expresa el pueblo? ¿Cuál es el patrón universitario o académico que se piensa para un pueblo que lo que quiere es estar en la marea diaria de la lucha sin cuartel en las comunidades? ¿Le hablaremos de excelencia académica desde la mentira de cambiar la voz, hablar bonito y ser instrumento del invasor actual? ¿Dónde se enseña la dignidad? ¿En la oficina o en el resolver diariamente cuando el hermano necesita que lo acompañen en esta lucha sin cuartel que tenemos por liberarnos desde la conciencia? ¿Quién puede adosarse la verdad absoluta dentro de esta educación que aun transita la crisis de identidad que nos nombre definitivamente? ¿Qué nos hemos creído los que dirigimos? ¿Le preguntaremos al soberano que misión es la que quiere? ¿Si quiere que se la cambien o no? ¿De donde sacamos los revolucionarios que somos los jueces para decir que cosas es buena o es mala para la gente que en las aulas de las calles se forma? ¿De dónde se saca que la misión cultura tiene que centrarse en los pensum fríos y de cabilla y no en el currículo humano del transitar vivo? ¿De donde se saca que estamos formándonos piratamente? Que yo sepa los piratas sabían mucho… si no busquemos la historia, además ¿Quien determina que es pirata y que no es, desde cual vidrio me lo están reflejando?
Que la calle pues sea el estimulo para seguir transitando la verdadera universidad de la vida la que en verdaita se da, la que subyuga ese modelo educativo aun impregnado de visiones y enfoque pocos verdaderos y poco pertinentes para la dirección comunal socialista y pueblerina, de adentro y por ultimo, la educación popular existe, existe en las luchas por romper esas estructuras académicas poco cónsonas con los sueños y realidades del pueblo, por eso es que llegó el momento de definir con quien y para quien se juega en estos tiempos.
La misión cultura tiene fuertes bases populares, huele a pueblo florido, pueblo añejo pueblo rejuvenecido, su matriz curricular, su enfoque que no se pinta de cualquier color, sus trayectos tienen un fuerte anclaje en el reconocimiento como pueblo y como espacio de reivindicación social por ello tiene el guante variado que el pueblo activador afro, indígena, campesino, urbano le de, eso hay que respetarlo, no estar aspirando a un pueblo que ni en la luna existe por que alguien lo sueña de tal modo, o lo ve a través de su imagen y semejanza…
Cuando se ve en el ambiente de nuestra misión que ya están siendo cambiados directores de líneas con probada experiencia, coordinadores regionales, trabajadores, cuadros medios entre otros a uno no le queda mas remedio que preguntarse ¿Qué esta pasando que no somos capaces de entender las implicaciones políticas que tiene el hecho de trabajar una misión poco común, que no tiene nada que ver con las lógicas que conocemos en cuanto a formación de maestros se trata? y uno ve que se tuerce el hilo de la historia, “por caprichos”, por un “se me ocurre…” como que si el pueblo es un enfermo y no es capaz de explicar como se está formando desde la misión, como que si 05 años es poca cosa o responsabilidad revolucionaria, osea que el pueblo activador es un irresponsable que se inscribió en una misión que se le ofertó de una forma y se les explico de una forma y que, desde esa forma se ha venido construyendo, para luego decir: “esa no es, sino otra”.
Misión Cultura debe mantener su esencia, sus trayectos, sus formas de construirse desde la diversidad que le imprime cada equipo de sistematización sea afrodescendiente, indígena, campesino o urbano porque entre otras cosas pretender uniformarnos no es posible, he allí lo bueno e interesante pues cada proceso tiene en si mismo riqueza educativa y educación popular pa rato.
*Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe
Movimiento Pedagógico Revolucionario
mirnasojo@gmail.com
Últimamente he estado escribiendo acerca de la educación popular y los aportes que maestros y líderes políticos a través de la historia han hecho a este tipo de educación que poco se entiende pues viene de profundas raíces insurgentes y fuera de toda lógica burguesa y capitalista de las formas de escuelas o recintos educativos conocidas hasta ahora. Y cuando digo esto ultimo me refiero a que tengo la convicción de que muchos de los que hemos sido formados en las casas de estudios poco entendamos de lo que significa la educación popular y sus implicaciones en estos tiempos de revolución inédita.
Y lo lamento por todos los que de alguna manera nos formamos en las distintas casas de estudio, pues la educación popular no tiene el tinte de los pensum comunes y corrientes en los que fuimos formados ni mucho menos cuenta con la supuesta “calidad académica” de los profesores y aulas con los que fuimos domesticados de igual modo, de los muchos que están en puestos de dirección que dicen tener la probidad académica que decimos tener para dirigir al pueblo excluido y en desventaja histórica frente a la suerte que muchos tuvimos de estudiar… a la prueba me remito y en estos tiempos cuestiono aun mucho más las visiones que emanan de gente de la revolución que dice tener la razón pues ve todo a partir de su propia lógica tal y como lo hicieron los invasores de antes y los que hacen los invasores de ahora… por eso se llaman así… por que invaden.
Y esta lógica que manejamos muchos de los que estamos en puesto de dirección tiene que ver con las formas de ver la vida, la sociedad y al ser humano desde nuestro prisma engañoso y el espejismo que nos dotó una academia ideológicamente bien pensada y hoy en día cuestionada por sus fuertes orígenes burgueses, que por más que se tongonee siempre se le verá el bojote…
El sesgo con que frecuentemente dirimimos nuestras visiones tiene mucho de esa particularidad burguesa de creerse todo lo sapiente y con el derecho que da la prepotencia profesional muchas veces para determinar de modo tajante lo que es “bueno “y lo que es “malo” mientras… seguimos sin práctica democrática, sin practica de la consulta y peor aun sin práctica de la construcción colectiva real y pertinente tan necesaria en estos tiempos tan complejos de gobernar.
La educación popular es eso, pueblo dándose su educación desde la practica sostenida y la praxis reflexiva de lo que construye en el día a día, o sea gente batiendo el barro, caminando el barrio, pateando la calle, caminando codo a codo con la gente mas humilde y sencilla, o sea los lumpen ¿ves?, y… reflexionando la vaina ¿ ves? Ya Mao lo decía, que la practica es lo único que genera teoría pertinente para volver de nuevo a la práctica, si no, no tienes ni la moral ni el derecho de exigir algo… creo que allí está el meollo del asunto osea, nada de estar inventando desde sillas, desde oficinas, si quieres saber o conocer en verdad algo tienes que irte a la experiencia y esa experiencia someterla a la subjetividad de los que caminan esa realidad, es decir, en colectivo; además en eso la educación popular tiene un camino amplio y ganado, pero esta educación no es el referente de muchos camaradas, puesto que la subestiman y la catalogan de inservible siendo que desde su seno emana y han emanado luchas y revoluciones, escuelas, modelos y todo lo que el huracán del pueblo es capaz de darse en la vida, de los que realmente nunca han tenido voz porque precisamente esa universidad de “excelencia inhumana” y “personalista” los excluyó… y pretenden excluirlos.
Por eso existen las misiones, por eso existe la misión cultura, esta trinchera que permite a los que nunca tuvieron oportunidad se liberen, pero no desde la lógica académica que invisibiliza todo y todo lo quiere volver una mentira de pacotilla para servir a los señores o señorones que hacen de los revolucionarios instrumentos ciegos para seguir en esclavitud.
La educación popular en el caso de la misión cultura nació para quedarse en el pueblo “tierruo” pero con dignidad y conciencia, o sea que no aspira a cambiarlo en el sentido burgués de “hablar fino” para que reniegues de tus orígenes campesinos y humilde, para que te alejes de tu barrio, eso no es lo aspiramos desde la educación popular, sino pueblo combativo, acompañador, echao pa lante sin la vergüenza étnica que nos adosaron nuestras casas de estudios donde mejor es “ser otro” que “uno mismo” mejor es “superarse” al modo burgués para ser “alguien en esta vida” alguien al modo de los ricos para parecernos a ellos, y así vivimos mentiras tras mentiras renegando y desconociendo a nuestra clase.
Pregunto, ¿Qué puede saber un catedrático doctor acartonado de una universidad que transita la acera y la calle? ¿Qué puede entender un académico que se dice revolucionario acerca de la posibilidad que se da el pueblo desde la practica? ¿Qué puede entender de lenguajes ciertos, sinceros cotidianos y no prestados? ¿Qué se puede comprender desde la mirada burguesa de nuestra educación enajenada de cantos, ensalmes y palabras directas tal y como la expresa el pueblo? ¿Cuál es el patrón universitario o académico que se piensa para un pueblo que lo que quiere es estar en la marea diaria de la lucha sin cuartel en las comunidades? ¿Le hablaremos de excelencia académica desde la mentira de cambiar la voz, hablar bonito y ser instrumento del invasor actual? ¿Dónde se enseña la dignidad? ¿En la oficina o en el resolver diariamente cuando el hermano necesita que lo acompañen en esta lucha sin cuartel que tenemos por liberarnos desde la conciencia? ¿Quién puede adosarse la verdad absoluta dentro de esta educación que aun transita la crisis de identidad que nos nombre definitivamente? ¿Qué nos hemos creído los que dirigimos? ¿Le preguntaremos al soberano que misión es la que quiere? ¿Si quiere que se la cambien o no? ¿De donde sacamos los revolucionarios que somos los jueces para decir que cosas es buena o es mala para la gente que en las aulas de las calles se forma? ¿De dónde se saca que la misión cultura tiene que centrarse en los pensum fríos y de cabilla y no en el currículo humano del transitar vivo? ¿De donde se saca que estamos formándonos piratamente? Que yo sepa los piratas sabían mucho… si no busquemos la historia, además ¿Quien determina que es pirata y que no es, desde cual vidrio me lo están reflejando?
Que la calle pues sea el estimulo para seguir transitando la verdadera universidad de la vida la que en verdaita se da, la que subyuga ese modelo educativo aun impregnado de visiones y enfoque pocos verdaderos y poco pertinentes para la dirección comunal socialista y pueblerina, de adentro y por ultimo, la educación popular existe, existe en las luchas por romper esas estructuras académicas poco cónsonas con los sueños y realidades del pueblo, por eso es que llegó el momento de definir con quien y para quien se juega en estos tiempos.
La misión cultura tiene fuertes bases populares, huele a pueblo florido, pueblo añejo pueblo rejuvenecido, su matriz curricular, su enfoque que no se pinta de cualquier color, sus trayectos tienen un fuerte anclaje en el reconocimiento como pueblo y como espacio de reivindicación social por ello tiene el guante variado que el pueblo activador afro, indígena, campesino, urbano le de, eso hay que respetarlo, no estar aspirando a un pueblo que ni en la luna existe por que alguien lo sueña de tal modo, o lo ve a través de su imagen y semejanza…
Cuando se ve en el ambiente de nuestra misión que ya están siendo cambiados directores de líneas con probada experiencia, coordinadores regionales, trabajadores, cuadros medios entre otros a uno no le queda mas remedio que preguntarse ¿Qué esta pasando que no somos capaces de entender las implicaciones políticas que tiene el hecho de trabajar una misión poco común, que no tiene nada que ver con las lógicas que conocemos en cuanto a formación de maestros se trata? y uno ve que se tuerce el hilo de la historia, “por caprichos”, por un “se me ocurre…” como que si el pueblo es un enfermo y no es capaz de explicar como se está formando desde la misión, como que si 05 años es poca cosa o responsabilidad revolucionaria, osea que el pueblo activador es un irresponsable que se inscribió en una misión que se le ofertó de una forma y se les explico de una forma y que, desde esa forma se ha venido construyendo, para luego decir: “esa no es, sino otra”.
Misión Cultura debe mantener su esencia, sus trayectos, sus formas de construirse desde la diversidad que le imprime cada equipo de sistematización sea afrodescendiente, indígena, campesino o urbano porque entre otras cosas pretender uniformarnos no es posible, he allí lo bueno e interesante pues cada proceso tiene en si mismo riqueza educativa y educación popular pa rato.
*Escuela Social Rodrigueana Latinoamericana y del Caribe
Movimiento Pedagógico Revolucionario
mirnasojo@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario