Comenzaremos con evidencias. La Organización Mundial de la Salud ha calculado que "más de 1.500 mujeres y niñas mueren por día como resultado de complicaciones prevenibles que ocurren antes, durante y después del embarazo y parto, y que a nivel global, la mortalidad materna es la principal causa de muerte en mujeres y niñas en edad reproductiva, que la mortalidad y la morbilidad maternas prevenibles son retos para la salud, el desarrollo y los derechos humanos". (Asamblea General de las Naciones Unidas, Concejo de Derechos Humanos, 2009).
Según cifras oficiales del Ministerio de Salud, en democracia, al menos 3 mil mujeres pobres han muerto como resultado de la prohibición del aborto. En nuestro país, la interrupción voluntaria del embarazo está penalizada, salvo los casos contemplados en el artículo 86 del código penal.
Por lo tanto, el aborto, al ser punible, tiene una doble condena: la penal y la moral, impuesta por algunos sectores a algunas (a quienes no tienen medios económicos). Mientras tantos, esos sectores lucran económicamente con la clandestinidad. La ilegalidad del aborto sostiene un ingreso rentable para varios.
El 30 de julio del 2009 se lanzó una línea telefónica pública desde la cual se da información médicamente confiable a las mujeres que lo deseen sobre aborto con medicamentos. El grupo Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto presenta la línea telefónica "Más información, menos riesgos", donde "se sienta postura sobre el derecho de las mujeres de acceder a la información sobre el misoprostol (la droga que produce el aborto), el cumplimiento de las recomendaciones de la Guía para el Mejoramiento de la Atención Post Aborto, el cumplimiento del deber de confidencialidad del personal hospitalario en la atención post aborto, la producción pública de misoprostol, y la despenalización y legalización del aborto", expresaron sus autoras en la presentación.
Estas mujeres se preguntaron "¿Quién puede monopolizar el conocimiento?". La Federación Latino Americana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (Flasog) editó un manual sobre el uso del misoprostol, que también se puede consultar en su página web www.flasog.org. El trabajo, que recoge resultados de múltiples estudios, señala que el misoprostol está indicado "en todos los casos en que se requiera". La Flasog agrupa a las sociedades y federaciones de la especialidad, incluida la Argentina. El Doctor Aníbal Faúndes expresó: "El misoprostol, la droga que se utiliza en estos casos, en forma de comprimidos vaginales, ha significado una revolución positiva en la atención del tema. En 2009, en Uruguay, no hubo ninguna muerte materna por aborto, gracias al uso de este fármaco. Aumenta el acceso al aborto seguro. Baja, radicalmente, los costos del sistema de salud y resuelve el problema que expresan aún muchos médicos de la objeción de conciencia. Es la misma paciente la que se coloca estas pastillas". El autor es Coordinador del Comité de Derechos Sexuales y Reproductivos de la Flasog.
El 26 de Noviembre de 2.009, al cumplirse un mes del funcionamiento de la línea telefónica, Gabi Diaz Villa, Paula Castello de Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMMARC); Ana Ferrarotti, Coordinadora Nacional del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación y las diputadas Diana Maffía y Gabriela Alegre presentaban el Primer Informe, el que señalaba: "En estos 4 meses de intenso trabajo hemos retenido 2.300.000 pesos en manos de las mujeres. 819 niños y niñas no corrieron el riesgo de perder a sus madres como consecuencia de un aborto inseguro. Hemos roto el silencio en decenas de medios de comunicación. Hemos difundido información científica, veraz, actualizada y no prejuiciosa sobre aborto en 1.700 llamadas. Esperamos, con este trabajo, ampliar la libertad de las mujeres y fortalecer nuestra agencia política para lograr que 2.010 sea el año de la legalización del aborto en Argentina".
En suma, decimos que la línea Más información, menos riesgos es pública, son mujeres de la sociedad civil que se organizaron junto a profesionales para brindar información segura y científica, ante una realidad que se cobra la vida de mujeres sin protección y sin derechos.
Esta línea no es clandestina, tampoco genera ganancias. Sus informes se publicitan en los medios de comunicación, con acompañamiento de legisladoras y en el ámbito también público como el Senado de la Nación.
Y volvemos a destacar los derechos en los que se basa: a la libre expresión, al derecho a la información y a la posibilidad de acceder a los beneficios del progreso científico, hoy vedado para muchas mujeres que deambulan por los caminos clandestinos de la muerte, el negocio y la penalización.
*Diputada provincial y Junta Ejecutiva provincial del Partido SI Santa Fe.
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