Cuando se tomó la decisión de abolir la potestad a la Federación Médica Venezolana de emitir los certificados médicos para conducir, que tenían un valor de 80 bolívares fuertes, quienes seguimos este movimiento revolucionario, que dirige el Comandante Presidente Hugo Chávez, asumimos con beneplácito esta medida.
Algunos recordarán que el Doctor Felipe Guzmán, Presidente de la Coordinadora Nacional de Médicos de Venezuela (CONAMEV), suplicó durante años, de forma pública y reiterada a través de los medios de comunicación, se implementase esa política puesto que de esta forma se financiaba al ente golpista adeco de la Federación Médica Venezolana, quien vendía los certificados a los Colegios Médicos de las entidades federales para su posterior expendición.
Como ejemplo de lo anterior, me contó en una oportunidad una colega revolucionaria que trabajaba en el organismo Medicina Vial, donde además le cancelaban un mísero sueldo, que sólo en el Colegio Médico de Carabobo se obtenía una ganancia neta de 500 mil bolívares fuertes mensuales. Ella estimaba que en cuatro horas otorgaba ochenta certificados, así en un año ella emitía veinte mil documentos.
Por cierto, ¿Quién se quedaba con tal “boloña” monetaria, si en el Colegio Médico de Carabobo nunca se vieron esos recursos?. En mi condición de miembro del colegio carabobeño durante años nunca me ofrecieron ni un café. Y así se repetía esta situación en todos los colegios médicos del país.
El examen que realizaba la mencionada Medicina Vial consistía en una medición rápida de la agudeza visual y de la presión arterial, de esta manera se otorgaba el Certificado Médico de Conducir y así se cumplía con ese requisito legal burocrático.
Recientemente se tomó la decisión que dicho certificado fuese emitido por el Ministerio del Poder Popular para la Salud de forma gratuita, a través de las delegaciones estadales de la Misión Barrio Adentro y en cualquiera de las dependencias de las dispensadoras de salud del Estado, y al solicitante sea evaluado mediante un examen médico integral.
Hasta aquí suena muy lindo. Ahora resulta que se contrató a unos puñados de médicos para trabajar en algunos centros de salud estatales y cada galeno en su turno diario a penas atiende a diez conductores, quienes deben tomar cita, consignar dos fotografías y dos copias de la cédula de identidad; en lugar de esto los golpistas de la Federación Médica Venezolana y de los Colegios Médicos hacían archivos con fotografías digitales y al conductor le entregaban un carnet digitalizado, es decir los pushistas de la FMV viajaban por el espacio cibernético y ahora los revolucionarios andamos a lomo de burro.
Esta situación ha conducido a un cuello de botella en donde los conductores para acceder al servicio médico deben madrugar a objeto de conseguir cita para dentro de uno, dos o tres meses. Y mientras un ejército de fiscales de tránsito, policías, guardias nacionales y hasta soldados del ejército, como sabemos una gran mayoría de ellos son asquerosamente corruptos es decir delincuentes uniformados, están en conocimiento de esta situación y se encuentran desplegados en alcabalas improvisadas en todas las carreteras, autopistas y calles de Venezuela, deteniendo conductores y lo primero que hacen es solicitar el Certificado Médico de Conducir e inmediatamente buscan la fecha de caducidad y aprovechan de la situación irregular para extorsionar a los ciudadanos, dando la apariencia que esta es una política del Gobierno Bolivariano, proyectando una imagen de Estado forajido.
Los funcionarios del Ministerio del Poder Popular para la Salud que idearon e implementaron esta aberración revolucionaria ni siquiera hicieron un pequeño cálculo matemático, puesto que para realizar un examen médico integral tal como lo hacen ahora, se necesita por lo menos media hora, y deberían expedirse en promedio tres millones de certificados anuales equivalentes a un millón y medio de horas médico.
Esto significará extraer de la ya menguada estructura médico asistencial un contingente de galenos y sus auxiliares, de los cuales no disponemos en el país ni tampoco los recursos financieros para ello.
Las personas que son objetos de la evaluación médica para conducir deben contar con una salud óptima. Eso quiere decir que es una contradicción que se otorgue dicho documento a las personas con discapacidad.
Por oto lado, en las evaluaciones estadísticas que se hacen de accidente de tránsito, cuántos de ellos son imputables a la condición de salud de los conductores, estoy seguro que son excepcionales y pueden obedecer a infartos miocárdicos, hemorragias cerebrales súbitas, etc, condiciones médica indetectables a través del examen del Certificado Médico en cuestión.
¿Se justifica entonces la emisión de este documento?.
Ante la situación anteriormente descrita, recomiendo suspender temporalmente la exigencia y la emisión del Certificado Médico de Conducir. Como segunda medida estudiar nuevos procedimientos y alternativas. Y tercero, sancionar a los responsables de la actual situación.
(*) Cirujano Plástico
borisquinterog@gmail.com
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