WERTHER SANDOVAL
Esa relación de Tómalo y me lo pagas mañana, de la ayuda para salir del apuro, cargada de la amistad comunitaria en momentos críticos entre la señora de la bodega y el vecino de todos los días, comenzó a ser potenciada por el Gobierno Bolivariano en la populosa parroquia La Vega con el nombre de Terminal Bancario Comunal.
La iniciativa es propia y muy popular en Brasil, que aun cuando figura en el puesto once de las mayores economías del mundo, posee tanta ideosincrasia y estructuras socioeconómicas similares a las nuestras, que muchas de sus experiencias para acabar con la pobreza son perfectamente aplicables a Venezuela.
En la nación del escritor de la novela Tieta, Jorge Amado, el Estado tomó en serio la necesidad de incorporar a la gente de los barrios a los servicios bancarios, sin exigirle que acuda a esa agencia bancaria tan lejana de la casa.
Y es allí donde un grupo de estudiosos del Banco Caixa de Brasil, propiedad del Estado brasilero, comenzó a pensar en torno a cómo incorporar a la gente de los barrios a los servicios financieros.
Tras desechar la opción de montar la agencia, se dedicó a observar cómo se subsanaban en los barrios las carencias financieras. Halló que la señora o señor del abasto tiene clientes a los cuales vende fiado y hasta le presta dinero, sin ningún otro requisito que la confianza, ni otra tasa de interés que la puntualidad en el pago del préstamo.
Tomando en cuenta que la señora del abasto está bancarizada, le dieron apoyo financiero para que captara depósitos y dispensara retiros. La experiencia resultó todo un éxito. La bodega comenzó a recibir depósitos y permitir retiros e incluso prestar pequeños montos.
LA VEGA SOLIDARIA
En Venezuela la experiencia fue captada por el Gobierno Bolivariano y tras un memorando de entendimiento firmado en 2007 entre los presidentes Luis Ignacio Lula y Hugo Chávez, se le encomendó al Banco de Venezuela llevar adelante la iniciativa a través de su banca social.
Los promotores de la banca social ya tienen en desarrollo una experiencia en La Vega, donde una señora propietaria de una bodega lleva cuatro meses con su Terminal Bancario Comunal. La gente del barrio puede hacer depósitos, retiros y muy pronto podrá hasta pedir préstamos a tasas de interés solidarias.
Pero en la bodega no sólo habrá servicios financieros relacionados con depósitos, retiros y préstamos monetarios. Los promotores de la banca social del Banco de Venezuela están formados y forman a las personas encargadas del Terminal Bancario Comunal en asesorías de organización, administración y gerencia, bien de pequeñas empresas o de manejo de recursos personales.
Suele ocurrir que alguien anda en la búsqueda de un préstamo por cierta cantidad de dinero, pero tras la asesoría de los promotores sobre mejores formas organizativas personales o de manejo de su empresa, en realidad necesita un monto mucho menor.
Otra de las tareas que tendrá el Terminal Bancario Comunal será facilitar la bancarización de mucha gente en los barrios que carece de cuenta de ahorros y corriente, y en consecuencia apenas si habrá visto una tarjeta de débito.
Para finales de 2010 el Banco de Venezuela tiene prevista la apertura de 150 Terminales Bancarios Comunales. Uno de los requisitos para su constitución será que las personas de la bodega pertenezcan a una organización comunitaria, cualidad que garantiza la corresponsabilidad, solidaridad y seguridad del sistema
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