*Antonia Muñoz
Afortunadamente se reiniciaron las relaciones diplomáticas y comerciales entre Venezuela y Colombia, después del encuentro de los dos Presidentes el martes 10 de agosto en la hacienda de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta. A esto siguió, el 16 de agosto, la visita a Venezuela del Presidente del Congreso colombiano, Armando Benedetti, quien sostuvo una primera reunión con el Presidente Chávez y posteriormente con el canciller Nicolás Maduro. Benedetti propuso crear municipios binacionales y desarrollar la Ley de fronteras. También apoyó la idea de trabajar por un tratado de libre comercio.
El 19 de agosto llegó la cancillera María Angela Holguín con varios ministros, para, entre otros asuntos, instalar las cinco comisiones de trabajo que habían acordado en Santa Marta los dos Presidentes. Las comisiones instaladas fueron: 1. Seguridad presidida por los Ministros de la Defensa de ambos países. 2. Comisión para el pago de la deuda a los exportadores colombianos y para la reactivación de las relaciones comerciales 3. Comisión para evaluar el desarrollo conjunto de obras de infraestructura (Ministros de Transporte y Comunicaciones) 4. Comisión de Asuntos Sociales, según la Canciller Holguín con el objetivo de “que la población de la frontera viva realmente lo que debería vivir”( Ministras y Ministro del Trabajo, Salud, Educación y Educación universitaria) 5.Comisión para elaborar un Plan de Complementación Económica entre ambos países ( Ministro de Ciencia y Tecnología).
LA SEGURIDAD FRONTERIZA: PRIORIDAD DE CINCO ESTRELLAS
Gracias a Dios todo está fluyendo sin contratiempos. Sin embargo, a todos nos angustia el tema más espinoso de todos: ¿Cómo abordar y resolver el problema de inseguridad en nuestra frontera, tan íntimamente ligada a los grupos insurgentes y a los paramilitares, territorio donde se escenifican delitos horrendos como el secuestro, el narcotráfico, cobro de vacuna y asesinatos de muchos campesinos que no logran abandonar sus tierras a tiempo. También podría relacionarse con la seguridad en la frontera, el peligroso tema del establecimiento en Colombia de las bases militares estadounidenses, aunque probablemente, este asunto sea considerado más un tema de Soberanía. Por ahora, ya Venezuela aumentó la presencia de las Fuerzas Armadas en la frontera con la creación de cuatro nuevas brigadas en el Occidente (Zulia y Táchira) y tres en los llanos (Apure y Barinas). También se reforzaron las Bases de Protección Fronteriza y las aéreas ubicadas en Puerto Ayacucho y Puerto Ordaz. Colombia hará lo propio y lo más seguro es que se establezca un plan para que los dos países puedan trabajar coordinadamente.
Aunque los grupos insurgentes, principalmente FARC y ELN, al igual que los grupos paramilitares y el narcotráfico que ha surgido en esos predios, son problemas de Colombia, afectan a Venezuela como vecinas que comparten 2219 km. de frontera. Por lo tanto, todos son problemas compartidos aunque no nos agrade la idea. Sencillamente son un hecho y hay que aceptarlo y enfrentarlo de la mejor manera, ya que ambos países queremos la paz. ”El presidente Santos el 13 de agosto de 2010 desautorizó cualquier mediación de paz con las FARC, a la vez que reiteró la orden de arreciar la lucha antiterrorista. Tres días después el presidente del Congreso colombiano; Armando Benedetti en su visita a Venezuela el 16 de agosto próximo pasado, señaló que “Venezuela y Colombia deben evitar que las FARC manejen las relaciones entre los dos países”. Y como es natural, ante las innumerables acusaciones infundadas que le han hecho a nuestro Presidente personeros colombianos y venezolanos, el Ministro de la Defensa General Mata Figueroa, el 15 de agosto en declaraciones a la prensa señaló que “tanto el gobierno nacional como las fuerzas Armadas podemos garantizar que no tenemos ninguna relación con los insurgentes”.
Hay muchas opiniones, entre ellas las del Presidente Chávez, que no están dadas las condiciones para que continúe un conflicto armado en Colombia. Tenemos la percepción que esa es una opinión generalizada: nos atrevemos a decir que hasta los grupos insurgentes lo creen así a juzgar por la solicitud que la FARC le hicieran a la UNASUR de exponer ante ese foro de naciones suramericana su visión sobre el conflicto interno en Colombia. Somos muchos quienes rogamos a Dios que los grupos insurgentes de Colombia depongan las armas y entreguen todos los secuestrados. La pregunta es ¿En qué condiciones? Aunque no tenemos la respuesta y tampoco pretendemos inmiscuirnos en conflictos internos, no podemos evitar seguirle rogando a Dios que cuando la acción esperada ocurra, no vaya a repetirse el exterminio que ocurrió contra los insurgentes que dejaron las armas creyendo en los acuerdos de paz firmados con presidentes, y decidieron hacer vida política en el partido político UNIÓN PATRIOTICA. Como recordarán cerca de 4000 dirigentes fueron asesinados.
Guanare, 25 de agosto de 2010
*Dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
viernes, 27 de agosto de 2010
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