lunes, 24 de agosto de 2009

Las Líneas de Chávez Nº 36:¡Sabanas de mi cariño!


*Hugo Chávez Frías

A hora mismo estoy por la sabana; cruzando el “ancho terraplén” venezolano. A lo lejos retumban los truenos anunciando el aguacero. Y recuerdo a Rómulo Gallegos: “Llanura venezolana, propicia para el esfuerzo como lo fue para la hazaña...”

Cuando salgan estas líneas ya será domingo 23 de agosto y nosotros estaremos en el cajón de Apure, listos para el Aló Presidente nro. 338, desde las sabanas del Hato El Frío, recuperado por la revolución para construir el socialismo agrario.

Y a propósito de hazañas, de llano, de llaneros y de revolución, hoy se cumple un año más de la muerte física de uno de los más temibles centauros que parió esta sabana: el coronel Juan José Rondón, nacido allá en Las Mercedes del Llano, héroe de Las Queseras del Medio, de Pantano de Vargas y de Boyacá. Aún retumba su grito en los corazones de colombianos y venezolanos: “la Patria no se ha perdido, porque Rondón no ha peleado”.

Hoy, los pueblos de Venezuela y Colombia, que somos en verdad un mismo pueblo, debemos buscar en mayor profundidad esas comunes y heroicas raíces, para relanzar el proyecto unitario convirtiéndolo en poderoso movimiento grannacional bolivariano.

Es la mejor respuesta que debemos dar, ante la nueva arremetida burguesa e imperial que desde Bogotá y desde Washington, pretende sembrar la división, el conflicto y la guerra en estas tierras de la que fue Colombia La Grande, la de Bolívar, la de Miranda...

Vaya para todo el pueblo colombiano, una vez más, nuestra palabra solidaria, nuestro mensaje de aliento, de fraterna solidaridad ante el gigantesco atropello a su soberanía y a su dignidad, que no otra cosa es, en instancia primera, el horrendo hecho de la instalación de siete bases militares gringas en su territorio.

No se trata, todos lo saben, del tristemente célebre Plan Colombia. En realidad, ese plan sólo ha servido para impulsar aún más la narcoeconomía que la burguesía colombiana le ha impuesto al vecino país y que tiene, entre sus objetivos, asegurar el monumental y creciente consumo de drogas en los Estados Unidos. El salvaje sistema capitalista impuesto por las élites yanquis a aquel gran país, necesita seguir bombardeando con las drogas a aquella dominada y manipulada sociedad, entre otras cosas, para tratar de mantenerla adormecida e insensible a los poderosos movimientos de cambio que se han desatado en todo este continente y cuyo epicentro se encuentra precisamente en la Venezuela bolivariana.

Varias noches atrás me sorprendió una noticia difundida por la agencia EFE: ¡el 90% de los billetes que circulan dentro de los Estados Unidos tiene trazas de cocaína! Esto es algo verdaderamente terrible para una sociedad y al propio tiempo es claro reflejo de lo que venimos señalando.

Y por su parte, la élite colombiana, esa burguesía consular, para decirlo con Helio Jaguaribe, esa oligarquía antediluviana, necesita de la presencia militar yanqui en su territorio. Es una necesidad tan vital como el aire que respiran. En primer lugar, para frenar los movimientos populares que por todas partes brotan clamando justicia. En segundo lugar, para mantener a raya la insurgencia armada que desde hace más de medio siglo sacude a la Patria de Camilo Torres, de Jorge Eliécer Gaitán.

Y luego, abrir Colombia a las tropas Yanquis es también un poderoso seguro, detrás del cual se amparan el gobierno títere de Colombia, el Estado Burgués que lo controla todo y sus fuerzas de seguridad, ante las innumerables violaciones a los Derechos Humanos y al propio Derecho Internacional, cometidas precisamente por esa élite corrompida.

Por otra parte, las bases militares en territorio colombiano, son parte de la “Estrategia Global de Bases de Apoyo” del comando de movilidad aérea (AMC) de las Fuerzas Militares Imperiales. Recientemente, el 12 de agosto pasado, el sitio web “Rebelión” publicó un interesante articulo del prestigioso intelectual colombiano Medófilo Medina, en el cual aparece la siguiente perla: “En un documento elaborado en abril de 2009, el Comando Aéreo para la Movilidad (AMC) de la Fuerza Aérea de EE.UU., se pueden leer apartes a cual más preocupantes: ‘recientemente el Comando Sur ha comenzado a interesarse en establecer un punto para ejecutar operaciones de movilidad (...) El Comando Sur ha identificado a Palanquero, Colombia, como una localidad de cooperación de seguridad (CSL) por sus siglas en inglés, la forma como EE.UU. denomina las bases en otros países’”

Y más adelante continúa Medófilo Medina extrayendo de aquel documento la mera verdad que ahora pretenden ocultar desde Washington y Bogotá: “Incluir a Suramérica en la estrategia de ruta global logra dos objetivos: ayuda a materializar nuestra estrategia de compromiso en la región y asiste con la movilidad en la ruta hacia Africa...”

Y por si faltara algo, aquí viene otra perlita que pareciera ser la joya de la corona imperial: “Hasta que el Comando Sur establezca un Teatro de Operaciones más robusto, Palanquero debe ser suficiente para el alcance en movilidad aérea”

¡El que tenga ojos, que vea. El que tenga oídos, que oiga! En fin, son bastantes las razones que los gobiernos y los pueblos de la UNASUR tenemos para manifestar, de distintas maneras, nuestro rechazo a esta barbaridad imperial.

Toda Suramérica está bajo amenaza. El mismo documento citado por Medina, pero que ahora tengo completo en mis manos, dice en alguna de sus espeluznantes páginas, lo siguiente: “Estados Unidos requiere libertad de acción en las zonas comunes globales y acceso estratégico a regiones importantes del mundo para satisfacer nuestras necesidades de Seguridad Nacional (Estrategia de Defensa Nacional 2008, página 22). Por ende, una estrategia de movilidad aérea debe ser capaz de brindar acceso a la nación a las regiones importantes del mundo desde el punto de vista estratégico.”

Como se dice por estas sabanas donde ahora termino las líneas: ¡Más claro no canta un gallo! La mira del imperio está puesta en el Orinoco y su faja petrolífera, en el Amazonas y su rica Cuenca y en el ParanáRío de La Plata y su inmenso acuífero.

Pero que no lo olviden: por aquí andamos los hijos y las hijas de Artigas, de San Martín, de Juana Azurduy, de Tupac Catari, de Bartolina Sisa, de Tiradentes, de Abreu e Lima, de Manuela Saenz, de Antonio Nariño, de Antonio José de Sucre, de Francisco de Miranda, de Simón Bolívar...

Y además, no lo olviden: ¡¡Estamos dispuestos a ser libres y a dejarle una Patria Grande a nuestros hijos, a nuestras hijas!! Vienen tiempos difíciles.

No nos queda otro camino; es Bolívar el baquiano: “Unión, Unión o la anarquía nos devorará”; “solamente la unión nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”.

Allá puedo ver ya la costa Apure. ¡Ay sabana, cuánto te amo! “En cada mata de paja hay un pedazo de mi alma, en cada camino tuyo hay una copla grabada”.

¡¡VENCEREMOS!!


*Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. hugochavez@presidencia.gob.ve

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