domingo, 23 de agosto de 2009

Asesinos obligados, fuerza de la oligarquía mundial .


Hernando Cortés Pico

¿CÓMO ES POSIBLE QUE UNOS POCOS HAGAN DE OTRAS PERSONAS ALGO INCOMPRENSIBLE Y LA CORROMPAN DE TAN VARIADAS MANERAS?

La cadena de desgracias que vive el hombre y la mujer común de todos los pueblos que conducidos ignorábamos nuestros males, y que somos direccionados a no pensar en nuestros problemas sino a convivir con ellos, cuando la inseguridad en sus miles de formas delictivas, las enfermedades supuestas, los divorcios, suicidios, drogadicción, alcoholismo, riñas y desgano, se convierten en el normal rotar y rotar en círculos viciosos cargando la cadena tejida con eslabones hechos de forma sutil en las décadas pasadas y confeccionada en estos tiempos modernos de manera abierta y vulgar, es cadena que se teje con la complicidad subconsciente de nuestros mismos hombres y mujeres comunes.

Desde hace mucho la religión, la academia alienante y las burguesías, se aliaron y planificaron del cómo someternos. Uno de sus planes fue exactamente descubrir, que solos, sin la ayuda, sin la fuerza bruta, era prácticamente imposible y se “cranearon” entonces, el reclutamiento de hombres y mujeres de nuestras mismas clases y los “entrenaron” y engatusaron con prebendas y migajas. Los contratistas de la muerte, o sea, los mercenarios que el imperio norteamericano acaba de instalarnos en nuestra hermana Colombia son ejemplo craso.

Hoy, y gracias a nuestra revolución, la gente común y corriente se pregunta del por qué una persona de “clase media” o una persona de su misma condición se presta para apalear y asesinar si es necesario, a otra persona de su clase sin la menor consideración. Estas personas que prestan su fuerza bruta para el maltrato y la intimidación de otras, podemos clasificarlas en tres grupos. En el primer grupo está la mayor parte uniformada con vestidos de policías, de soldados o, uniformes de las distintas fuerzas armadas en los países imperialistas y proimperialistas. También vemos otro grupo de hombres y mujeres que no viste uniformes militares, pero se visten con batas de médicos, con cascos de ingenieros, con tiza y libros académicos que parecen docentes, con cámaras, grabadoras y chaquetas que dice “prensa”, con biblias bajo el brazo engañando a otros desde los pulpitos e iglesia de garajes, con corbatas de medio pelo y “laborando” para empresas en cargos de medio pelo, en fin, toda esa clase media que todos los años usa carro del año pagándolo sin cesar por treinta años al igual que sus casas y muebles siempre hipotecadas, además de ser los clientes de los centros comerciales donde los exprimen de generación en generación. Sin dejar de mencionar el tercer grupo que son los guardaespaldas privados, agentes de seguridad privada, matones a sueldo, mercenarios transnacionales y hampones de bandas organizadas y de barrio que prestan sus “servicios” a quien les pague y ejecutan actos criminales independientes por mera alienación..

¿Pero por qué dichas personas de formas inconscientes se prestan sin la menor señal de arrepentimiento y cuestionamiento a ser herramientas vivas para oprimir a sus semejantes?

Fácil responder para los que sabemos que la cadena ya está tejida con toda la técnica filigrana y muy difícil, para la gran mayoría que por falta de ese conocimiento arrancado a su anteriores generaciones, ignora el origen de los eslabones de variados delitos que encadena a su semejante y que conforma esa fuerza que sostiene la maldad y la desgracia de los pueblos.

Tratemos de imaginar la confección de esa cadena desde su primer eslabón. Veamos de primera mano la prostitucion. Primero se crean las necesidades básicas como la vivienda, el vestido y los alimentos. Luego por miles de formas se desalienta a la victima desde la infancia a no estudiar para aplicar aquella teoría de la deserción escolar. Viene luego la publicidad y programas radiales y televisivos que trueca el pensamiento y le imponen conductas y lineamientos de moda y consumos, hasta hacerles creer que su cuerpo es una mercancía enseñándole a decir que “antes que se lo coma el gusano que se lo coma el cristiano”. De manera que, con su mentecita ya alienada, con sus necesidades básicas multiplicadas, con una o dos criaturas nacidas y de padres descocidos, comienza a vender su cuerpo y poco a poco ya vende toda su existencia cuando del alcoholismo pasa a las drogas y de las drogas a la indigencia. Y una persona caída en este tipo de desgracias, ¿no comete cualquier crimen de forma monstruosa sin cuestionar? Entonces sigue aquella cadena de generación en generación que viene formando ejércitos de este tipo de “negocio” y el alto porcentaje de “prostitutas” en los países del tercer mundo, se convierte en una problemática social. Contando además, que los hijos procreados en estas condiciones, son presa fácil de otros vicios que seguirán confeccionado aquella cadena que con todo el disimulo eslabonan los encargados agentes del neoliberalismo, los lacayos del imperio, los mandaderos del capital salvaje. Luego se disfrazan de Sociólogos, Trabajadores Sociales, Psicólogos, Antropólogos, feministas y analistas, para medir y dar vacíos diagnósticos de las consecuencias de ese flagelo que es la prostitución de la mujer en los países del “tercer mundo”.

Los matones y delincuentes comunes. Catalogados de esta forma por los Sociólogos y Psicólogos del ultraneoliberalismo, para simplificar el origen de sus conductas y ser vistos de manera normal en nuestras barriadas que son las que sufren los actos delictivos y su criminalidad atroz. Pero en el caso de este tipo de delincuentes, hay muchos que caen a su mínima expresión humana y otros que usando astutas actitudes mentales desprovistos de consciencia, parecen ser convencidos de sus actos y los vemos cometiendo acciones supuestamente de forma consciente. Son estos a quienes se recluta y forman los ejércitos de paramilitares, guardias de seguridad, bandas organizadas que trabajan independientemente o se alquilan para hacerle daño a los suyos. ¿Por qué casi nunca estos mismos individuos atacan a quienes los convierten en escorias sociales? Porque sus hacedores están rodeados de gentes de la misma calaña y sus viviendas, empresas y transportes, están custodiadas por los mismos. Generalmente, un delincuente medio ataca con toda su saña a personas que no tiene la logística para rechazarlos y solo atacan a las gentes de su misma condición.

Y sólo mencionar este par de casos sociales nos basta para diagnosticar el problema de la droga, el contrabando, el sicariato y pare de contar. Esta cadena sutilmente confeccionada por hombres y mujeres “respetables” que visten elegantes trajes y muchos con sotanas, se sigue tejiendo en nuestra revolucionaria Venezuela. Debemos atacar al experto tejedor de la cadena, al mismo tiempo que atacamos al que se amarra con ella. El periódico Correo del Orinoco, será la atalaya que transmita ese conocimiento el resto de nuestra patria grande, así como tenemos la fortuna los venezolanos de conocer el origen de muchos males humanos que nuestros periodistas e investigadores pueden enseñarnos todos los días a través de los medios como Temas, A PLENA VOZ, Vea, VTV, VIVE, Radio Nacional de Venezuela y todos los medios aliados no sólo del gobierno revolucionario, sino aliados de todos los hombres y mujeres del mundo.

Desde esta humilde columna de opinión, doy todas las congratulaciones al presidente Chávez, a Vanesa Davis y todas las personas involucradas en la realización de tan importante proyecto como es el Correo del Orinoco.

¡Patria socialismo o muerte!
Chávez es Socialismo!
nandopico@yahoo.com

No hay comentarios: