miércoles, 21 de marzo de 2012

Economía feminista, clave para enfrentar la crisis.



Guadalupe Cruz Jaimes
(CIMAC).La economía feminista, la cual plantea un nuevo modelo que coloca en el centro a las mujeres como productoras y reproductoras de vida, es la alternativa para enfrentar la crisis económica de manera sostenible, coincidieron especialistas.

Durante la presentación del libro “La economía feminista como un derecho”, realizada ayer en Casa Lamm, Patricia Patiño, especialista en política pública y perspectiva de género, explicó que esa propuesta económica promueve la sostenibilidad humana y no sólo la acumulación de bienes y capital, tal y como pregona el modelo capitalista patriarcal.

Por ello, Patiño consideró que la economía feminista es la forma de hacer frente a la crisis financiera que se ha convertido en una “crisis real”, es decir que ya se refleja en toda su crudeza en los bolsillos de las familias.

La ex funcionaria del gobierno capitalino dijo que el texto plantea la forma de hacer sociedad de manera diferente, aspirando a la igualdad entre mujeres y hombres en un modelo que junte en una sola unidad la producción y reproducción de la vida. Por lo que debe ser leído por quienes ocupen o aspiren a ocupar cargos de toma de decisión.

Por su parte, la antropóloga feminista Marcela Lagarde, presidenta de la Red de Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, coincidió en que el libro “La economía feminista como un derecho”, debe ser estudiado por quienes quieran gobernar o hacer política pública en este país, ya que esta economía “defiende el Estado de bienestar”.

La economía feminista vuelve a colocar a las mujeres en el centro y rompe el “esquema binario” los hombres en lo público y las mujeres en el ámbito privado, y opera en función del desarrollo humano, agregó.

Este modelo económico plantea la igualdad entre mujeres y hombres en una cultura laica que introduce también un mundo libre de violencia, indicó Lagarde, académica universitaria desde hace más de tres décadas.

La obra, publicada por la Red Nacional Género y Economía con apoyo de la Fundación Heinrich Böll, compila las exposiciones de economistas que analizan la participación activa de las mujeres en los procesos de producción y reproducción, situándolas en el centro de las actividades económicas.

Las exposiciones se realizaron en 2010 durante el “Seminario Internacional la Economía Feminista como un Derecho”, que se llevó a cabo en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana.

Durante la presentación, la socióloga Rocío Suárez, doctora en estudios de desarrollo y género, retomó el análisis de la economista española Amaia Pérez Orozco, quien diferencia la economía de género de la economía feminista: la primera se inserta en el modelo establecido “haciendo cambios muy pequeños, ‘dice se agrega el género y revuelva’”.

Mientras que la economía feminista “transforma el modelo actual”, aspirando a la igualdad entre mujeres y hombres en la casa y el trabajo, mediante el reconocimiento de la economía del cuidado como el sostén de la vida.

La socióloga abundó que abatir la desigualdad implica también el reconocimiento de la disparidad entre las mujeres, como lo señala en el texto Antonella Picchio, del departamento de Economía Política de la Universidad de Módena, Italia.

Para poder consolidar una sociedad igualitaria es importante comprender la “sostenibilidad de la vida”, pero “no en la economía ortodoxa, no sumando categorías; se tiene que transformar para colocar en el centro el bienestar de las personas”, señaló.

“La economía feminista visibiliza esferas no monetarizadas de la economía, centrándose en la sostenibilidad de la vida”, concluyó Suárez.

Este proceso implica “mirar la economía desde la cocina”, indicó Dolores Rojas, coordinadora de Programas de la Fundación Heinrich Böll, quien insistió en la necesidad de hacer visible el trabajo del cuidado para construir un modelo económico más equitativo, incluyente y sostenible.

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