Directora de ZÚMBATE, organización especializada en promover el golpismo por la vía electoral.
En el año 2004, María Corina intentó “zumbarse” a las alturas políticas recogiendo firmas para el Referendo Revocatorio contra el presidente Chávez, pero el estrepitoso fracaso de la oposición ese año le impidió conseguir sus metas. Voluntariosa como es, María Corina decidió entonces “zumbarse” más lejos y fue así que pudo llegar a la Casa Blanca, para conversar animadamente con su mentor político George W. Bush.
“Vengo a discutir con él sus visiones adelantadas de la democracia”- declaró la diva de Zúmbate, tal vez sin percatarse de que ese mismo día, por culpa de Bush, decenas de iraquíes se sumaban a la lista del millón de muertos provocados por las políticas bélicas del ex presidente norteamericano.
De todos modos, el viaje a Estados Unidos le dejó suculentos dividendos. Las partidas obtenidas por Maria Corina de la USAID y la National Endowment for Democracy, han multiplicado exponencialmente su pecunio personal y los fondos disponibles para la organización que dirige.
Gracias a tanto dinero, María Corina ha conseguido mantener todos estos años una sonrisa invariable, que, de paso, le sirve para esconder su corazón de alacrán golpista.
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