Gustavo Herren/Argenpress
La guerra de Estados Unidos en Afganistán no es solo contra lo que denomina 'terrorismo', es una parte de su geopolítica en la región del Cáucaso y Asia Central. Después del colapso de la Unión Soviética, el gobierno de George W. Bush intentó cristalizar el proceso de transición de la dipolaridad mundial hacia la 'monopolaridad', una de cuyas bases sería la enorme asimetría técnico-militar. Entre otras causas, la invasión al llamado 'cementerio de los imperios', Afganistán, y luego a Irak con su empantanamiento militar, fueron una contribución significativa para el fracaso del intento. Así hoy, en medio de la gran crisis económica capitalista (que la CIA considera mucho mas grave para la Seguridad Nacional, que el terrorismo internacional) la política exterior de Obama está presentándose con un giro hacia la 'multilateralidad'. Sin embargo, no hay razón alguna para que los objetivos estratégicos históricos de EEUU hayan cambiado en cuanto a prevalecer entre las potencias mundiales líderes. Es decir, en la administración Obama la componente militar-industrial podrá mostrarse con perfil mas bajo, pero no por eso perderá relevancia. Como anunciaba cuando era candidato presidencial, Obama sigue siendo coherente al continuar con la doctrina de 'guerra contra el terrorismo internacional', pergeñada por el gobierno de George W. Bush después del 9/11: '...Para renovar el liderazgo Americano (de EEUU) en el mundo, debemos forjar una respuesta global más efectiva al terrorismo que llegó a nuestras costas en una escala sin precedentes el 9/11... los terroristas que rechazan la modernidad, se oponen a América, y distorsionan el Islam han asesinado y mutilado a decenas de miles de personas en esta década. Este enemigo opera globalmente, y por eso debe ser combatido globalmente.' (1) Hace días Obama anunciaba: '...Con el embajador Holdbrooke y el general Petraeus en Afganistán, vamos a erradicar los santuarios del Talibán y al Qaeda, especialmente en la frontera con Pakistán, que es una región que sirvió para matar a 3000 estadounidenses inocentes y no vamos a permitir que los terroristas sigan conspirando contra nuestro país. En Irak hubo buenas elecciones y ahora vamos a ayudar con mayor diplomacia, esto todavía no puede hacerse en Afganistán.' (2) La importancia geopolítica de Irak en el contexto continental no se ha modificado para EEUU, de modo que aunque su presidente anuncie el retiro de tropas y se observen movimientos, el Pentágono no se podrá dar el lujo de retirar su presencia militar en forma completa, ni aún en el largo plazo. Si bien Irak constituyó un revés para EEUU en su jerarquía como líder mundial en fuerza y tecnología militar convencional, el conflicto irregular alcanzó un cierto 'equilibrio', si bien inestable. Esto le da oportunidad a Washington para desplazar las operaciones militares principales hacia Afganistán, otro país estratégico necesario para avanzar sobre Rusia y China, en el que ha logrado presencia y está consolidando permanencia militar. Así Robert M. Gates, Secretario de Defensa de EEUU manifestó recientemente: '...Va a ser una larga caminata agotadora, y francamente, mi punto de vista es que tenemos que tener mucho cuidado respecto a la naturaleza de los objetivos que nos fijamos en Afganistán.' En Afganistán la situación militar para los invasores es de alta complejidad, ya que deben combatir en frentes de conflicto muy diferentes según las regiones y enfrentar múltiples clases de actores, no solo lo que denominan terroristas, grupos fundamentalistas, insurgentes y el Talibán, sino también grupos criminales, narcotraficantes, señores de la guerra, tribus locales, e incluso hasta algunas fuerzas de seguridad y del gobierno. Washington saca cierta ventaja incluyendo dentro de los talibanes a grupos que no lo son, como milicias armadas de los señores de la guerra de modo de justificar para sus aliados en la OTAN un aumento en el envío de tropas. Sin embargo aunque más complejo, Afganistán tiene algunas semejanzas con el 'estancamiento militar' de Irak, donde en la época de mayor violencia del conflicto (2006), había unas 140.000 tropas estadounidenses de ocupación, pero según la clase de conflicto irregular los modelos matemáticos predecían, que EEUU necesitaría al menos unos 300.000 combatientes para tener probabilidad significativa de resolver el conflicto a su favor. Aunque algunos analistas militares aseguraban que el número debería ser del orden del millón de soldados. En Afganistán aún con el aumento de tropas que alcanzarían a unas 100.000, EEUU tiene baja probabilidad de definir claramente el conflicto, según estimaciones del mismo Pentágono se requerirían al menos 600.000 soldados. El primer ataque que autorizó Obama a tres días de asumir como presidente, fue en Waziristán (área tribal de Pakistán). Desde vehículos aéreos no tripulados (llamados drones) (3) fueron lanzados misiles asesinando a 22 personas, incluidos al menos 4 niños, al parecer 'militantes'. A partir de allí se intensificaron los ataques con drones sobre Pakistán en zonas fronterizas con Afganistán, dejando diariamente decenas de muertos civiles. El Secretario de Defensa, Robert Gates, manifestó que el gobierno pakistaní había sido informado pero que la intención de la administración de Obama es continuar con los ataques, a pesar de sus objeciones. Actualmente Afganistán e Irak es sobrevolado por mas de 5.000 drones. Pero las operaciones estadounidenses en la frontera norte de Pakistán con Afganistán y en la cordillera de Hindu Kush, que Obama refiere como necesarias para acabar con los santuarios 'terroristas' que amenazan a EEUU y al mundo, tienen otras aristas menos difundidas. Alrededor del 80% de los suministros para las tropas invasoras de Afganistán ingresan por Pakistán, la mitad de los cuales son capturados por diversos grupos del Talibán, otros pakistaníes aliados con la resistencia, o bien robados por bandoleros y ladrones de caminos. Si bien esta situación por un lado perjudica a Washington, por otro justifica la búsqueda de 'nuevas rutas' de abastecimiento militar por el norte de Afganistán para sus fuerzas y la OTAN, aunque sin la dependencia rusa o china de pasar por sus territorios. Sin embargo como se verá, estas rutas estratégicas trascienden al mero abastecimiento de pertrechos. Le toca a Obama continuar con el problema planteado por los estrategas del Pentágono: establecer una conexión con control militar, de pertrechos y mas tarde para transporte de energía (gaso/oleoductos) que triangule Oriente Medio, Asia Central y el Cáucaso en las regiones de las ex-repúblicas soviéticas limítrofes con Rusia, confrontando directamente su zona de influencia. El circuito cierra con el programa nacional de defensa antimisil de EEUU (DAM) y la instalación de sus bases misilísticas en Europa Oriental. En Oriente Medio el primer paso está dado en Irak, y Afganistán pretende ser el siguiente. Bush intentó avanzar en el Cáucaso con Azerbaiján y con el gobierno colaboracionista de Georgia, y aunque Rusia respondió 'marcando su territorio' (con la guerra de Osetia del Sur) ambos países siguen siendo candidatos para el 'corredor'. En Asia Central, Washington intenta continuar el paso hacia Afganistán a través de Uzbekistán y Kazajstán, o por Turkmenistán; la respuesta rusa a estas presiones puede manifestarse en el otro extremo del camino, con un acercamiento a Irán (y la amenaza con venderle los avanzados misiles S 300 y SA 20, que desequilibran las fuerzas ofensivas de Israel). Semejante corredor hacia Afganistán, con presencia militar y ductos de hidrocarburos del reservorio del Caspio controlados por EEUU en asociación con países fronterizos con Rusia, debilitaría su influencia regional a costa de fortalecer la de Washington, lo que se pondría en evidencia con el avance de la OTAN hacia el Este, y el impacto negativo del liderazgo de Rusia en la Organización del Tratado de Seguridad (CSTO) y la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) (en cuanto a que Kazajstán y Uzbekistán son miembros importantes de ambas organizaciones) (4). También perjudicaría las relaciones de Rusia con Europa. La estrategia estadounidense para Asia Central tampoco deja fuera a China y busca explotar las divisiones entre las potencias regionales como India, Pakistán e Irán, intentando evitar cualquier iniciativa común que pueda poner en evidencia su 'guerra contra el terrorismo' en Afganistán. Washington viene desarrollando guerras políticas muy intensas sobre los países fronterizos con Rusia, no solo diplomáticas sino en todos sus aspectos. Por su parte, Rusia debe manejar en dos planos contrapuestos una situación muy delicada de equilibrio regional. Por un lado, detener la influencia de EEUU y evitar su cerco militar. En este sentido, una de las respuestas rusas ha sido la presión sobre Kirguizistán para cerrar la base aérea estadounidense (Manas), única en la región esencial para la guerra en Afganistán. Además la CSTO con la iniciativa de Rusia, ha tomado la decisión de formar una Fuerza de Reacción Rápida regional colectiva con capacidad operativa equivalente a la OTAN. Por otro lado, Pakistán y Afganistán representan un nivel de amenaza para Rusia y las regiones fronterizas en Asia Central, ya que sin la contención estadounidense el Talibán avanzaría hacia ellas, de manera que Rusia no puede dejar de cooperar en cierta medida con la guerra de Afganistán. Por eso, se comprometió con EEUU en una ruta de tránsito de suministros no militares por su territorio hacia Afganistán. Si bien para Bush, podría ser la guerra la continuación de la política por otros medios, y tal vez para Obama la política la continuación de la guerra por otros medios... son solo los muertos los que han visto el fin de la guerra...
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