Angostura: El largo camino hacia la democracia.

Caracas, 15 Feb. ABN.- A media mañana del 15 de febrero de 1819, la voz de Simón Bolívar, jefe supremo de la República desde 1816, definió sus principios políticos. Se había instalado el Congreso de Angostura y el discurso que ofreció El Libertador estaba por convertirse en uno de los más importantes documentos históricos.

Fue preciso el análisis. Le fue señalando a la República que empezaba a nacer en sus manos, los posibles escollos que podría enfrentar, los ensayos que habría que hacer y las esperanzas que habría que tener. Con precisión se centró en los problemas de nuestras naciones. Se centró también en la estructura del Estado, que debe ser fuerte y responder, en lo esencial, a los problemas de los pueblos, tratando de ser una suma equilibrada de felicidad, seguridad y orden, factores capaces por sí solos de impulsar a una nación para que marche hacia adelante.

Las palabras de Bolívar advierten que nada se logrará mientras no exista un profundo acuerdo entre el precepto que se escribe y la obra que se realiza.

En aquel histórico discurso la democracia se alza como un auténtico reto para los pueblos que empiezan su largo camino. El bienestar y la felicidad colectiva se sienten íntimos y relacionados con los pueblos. Por ello, Bolívar, sabiéndose árbitro del camino y líder del destino americano nos señala que sólo la decencia, la hombría de bien, la educación como herramienta del cambio y del progreso, el sentimiento mismo del deber aceptado y compartido, pueden echar adelante las naciones, y profundizar lo esencial y prioritario, el mantenimiento de los Estados y de las sociedades como modelos esenciales del desarrollo y del progreso.

Es el poder moral, son las leyes propias para los pueblos, hechas para cada pueblo en particular, lo que salta a la vista en el contexto del discurso. Pocos planteamientos emanados del hombre universal revisten tanta significación como las palabras de Angostura. 'Yo no he podido hacer ni el bien ni el mal. Si merezco vuestra aprobación habré alcanzado el sublime título de Buen Ciudadano, preferible para mí que el de Libertador que me dio Venezuela, el de Pacificador que me dio Cundinamarca y a los que el mundo entero pueda darme'.

Angostura se convirtió en el lugar más importante de la gesta independentista del continente americano. Allí, en las riberas del Orinoco, Bolívar montó el teatro de operaciones para divulgar su pensamiento. Allí idealizó un sistema de gobierno sustentado en la soberanía del pueblo y manifestó su firme convicción de que una buena Constitución era el primer paso para lograr la estabilidad social del país.