lunes, 22 de febrero de 2010

Por Angostura se inició nuestra Independencia.


*Francisco Rangel Gómez

Tradicionalmente se considera que nuestro proceso independentista duró aproximadamente 13 años, desde el 19 de abril de 1810 hasta el 17 de julio de 1823 con la batalla naval del lago, que significó la acometida definitiva de liberación del yugo español. Sin embargo analizar en detalles los sucesos de la independencia es descubrir que el estratégico apoyo dado por la provincia de Guayana y las decisiones y orientaciones políticas del Congreso de Angostura, representan los verdaderos comienzos y triunfos de los patriotas en nuestra gesta independentista.

En principio la comprensión de del Libertador de la importancia estratégica de estas tierras geológicamente conformadas por el macizo guayanés. Por ello, el aseguramiento de este territorio con la Batalla de San Félix en abril de 1817 por parte de del General Manuel Carlos Piar. Ese hecho permitió al Ejercito Libertador comenzar a reagruparse, reorganizarse y equiparse organizando su logística.

Dos años después, el 15 de Febrero de 1819, se da inicio al Congreso de Angostura con el magistral discurso de Bolívar, para dar paso a la tercera República y obtener como resultado la primera constitución de la Gran Colombia, la patria grande, el sueño integracionista del Libertador.

Bolívar hizo entrega del mando como Jefe Supremo, al poder civil representado en ese Congreso Constituyente de Angostura enfatizando en su discurso sobre la participación popular, especialmente en cuanto a la sabiduría del pueblo. La primera acción del Gobierno Bolivariano de Hugo Chávez, fue la firma del Decreto mediante el cual se inicia el proceso constituyente de 1999 que culmina coherentemente y por primera vez en nuestra historia política con la consulta pública que aprueba por mayoría abrumadora la nueva Carta Magna, dándosele rango constitucional al poder popular.

Bolívar mencionaba en su discurso la importancia de la educación, lo negativo de un pueblo ignorante y también podemos contar entre las primeras acciones de gobierno, la ruptura de paradigmas que permitió que buena parte de la población que estaba a oscuras, aprendiera a leer, al punto de que en un año de esfuerzo las Naciones Unidas declararan a Venezuela, país libre de analfabetismo.

El poder popular, sobre el cual hizo tanto énfasis Bolívar en Angostura, comienza a dar sus primeros pasos el 15 de Diciembre de 1999 con la Constitución Bolivariana, cuando se le da rango constitucional al Consejo Comunal como un nuevo nivel de Planificación de Políticas Públicas aunado al Consejo Federal de Gobierno, al Consejo Estadal de Planificación y al Consejo Local. Hablaba Bolívar sobre la transferencia de poder al pueblo y hoy vemos como la comunidad se organiza con la conformación de sus Consejos Comunales. Vemos además como se han generado las condiciones con un conjunto de leyes que están sentando las bases para que se solidifique ese empoderamiento por parte del pueblo del cual hablaba nuestro Libertador.

Por eso nosotros celebramos todos los días el Congreso de Angostura como una de las raíces fundamentales de este proceso bolivariano. Lo lamentable ha sido que hayamos tenido que esperar casi doscientos años para que los venezolanos no sólo escucháramos explicaciones del significado del mayor hecho histórico ocurrido en esta Ciudad que lleva el nombre de nuestro Libertador, sino que viviéramos la aplicación de sus propios argumentos para lograr la verdadera libertad.

En ese mismo orden de ideas, es ahora precisamente cuando los venezolanos comenzamos a alcanzar la libertad económica, la libertad social, la libertad política, la libertad religiosa y tantas libertades que nos fueron negadas como pueblo y que hoy, haciendo honor al magnánimo esfuerzo de nuestros libertadores y específicamente a lo plasmado y expresado por Bolívar en esta tierra de prodigios estamos comenzando a lograr, pero con la participación activa y protagónica de un pueblo que cada día más, decide sobre los asuntos trascendentales de su nación.

Sigamos venciendo bolivarenses, aún tenemos mucho por lo que luchar. Son nuestros hijos, nietos y los que vendrán de ellos los que nos inspiran a darles la patria que Bolívar soñó y delineo en su discurso en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, lo cual refuerza el compromiso de lucha y de trabajo.

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