jueves, 18 de febrero de 2010

Hoy recibí una lección y me la dió el profesor Samán .

Ivana Cardinale

¿Qué más podíamos esperar del profesor Eduardo Samán? Luego de rompernos la cabeza durante estos días en torno al por qué Samán salió del ministerio, él, con la humildad que lo caracteriza, emite un comunicado no solo agradeciendo al pueblo, a aquellos que han escrito por aporrea u otras vías, si no también agradece al presidente Chávez por la confianza depositada en él y por haberle brindado la oportunidad de trabajar por el pueblo, porque Samán es pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Hoy recibí una lección de humildad, y me la dió el profesor Samán cuando leí su comunicado.

Yo, como muchos, quedé congelada cuando Chávez mencionó a un nuevo ministro, pero me dije, "mi comandante debe tener otra misión para Samán. Una tan buena como la anterior. Debe ser eso. Yo confío en mi comnadante".

Todos sabemos lo valioso que es Samán. Hasta los escuálidos lo saben. Hoy ví a una escuálida en el banco, mientras esperaba su turno, leyendo con mucha atención una noticia de Samán en un pasquín. La cara de la mujer era como de "Y ahora, ¿quién podrá defendernos de los especuladores?".

Samán y su equipo de trabajadores, a quienes no podemos obviar, han hecho tan pero tan bien su trabajo que ¿lo sacan? No, no señor. Yo insisto y quiero pensar que mi comandante tiene una buena misión para él.

El que conoce a Eduardo Samán sabe muy bien que es un ser incorruptible, sincero, honesto, e incansabletrabajador. Y nuestro presidente lo sabe también.

Samán le reiteró al Comandante su condición de soldado de la Revolución, su lealtad y su disposición incondicional al combate, con o sin cargo en la Administración Pública. Una vez más, tanta humildad no me asombra.

Para muchos, Samán se convirtió en el protector de los consumidores, del pueblo víctima de los depredadores especuladores y acaparadores, al contrario de Samuel Ruh, quien evidenció proteger a los empresarios y comercios, y no al pueblo. Me cansé de denunciarlo por aporrea hasta que por fín lo renunciaron.

Según dicen, "nadie es imprescindible", pero cuando conocí al comandante me dí cuenta que la frase no era cierta. Chávez es imprescindible, pero también son imprescindibles hombres que están a su lado como Jorge Giordani, Alí Rodríguez Araque y otros, incluyendo a Eduardo Samán.

¡Queremos a Samán en la administración pública!

¡Hasta los escuálidos lo quieren!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, creo que la mayoria del pueblo está de acuerdo en que Samán vuelva al INDEPABIS.

Anónimo dijo...

Es cierto, creo que la mayoria del pueblo está de acuerdo en que Samán vuelva al INDEPABIS.

albert_rev dijo...

Saman que vuelva...