viernes, 26 de febrero de 2010

En las Malvinas un ratón se ofrece para cuidar el queso


Gustavo Díaz Bandres

El gobierno de Estados Unidos se declaró este martes “neutral” en la disputa entre Argentina y Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas y afirmó estar dispuesto a arbitrar el conflicto si se lo solicitan.

'Creo que somos neutrales en la cuestión de la soberanía' de las islas, dijo Philip Crowley, uno de los voceros del Departamento de Estado norteamericano, según una nota publicada por ANSA.

'Nosotros conocemos el asunto y la historia' de Malvinas, el archipiélago en posesión británica y escenario de una guerra entre ambos países en 1982, durante la cual Estados Unidos se alineó con su tradicional aliado, el Reino Unido.

Ese antecedente pudiera servir para prever la neutralidad de la mediación estadounidense y más aún, luego del adelanto, que hizo Crowley al mencionar de antemano que reconocían la administración británica sobre las islas.

Es oportuno recordar que días atrás falleció Alexander Haig, a los 85 años, el primer mediador “neutro” estadounidense que participó del conflicto y que concluyó en la Guerra de Malvinas, entre abril y junio de 1982.

La mediación de Haig fue descaradamente favorable a los intereses británicos.

Documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos confirman que mientras Haig aparentaba llevar una mediación imparcial, cumpliendo ordenes de Ronald Reagan, enviaba información satelital sobre las islas a los británicos y despectivamente se refería a la milicia argentina como “esbirros locos de poder”.

Según una nota del diario El Clarín, Haig dijo a su corresponsal en Washington que jamás había sido imparcial durante su gestión como mediador y que incluso, siempre dejó claro a las autoridades argentinas que sí había una guerra, Estados Unidos apoyaría abiertamente al Reino Unido.

La historia contemporánea hace parecer que se está ante una verdad cíclica, que conlleva a cuestionarse acerca de la necesidad de aceptar una mediación viciada desde todo punto de vista.

Por otra parte, el secretario de Estado para Europa y Latinoamérica del Foreign Office de Gran Bretaña, Chris Bryant dijo a EFE este martes que su gobierno está dispuesto a 'reabrir' negociaciones con Argentina, pero no sobre la soberanía de las Malvinas, ni sobre la explotación de los hidrocarburos que hay bajo el mar en torno a las islas.
Cabe preguntarse, ¿Qué es lo que se negociará entonces'

Con relación a los comentarios realizados por el presidente venezolano Hugo Chávez en su programa dominical Aló, Presidente en donde dijo a la reina Isabel II
que 'ya se acabaron los imperios', el político británico se negó a mantener una 'lucha retórica con mi compañero Chávez'.

Y olvidando que la raíz del problema parte de la invasión de los británicos a las islas Malvinas y que los allí residentes no tuvieron otra opción que someterse a las fuerzas invasoras, Bryant agregó 'él (Chávez) habla mucho del derecho latinoamericano de autodeterminación y de que el resto del mundo, especialmente EEUU y el Reino Unido, no deberían decirles cómo forjar su futuro, pero yo le diría lo mismo a él en el asunto de las Malvinas, porque creo en la autodeterminación'.

Concluyó diciendo que 'no hay nadie que quiera regresar a los años 80', en alusión a la guerra entre los dos países, y descartó que la situación pueda empeorar por el lado británico.

Lo anterior pareciera querer dejar ver que no están interesados en un conflicto bélico. Sin embargo, las declaraciones de las “autoridades” de la administración británica en la isla no parecen estar en el mismo orden.

“Tuvimos estas tonterías de parte de ellos por tantos años que casi lo esperábamos', dijo la consejera local de la administración británica de las Malvinas, Jan Cheek, al referirse al tema de la explotacion petrolífera en la zona.

Mientras que la funcionaria británica Emma Edwards indicó al diario británico 'The Guardian' que 'los argentinos son parte de una raza latinoamericana muy apasionada que rápidamente hablan sin pensar' y cuyos movimientos son previsibles ya que 'ahora hicieron lo que yo creía que iban a hacer, que es traer nuevamente el tema de la soberanía'.

A ello se suma, que Londres envió refuerzos navales hacia las Islas Malvinas, donde ya tiene desplegados una fragata, un destructor, una patrullera, dos buques y más de un millar de efectivos militares, según una nota de Prensa Latina.

Al respecto, la propia Fernández criticó que desde el Foreing Office se agitó el fantasma de una eventual amenaza bélica por parte de la República Argentina, lo cual calificó de 'un ejercicio de cinismo'.

Ya en septiembre pasado, Argentina había rechazado un nuevo despliegue de fuerzas británicas en las Malvinas, cuando fueron enviados hacia allí cuatro superjets Typhoons de la Royal Air Force.

La diplomacia activa de Argentina en los distintos foros internacionales ha logrado que también este martes 34 países de América Latina y el Caribe que se celebran una cumbre en Cancún, México logró que se signaran dos textos para expresar su 'solidaridad' y su respaldo a las reivindicaciones de Argentina para recuperar la soberanía de las Islas Malvinas y frenar las exploraciones que la petrolera británica Desire.

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