viernes, 3 de abril de 2009

Respeto a los otros y entre nosotros.

*Antonia Muñoz.

Este título salió el 19 de febrero y no pienso repetir sino rematar su contenido, y la razón es sencillamente porque quedó inconcluso como deben haber notado los lectores. Aquí no actuaron los "duendecillos de la imprenta" sino que por un error involuntario se envió por INTERNET a los periódicos la primera parte de lo que sería la REFLEXION del jueves 25 de febrero, cuya redacción no había revisado todavía, aunque su contenido hoy 31 de marzo sigo suscribiendo en todas sus partes..Si algún revolucionario o revolucionaria se pregunta por qué trato este asunto públicamente? Le pregunto si acaso mis enemigos internos han tenido algún prurito para descalificarme públicamente con toda la deliberada y mezquina intención de fusilarme políticamente ante el pueblo de Portuguesa, ante los partidarios del PSUV, y lo que para éllos es más importante, ante el Presidente Chávez. Hoy retomo esta vieja introducción porque cada día se siguen sumando más resentidos y sicarios políticos a esta conspiración, que para mi tristeza no la planificó ni la conduce la oposición, sólo que en rio revuelto, ganancia de pescadores. Algunos, definitivamente, entendieron mal al presidente Chávez; por eso practican la revolución del odio entre nosotros.
A todos mis perseguidores, muy fraternalmente les recuerdo el salmo 140, al cual me aferro como cristiana practicante y hago mía las súplicas del rey David: SUPLICA DE PROTECCIÓN CONTRA LOS PERSEGUIDORES 140: 1- 5...13: Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos, los cuales maquinan males en el corazón. Cada día urden contiendas. Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. Guárdame oh Jehová, de manos del impío; líbrame de hombres injuriosos, que han pensado trastornar mis pasos. Me han escondido lazos y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos....Por razones de espacios sólo transcribo hasta el versículo 5, les recomiendo leer hasta el versículo 13.
Algunos de Uds. podrán intentar ridiculizarme por mis creencias y hasta decir, como ya lo dijo en una oportunidad uno de los más enconados adversarios de la oposición externa, que yo me la doy de santa. No, no soy santa, ni nunca he pretendido serlo. Tampoco soy doble cara, perversa ni maquiavélica. Por eso no preparo trampas ni emboscadas contra nadie. Me defiendo de las trampas y ataques de mis adversarios a través de las armas legal y moralmente lícitas que me permite mi conciencia, porque predico y practico aquello que la venganza es de Dios.
Tampoco soy envidiosa, por eso no ando deseando los dones que los demás recibieron que los demás recibieron del Creador. Estoy agradecida de Dios por dotarme con el don de la perseverancia, del amor por el trabajo y de la lealtad. También mi Dios me dio el don de la palabra sincera, por eso por mi boca sólo sale lo que está en mi corazón. ¿Imperfecciones y carencias? Muchas, pero esas también las acepto, aunque no sin intentar cada día la corrección de mis debilidades y errores. Así mismo, siempre le pido a Dios que me favorezca con el don de la sabiduría y de la tolerancia. La sabiduría, para intentar ayudar en la medida de mis posibilidades a tener una sociedad menos hostil, menos agresiva, más armoniosa, más justa. La tolerancia para poder sobrellevar tanta miseria humana que nos rodea, sin que se afecte irreversiblemente mi alma, para nunca llegar a la triste conclusión que nada tiene remedio y que como expresara Bolívar estamos arando en el mar.
Finalmente, les ratifico a mis enemigos políticos internos y a sus socios mediáticos que no estoy pidiendo encubrimiento de faltas administrativa ni de delitos, sólo les pido que con pruebas hagan las denuncias en las instancias correspondientes y no anden por allí con su lengua impregnada de curare lanzando acusaciones apresuradas y por lo tanto irresponsables, sólo con el deseo de lograr una venganza personal y un daño político.
PROHIBIDO BANALIZAR: LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA JUSTICIA
Por todas las vías se intenta banalizar la lucha contra la corrupción en Venezuela y la consecuencia siempre es la impunidad de los delitos. En el caso de la acusación contra Manuel Rosales, sus adeptos y él mismo ya comenzaron a decir que es una persecución política con la intención de victimizarlo. Por otro lado, la oposición está acusando a Di Martino y a otros actores adeptos al chavismo de unos presuntos hechos de corrupción, como quien dice Uds. también son corruptos y estamos a mano. Todo esto no tiene otra intención que deslegitimar las denuncias, porque al final nada se aclara y todo queda en dimes y diretes. Indudablemente, la consecuencia de todo esto es el triunfo de la impunidad.
En las acusaciones contra Manuel Rosales, se presentan grabaciones donde él conversa con al menos dos personas diferentes sobre los regalos y dinero a repartir a varias personas relacionadas con los medios y con el mundo político. La única manera de alegar que lo están calumniando es que alguien haya imitado su voz en las referidas conversaciones. En este caso, con tanto adelanto en las tecnologías estoy segura que puede hacerse una prueba bien científica de la voz del acusado que dilucide cualquier tipo de duda. Con respecto a las propiedades que supuestamente adquirió directamente o a través de interpuestas personas, también puede probarse si se trata de una calumnia. Así que si ese caballero dice ser inocente, que no se esconda, sino que desmonte los supuestos falsos testimonios que le están levantando. No podemos dejarnos chantajear, así que debe investigarse hasta que se demuestre la verdad sin ninguna sombra de duda.

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