Migdalis González
Hoy resulta muy común hablar de crisis de la educación, es evidente que el sistema educativo está atravesando por un período agudo y crucial, y que ésta crisis no es, de modo alguno un fenómeno aislado sino que es consecuencia de las profundas transformaciones socio culturales del mundo actual. Hoy se afirma y se repite que la principal riqueza de un país radica en los niveles de conocimiento de su gente. Por consiguiente todas las estrategias innovativas creadas en función de lograr un desarrollo sustentable están dadas a insertar en la sociedad a los individuos, dándole participación activa en las decisiones que enmarcan la realidad política, social, económica, cultural del país.
En este sentido, las misiones educativas representan desde el punto de vista del desarrollo la aproximación o acercamiento del mejoramiento de la calidad de vida del venezolano y las venezolanas; en este particular a través de las misiones se ha puesto de manifiesto que el desarrollo y el bienestar social no se logra sin el crecimiento social, cultural, educacional, ambiental e institucional.
El desarrollo sustentable no es una forma de vida, es mas allá que un simple concepto, es el progreso humano, transformaciones y cambios estructurales de los seres humanos que se sustentan en la educación. Son muchas las premisas que se han hecho sobre la educación como desarrollo, sin embargo se tiene la creciente convicción de que las naciones logran abatir la pobreza y el analfabetismo a través de la educación. Es así como se logran insertar las misiones educativas como respuestas a todas esas necesidades de inclusión al sector educativo y que ha sido consecuencias de las carencias en la capacidad de respuestas que nunca se habían cubierto por el Estado.
Las misiones educativas pretende formar ciudadanos reflexivos, críticos, creativos, autogestionadores de su propio conocimiento, que adquieran habilidades y competencias que vayan en pro del desarrollo sustentable del país, para el logro del bienestar social, constituyéndose como una política social incluyente que dio inicio a un cambio de paradigma en el sistema educativo venezolano, proporcionando una experiencia positiva para la política gubernamental y asimismo para la población beneficiadas de las misiones. Las misiones educativas en Venezuela fueron concebidas para superar algunos problemas de exclusión educativa presentadas en todos estos años, las cuales han sido altamente innovadoras como políticas sociales que busca elevar la calidad de vida del venezolano y venezolana en concordancia con el desarrollo social del país, elevando el nivel educativo con inclusión social y disminuyendo la inequidad social.
Todo este esfuerzo de las misiones, representa una voluntad bastante importante en materia de desarrollo, por cuanto no se corresponden solamente al desarrollo individual de cada participante, sino a una serie de elementos que llevan el fomento de la calidad de vida de toda la población venezolana, promoviendo la formación de individuos solidarios, participativos, productivos y respetuosos. En este particular, las misiones educativas en Venezuela se han caracterizado por ser la vía para lograr el desarrollo sustentable, por supuesto todavía envuelto en un proceso de transición que requiere de una constante institucionalidad por parte del Estado.
Por último, se puede corroborar que para lograr la sustentabilidad se requiere determinar un proceso de desenvolvimiento social basado en la interacción constructivita de la dimensión: educación, economía, ambiental, productiva, socio-cultural y política para lograr un mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos.
migdalisgonz@yahoo.com
martes, 21 de abril de 2009
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