Antonio Aponte
La reciente cumbre de presidentes en Trinidad afectó el cuadro geopolítico americano, es evidente que los gringos cambiaron la táctica. La pregunta que surge es cuánto, hasta dónde.
Es necesario analizar con rigor la nueva situación, de esto dependerá el comportamiento nuestro y la comprensión de la conducta de los demás.
La búsqueda de la respuesta tiene dos fuentes: una, la historia, otra, las Reflexiones de Fidel. Veamos.
Fidel nos dice: “a pesar de todas las pruebas soportadas, Obama no ha pasado por la principal de todas: ¿Qué hará cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?
Y agrega en otra Reflexión: “¿es correcto prometer la conciliación de tan contradictorios intereses sin transgredir la ética?”.
Fidel deslinda la voluntad, la simpatía, las buenas intenciones del hombre, con las necesidades del sistema que él representa. Es así, Obama no es Obama, es el imperio actuando.
La otra fuente es la historia, revisemos un poco la conducta del imperio en el hemisferio.
Cuando en Cuba cae Batista, y surge la Revolución Cubana y el continente hierve con su ejemplo, entonces los gringos activan una ofensiva con dos frentes principales.
Uno, la Alianza para el Progreso propuesta por Kennedy (un presidente simpático) en un discurso el 13 de marzo de 1961 frente a los embajadores latinoamericanos en la Casa Blanca. Las reacciones fueron similares a las suscitadas por Obama en Trinidad: “el hombre es bueno”, “se ríe bonito”, “is friend”, etc… ¡Un mes después sucedía la invasión de Playa Girón!
He allí el modus operandi del imperio, usa dos tenazas: la conciliación, la sonrisa, y la garra de la tenebrosa CIA planificando iniquidades.
En ese período tumbaron a Torres en Bolivia, a Quadros en Brasil, todos operativos de la Agencia de Inteligencia del país que prometía Alianza para al Progreso.
Con ese imperio es que tenemos que lidiar, que nadie se engañe con la sonrisa de Trinidad, el imperio seguirá intentando truncar el ejemplo que significa la Revolución Bolivariana, intentando capturar el petróleo y la minería. Tienen que salir de Chávez, esos son los requerimientos del sistema, no dependen de la buena voluntad de nadie, la voluntad del capital está por encima de la voluntad de sus representantes.
La mejor defensa, la única, es el apoyo de las masas. Es por eso que debemos acelerar la organización social, la estructura política, afinar la ideología y la información.
Explicar bien los pasos que damos en lo internacional, no dejar resquicios a la labor de zapa de los oligarcas, a los extravíos ideológicos en nuestro campo.
Toda actividad internacional debe ir acompañada de una profunda explicación política, que alimente la discusión en las masas y en sus organizaciones, no basta con el relato de los hechos.
Debemos enterar y convencer al pueblo de la necesidad de los pasos que se dan en lo internacional.
¡Chávez es Socialismo!
miércoles, 29 de abril de 2009
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