Manuel Mariña Müller
Controlar Asia Central equivale a controlar el mundo, así lo vislumbraron países que, como Inglaterra y la Unión soviética, encontraron su derrota en Afganistán…esto lo sabe Obama y, sin embargo, ahora se dispone a concentrar el poder militar del imperio en ese país del Asia Central. En apenas un mes de gestión y bajo lo que él define como “un nuevo orden en Afganistán”, Obama ha decidido enviar 17.000 nuevos elementos de tropa para completar los 60.000 soldados estadounidenses en ese país. Este contingente más los 32.000 ya posicionados por la Organización de Países del Atlántico Norte (OTAN), elevarían a casi 100.000 el número de invasores en ese campo de batalla en el que han convertido a Afganistán. ¿Pero, por qué de nuevo la locura militarista del imperio?...no aprendieron con Viet Nam o con el propio Iraq? Obama justifica su decisión argumentando que es necesario evitar que los talibanes dominen el poder en Afganistán y conviertan a ese país en un paraíso de terroristas. ¿Es ésa la razón para mantener 100.000 elementos de tropa en un país que, como Afganistán, solo posee un movimiento que resiste al invasor desde cuevas y en condiciones de precariedad bélica y numérica? ¿Estará el petróleo mediando en esta nueva decisión de Obama? El presidente Barack Obama considera que la energía del planeta está controlada por dictadores. Estados Unidos importa el 55% del petróleo que consume (23 millones de barriles diarios, la cuarta parte del consumo mundial) pero de mantener su actual rata de crecimiento, para el 2015 deberá importar el 95%. A partir del 2008, y de acuerdo a un estudio identificado como “el Fenómeno del Global Pick Oil”, la producción petrolera del planeta entró en su fase decreciente, esto es: no habrá más petróleo para las exigencias del consumo planetario (86 millones de barriles diarios) y la mayor parte de las reservas existentes no están bajo control del imperio. La conclusión es muy sencilla, si Estados Unidos pretende mantener su actual nivel de consumo y crecimiento, deberá utilizar su poder militar para tomar por la fuerza los grandes reservorios petroleros del planeta. Estos reservorios, al alcance del brazo armado del imperio, son tres: la Sub-Región Andina ( Venezuela, Colombia y Ecuador), Asia Central (Afganistán, Azerbaijan y Turkistán) y la Región del Golfo Pérsico (Arabia Saudita, Kuwait, Barahin, Emiratos Arabes, Siria, Iraq e Irán). De todos estos países petroleros, solo cuatro se encuentran fuera del control del imperio: Venezuela, Irán, Siria y Ecuador. De estos cuatro países, Irán constituye en estos momentos el foco de atención del imperio. Irán, después de Arabia Saudita, posee las mayores reservas de gas y de petróleo liviano del mundo, controla el estrecho de Hormuz, franja por donde pasa el 68% del petróleo que mueve al planeta. Y posee un gobierno considerado por Obama como dictatorial y enemigo de Israel. Luego de la invasión a Iraq, Estados Unidos ha posicionado su armada y sus bases militares alrededor de Irán y bajo condiciones estratégicas para un inminente ataque al territorio iraní. ¿Cuál será el detonante para este inminente ataque? Conociendo el papel de Israel en la política exterior de Estados Unidos y su desempeño como brazo armado del imperio en la Región del Golfo Pérsico y tomando en cuenta la participación de connotados sionistas del American Enterprise Institute en la elaboración del “Proyecto para una Nueva Centuria Americana” (proyecto que contempla 7 años de guerra y el posicionamiento de Estados Unidos como imperio dominante para los próximos 100 años), no sería muy difícil vaticinar cual sería la próxima decisión del presidente Obama, luego de de fortalecer sus ejércitos en un país fronterizo a Irán como lo es Afganistán. ¿Pero…por qué Barack Obama presionaría el botón detonante? Por las siguientes tres razones: 1.- Las declaraciones de los miembros de la Configuración del Poder Sionista (ZPC en inglés). El ZPC es el movimiento de poderosos sionistas judíos a nivel financiero y político que logró incorporar a Barack Obama en su proyecto político. Abner Mikvner uno de sus miembros más connotados señaló: “Barack Obama es el primer presidente judío de los Estados Unidos”. 2.- La imposibilidad de Estados Unidos de mantener su nivel de crecimiento contando con sus fuentes actuales de suministro de energía. 3.- La actual crisis económica y política cuyo desarrollo ha ocasionado la concentración del poder financiero en sectores sionistas vinculados al Proyecto para una Nueva Centuria Americana, proyecto que está manejando la alternativa de la guerra como propósito para la reconfiguración del poder del imperio. 4.- El arribo al poder en Israel de Benjamín Netanyahu quien, en su campaña electoral, además de apoyar el ataque genocida a Palestina, aseguró que si ganaba las elecciones no permitiría que Irán continuara con su programa de energía nuclear. 5.- Lo declarado por Obama en una conferencia de prensa de la NBC, el 7 de Diciembre de 2008 cuando dijo: “Necesitamos avanzar en una política firme aunque directa con Irán, dejándoles muy claro que consideramos inaceptable que desarrollen armas nucleares, que su financiación de organizaciones como Hamas y Hezbullah y sus amenazas contra Israel van en contra de todo aquello en lo cual creemos…Quizás tengamos que endurecer esas sanciones…y plantearles una opción muy clara…y tendrán que aceptarla por las buenas o por las malas”. Si la luz verde de Obama para el ataque israelí a Irán se convierte en el detonante para otra guerra global, …¿podría Estados Unidos respetar los acuerdos de suministro petrolero que actualmente mantiene con Venezuela? ...¿qué pasaría con Venezuela si, en opinión de Obama, somos un país con una dictadura controladora de la energía? …¿cercaría Estados Unidos los pozos petroleros venezolanos bajo el pretexto de que podrían ser blanco de ataques terroristas? ...¿tomaría Estados Unidos medidas inmediatas de desembarco e invasión al territorio venezolano? El talante guerrero demostrado por el heredero de un imperio en el abismo y las posibles respuestas que pueda darle a estas interrogantes, demuestran la necesidad de reflexionar sobre la alta peligrosidad del impacto de sus decisiones, sobre un país que, como Venezuela, ahora emerge con una postura soberana e indoblegable frente a su antiguo y poderoso depredador.
martes, 3 de marzo de 2009
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