ANTONIA MUÑOZ
Para la mayoría de las y los venezolanos fue un gran alivio que terminara el 07 de octubre de 2012 sin violencia que reseñar y lamentar, siendo una de las pocas excepciones, la escaramuza escenificada en la plaza de Altamira el lunes 09 por la noche, por un puñado de jóvenes, a quienes aparentemente no le avisaron que ya no iba la guarimba. Debe destacarse la aceptación temprana de los resultados electorales por parte del candidato de la derecha. Durante el proceso de campaña; y podríamos decir, que casi durante todo el año 2012, los discursos y muchas actitudes hacían presagiar un desencadenamiento violento si el candidato opositor al proyecto bolivariano no era el triunfador. Incluso, hoy por hoy, uno se atreve a pensar que se trabajó para crear esa sensación de angustia en la población.
Por lo dicho anteriormente, nos sentimos orgullosas y orgullosos del civismo de nuestros compatriotas, independientemente de su tendencia política. Cualesquiera que hayan sido las razones para producir tal ejemplar comportamiento; le damos gracias a Dios, porque todo terminó en santa paz. De esta jornada electoral, también es digno destacar la altísima participación (80,79 %). Que de cada 100 ciudadanos registrados en el CNE, y por lo tanto aptos para votar, hayan acudido 81 es exaltado por propios y extraños; sobre todo porque en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela votar es un derecho, pero nadie está obligado a hacerlo. Nuestra Democracia Participativa y Protagónica se sigue consolidándose.
La mayoría de los electores (8.123. 952 = 55, 25%), aprobó la continuación de la Revolución Bolivariana y Socialista, con el Presidente Hugo Chávez liderando la ejecución de las propuestas esbozadas en su Programa de Gobierno, cuya ejecución se realizará con el acompañamiento y participación del pueblo organizado, consciente y en movimiento. Un 44,14 % de las y los venezolanos votó en contra del Proyecto Bolivariano, lo cual es equivalente a 6.498.527 ciudadanas y ciudadanos. Las razones para que nos adversen son variadas, pero me atrevo a señalar: CARENCIA IDEOLÓGICA, debido a deficiencia en la formación de nuestra población; DESINFORMACIÓN producida a través de la dictadura de los medios de comunicación; y por supuesto, FALLAS E INEFICIENCIAS de gobierno a nivel nacional, estadal, municipal y comunal. El Presidente Chávez reconoció públicamente esto último al final de la campaña, y en consecuencia, tomó la decisión de transformar el Ministerio de la Secretaría de la Presidencia en una instancia de SEGUIMIENTO Y CONTROL DE GESTIÓN.
Reconocemos que una de las deficiencias de nuestro gobierno a todos los niveles, es la falta de seguimiento en la ejecución de algunos proyectos, lo cual trae como consecuencia que los mismos se encarezcan, amén del tiempo que la colectividad tiene que esperar por el servicio que dicha obra prestará. Un ingrediente adicional a la referida ineficiencia es la FALTA DE CONTINUIDAD ADMINISTRATIVA. Resulta que por el individualismo y egoísmo que caracteriza a algunas personas, no se acepta que “los hombres pasan pero las instituciones quedan”. Si en un determinado estado o municipio, una obra está inconclusa para el momento que el funcionario responsable es relevado del cargo, quien quiera que le suceda debería continuar dicha obra, porque no se trata de algo personal; porque la obra es parte de la gestión de una institución. Sólo se trata de un cambio de funcionario; un cambio de hombre o mujer, la institución sigue siendo la misma; y lo que es más importante, la gente afectada por nuestra ineficiencia, individualismo, egoísmo y mezquindad, sigue siendo la misma.
Finalmente, a partir de este momento, tenemos la obligación de hacer una lectura correcta del mensaje electoral que nos dio el pueblo venezolano. Con el favor de Dios y la Conciencia Bolivariana, así lo haremos!
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