Basta ver en cualquier hemeroteca del país de los últimos treinta o cuarenta años, que es donde hay más acceso, ver como medios y periodistas dejaban constancias –muchas veces tenues- de las anomalías estructurales de un sistema de gobierno y la desmembración de una sociedad desigual que se caía a pedazos y que la peor parte de esa mortecina social la padecían vastos sectores populares y pobres, gremiales, estudiantes, trabajadores, en todo el país.
Como terapeutas sociales aparecerían en escena, en radio, televisión e impresos, académicos, catedráticos, políticos de toda la fauna y sobre todo si estaban de fama para la época, analistas, investigadores, brujos y demás hierbas; es más, todos y todas coincidían con sus matices y tonalidades que la salida a este atolladero y balbuceaban hasta con miedo, era el surgimiento de un nuevo gobierno con principios nacionales, con sentido de autoridad ética y moral, arraigo en la sociedad, con vocación de servicio y capacidad de convocatoria; pero lo que nunca confesaron los dueños de los medios de comunicación privados es que serían ellos, exclusivamente ellos, quienes deberían tener los hilos conductores para acceder y dominar esos nuevos líderes y lideresas que demandaba esa nueva realidad. Por sus propios intereses tenían miedo de exhortar a acabar de un todo con esa rochela de país, de gobiernos adeco - copeyanos.
Cuando hubo El Caracazo nunca olvido y me enerva cada vez que recuerdo el Editorial de RCTV expresado por su vocero y directivo, Eladio Lares, achacándole la exclusiva responsabilidad de tales acontecimientos –palabras más palabras menos- a la incomprensión del pueblo y a su desvalida autoestima y su desapego al trabajo tesonero por el bienestar de la patria, qué dirán los demás países del mundo sobre tales bochornosos actos de vandalismo, bla, bla, bla, bla…
Quedó registrado para la historia cuando Napoleón Bravo del staff de Venevisión con la anuencia de los propietarios de la televisora dio el saludo habitual con el agregado: -Tenemos nuevo presidente! A continuación el panel de invitados describió como planificaron el Golpe de Estado del 11 de abril de 2002. Para más detalles ver de nuevo documental La Revolución no será Televisada y los documentales de Ángel Palacio en la reconstrucción de los hechos que antecedieron, al mismo Golpe y lo que ocurrió a posteriori.
La repulsa político social popular hizo en su oportunidad que la unidad golpista mediática se distanciaran un tanto entre ellos, pero de nuevo se vuelven a “cartelizar” y en cambote se van a lanzar como fieras de nuevo al ataque ya que tienen 65 diputados, 65 dentellazos a quienes le van a dar puerta franca y son ahora estos “legisladores” quienes van hablar pero el contenido es el que le pautan los dueños de los medios privados y aducirán como mampara los medios privados que los diputados hacen uso de su libertad de conciencia; por lo tanto, lo que expresan son hechos noticiosos que ellos como correa de transmisión informativa no pueden inhibirse de comunicársela al pueblo.
No le hacemos loas al pensamiento unilateral, la oposición con O mayúscula es importante pero estamos claros que esos 65 tigres de papel, producto de los acuerdos cupulares y de la publicidad, así como del entubamiento partidista de derecha no vienen a legislar, ni a abogar por los más excelsos intereses de pueblo venezolano, vienen a ser portadores de los intereses de la oligarquía, del imperio y de los maletinazos que logren arriar a su propio favor.
Nos preguntamos: ¿La oposición contará con sus programas de opinión y legislativos en el canal televisivo de la Asamblea? ¿En horario estelar? ¿Quiénes serán sus periodistas anclas y sus invitados? ¿Quién les diseñará la programación y el cuñero? ¿Pasará igual en la emisora radial de la Asamblea? Proporcionalmente a nivel nacional los medios, impresos, radiales y televisivos de los privados son numéricamente mayores que los del Estado y de las comunidades organizadas juntas, ahora estarán en los medios legislativos. Y entonces? Qué vamos hacer?
De seguro que los medios “cartelizados” de la oligarquía se aprestan a resetear sus departamentos de producción para la presentación de una nueva programación en función al 2011 con el inicio del nuevo año legislativo con la composición por todos y todas conocidas, a lo mejor, tendrán acceso con su micro onda las 24 horas en la sede parlamentaria, con protección y seguridad, transmitiendo en vivo y directo con los “comentarios imparciales” de sus periodistas estrellas debidamente maquillados, buscando sus ángulos fotogénicos para hacer los pases, ¿tendrán en vivo sus Set de transmisión desde los propios pasillos de la Asamblea Nacional aportando sus humildes granitos de arena en mira al desgaste que puedan hacer al proceso de cambio liderado por el Presidente, Comandante Chávez? ya está en puerta el combate del 2012, las elecciones presidenciales! Y entonces? qué vamos hacer?
Las empresas privadas de comunicación son enemigas de las justas causas. Además nos preguntamos, ¿cuál diputado o diputada del proceso actuará por la libre como “frescolacho” aceptando invitación o visitando los distintos medios de comunicación privado para ganar o mantener ratting? ¿Cuál diputado o diputada considerándose “agente libre” andará declarando sin ton ni son y sin valorar la pertinencia y oportunidad de lo que diga o haga? Cuya única escala de valoración sea: -tengo 15 días sin salir en los medios! Y sale a buscar o a caminar pausadamente más de lo usual para pasar donde están unos periodistas esperando completar la pauta del día para que lo entrevisten y decir algo que no está ni siquiera atado al momento, ni a la coyuntura y mucho menos, a los lineamientos estratégico del momento o ser víctima de preguntas provocadoras para hacerlos y hacerlas deslizar con facilidad.
Que conste que no estoy llamando al “silencio de conciencia” si no que es un exhorto a la disciplina partidista, a la disciplina de la organización y que si se llegara a contar con voceros de fracción por área y uno o una en general sea una persona que por lo menos sepa hablar y contar con sólidas herramientas conceptuales del proyecto socialista bolivariano, aunado al carisma como soportes complementarios de un verdadero discurso revolucionario.
¿Y entonces? ¿Qué vamos hacer?
gaspar_velasquez@yahoo.es
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