martes, 5 de agosto de 2008

A Vladimir Acosta, Licenciado Filósofo de la más confundida ama de casa

Lilia Ramírez


Esta ama de casa ha seguido escuchando su conversatorio por la Radio Nacional y lo sigo porque tengo que reconocer que gracias Ud., he podido ejercitar mi mente para pensar y plantearme preguntas a veces sin encontrar respuestas. Sepa que disfruto mucho sus razonamientos, me hacen objetar solamente que lo único que le falta es un poquito de “ignorancia” ¿ imagina como lo percibo escuchándolo?. Hay lunes en que pone en aprietos a Roberto Vries en su profesión de cambiar imágenes. Dése cuenta que a veces lo supera.
Su conversa me anima a querer imitarlo en cómo criticar a alguien sin proponer nada, es decir, sólo por la satisfacción de criticar. La crítica como función social puede utilizarse de diferentes maneras; ejemplo: distraer con ella los amigos del club haciendo chistes sobre episodios, rebuscando los más comunes cercanos a nuestro quehacer diario y que cada quien ponga su pedacito crítico..pero aquí sigo… imaginaba que podía ser igual a Ud. tomar un micrófono, poner a funcionar el ventilador, abrir la almohada de plumas..y vamos ..Qué bien me salió el programa.., ¿verdad? Cuando siento esos chorros de malquerencia, mi conciencia sale dando gritos, la responsabilidad se hace presente, como mano cariñosa que me educó de niña. Mi pensamiento vuela a Cunaviche y me pregunto ¿ que se le aportó su crítica a este campesino, lleno de esperanza, y cargado de necesidades..?.¿Cómo es que se toma de modelo la actitud de un obispo cualquiera y le tumba a este hombre la fe en lo que creía para hacer realidad su sueño de vivir mejor?
Con el respeto y humildad de ama de casa, reconociendo el buen aprovechamiento que hizo de sus conocimientos para hacerse a licenciaturas y demás brillos conceptuales, me pregunto, ¿cómo puedo aprender de Ud., sin que me confunda en mi convicción humanitaria?, comprendo que vivir dentro de esta sociedad capitalista, el trabajo parece ser el culpable de las desavenencias, nos convertimos en competidores de nuestros compañeros trabajadores, nos empujamos para darle apoyo a quien nos contrató para que mantenga los vicios propios del sistema… ¿ Se puede entonces pensar en la necesidad de cambio o será irreverente plantearlo, enséñeme su metodología para quedar bien con amigos y enemigos en el campo político, sin encontrar ningún atajo y sin poner en riesgo su condición de intelectual avezado?.Aquí la confusión se hace realidad si cuando estamos en lunes la crítica es así, el miércoles difiere del lunes…¡Oh! Lunes.. que amanece con reminiscencias de sábado, tan placidos, tan placidos y con ánimo de acrecentar la placidez, como abre boca, agarra cualquier actividad del presidente, ya sea su reciente gira, que le dé pié para satisfacer su oficio crítico, no importa sea para mejorar relaciones y en este caso utilizar la franela que el Rey de España le regaló con el ¿Por qué no te callas?. ¿Acaso sería más conveniente lanzarle la franela a la cara del Rey para que entienda que ya no somos su colonia y que no vuelva a mandarlo callar? En vez de “derrochar” el buen humor que los dos hicieron sobre el episodio, sin tomar en consideración que al presidente se le debe un mínimo respeto de todos los ciudadanos.
Lo he escuchado por el canal 2 para tener una visión más completa que me desenrede este conflicto pero como no se resuelve, concluyo que su sabiduría como historiador es insuperable, lo hace muy bien y como de dar recomendaciones se trata, le aconsejo, por favor, quédese por TV canal 2 instruyéndonos, no destruyéndonos a través de la Radio Nacional.
Considere mi propuesta y tenga compasión con esta lavadora de platos que se atreve a darle consejos
lelia_delgado@hotmail.com

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