Carmen Montes
El conflicto en el Cáucaso estallo en agosto de 2008, luego que las fuerzas armadas de Georgia lanzaron un ataque sorpresa sobre la capital de Osetia. Ésta ocupación ha vuelto a revivir la posibilidad de un nuevo enfrentamiento entre las dos grandes potencias (Rusia-Estados Unidos) que dominaron el orden mundial bipolar, surgido luego de la postguerra, conocido históricamente como la guerra fría, el cual estuvo caracterizada por la rivalidad que mantuvieron ambas naciones por el control político, ideológico, económico, tecnológico, militar e informativo del mundo. Los actores que intervienen en conflicto: Estados Unidos, Francia, y la OTAN, hacen que surjan grandes interrogantes sobre el interés que pueden tener estas naciones en el conflicto de Georgia con Osetia del Sur y Abjasia.
Osetía del Sur en el año 1990 proclamo su autodeterminación, siendo ésta rechazada por Georgia. En 1992, vota a favor de su incorporación a Rusia y el 12 de noviembre de 2006, amparada en el reconocimiento de independencia de Kosovo, celebró un referéndum con un 91% de participación, en donde el 99% votó por la independencia de Georgia y la unión con Osetia del Norte y Rusia. Todos estos intentos de Osetia por alcanzar su independencia provocaron en los últimos años enfrentamientos violentos entre las dos naciones que han logrado aplacarse por la mediación de Rusia y sus fuerzas pacificadoras.
Tanto Abjasia como Osetia del Sur, los dos países implicados en el conflicto armado con Georgia, tienen su propia constitución y en elecciones libres y directas han elegido en varias ocasiones su parlamento y al presidente del país. Económicamente ambas naciones son independientes de Georgia y sostienen relaciones con Rusia.
Detrás del respaldo que ha recibido Georgia hay intereses geopolíticos que buscan como propósito tener bajo control un territorio a través del cual se podría transportar hidrocarburos del Caspio hasta el Mediterráneo sin tener que atravesar el suelo Ruso. El acceso al Mar Caspio, rodeado por países como Azerbaiyán, Rusia, Kazajstán, Turkmenistán e Irán, es uno de los objetivos principales en la disputa por el control de las reservas energéticas del planeta, donde se estima que podrían existir aproximadamente 17 mil millones de barriles de petróleo crudo.
Además del interés anteriormente mencionado, el gobierno de los Estados Unidos esta cuidando la construcción de un oleoducto que atravesará las diferentes ciudades: desde Bakú (Aserbayán) hasta Ceyhan en Turquia, pasando por territorio georgiano. El ingreso a la OTAN de Georgia promovido por los Estados Unidos, amenazaría la pretensión Rusa de continuar controlando la zona, ya que esto obligaría la salida obligatoria de sus fuerzas pacificadoras, siendo sustituidas por fuerzas de la OTAN.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy (EPP), como presidente de la Unión Europea y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, ha tratado de mediar en el conflicto, proponiendo un plan de paz en base a seis puntos cuyos aspectos destaca lo siguiente: No recurrir a la fuerza, Cese de las hostilidades de manera definitiva, Libre acceso de la ayuda humanitaria, Retiro de las fuerzas militares rusas a las líneas que ocupaban antes del inicio de las hostilidades. A pesar que este acuerdo fue firmado entre Rusia y Georgia la paz no se ha restablecido por completo en el Cáucaso.
Rusia que es una potencia militar y se ha recuperado económicamente en los últimos años, no acepta manipulaciones de países como los Estados Unidos que amenazan con dañar las relaciones entre ambas naciones, continuar cercando a Rusia y desacreditarlo ante los países europeos. A pesar de las presiones internacionales que esta recibiendo éste país, su posición en relación a Osetia se mantiene inalterable. En el Parlamento de Rusia las dos cámaras, le solicitaron recientemente al presidente ruso Dmitri Medvédev reconocer la independencia de Osetia del Sur y Abjasia.
La ONU lamentablemente, mientras siga funcionando con el esquema de la postguerra, mantenga el derecho a veto en el Consejo de Seguridad de cinco miembros: Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, la República Popular China y Rusia, no democratice sus decisiones con la ampliación de otros miembros, la paz mundial continuará amenazada por la falta de transparencia en la aplicación del derecho internacional, y su eficacia ante los nuevos retos con el surgimiento de un mundo multipolar que demanda mayor objetividad y celeridad en la toma de decisiones continuará siendo cuestionada.
Finalmente, Venezuela al igual que otras naciones han hecho publica su preocupación por la lamentable situación en Osetia del Sur. El Estado venezolano en un acto de solidaridad con las naciones que luchan por su independencia y autodeterminación, fijo a través de un comunicado emitido por la Cancillería el 14 de agosto, la siguiente posición: “…la ofensiva militar desplegada por Georgia en Osetia del Sur, sin razón valedera alguna, encendió las llamas de la guerra en la región del Cáucaso. Este conflicto fue planificado, preparado y ordenado por el gobierno de los Estados Unidos que, lejos de promover el restablecimiento de la paz en la zona, se dio a la tarea de estimular las agresiones del gobierno georgiano. La comunidad internacional fue, una vez mas, testigo de la recurrente política de desestabilización e incitación a la violencia que el imperio norteamericano acostumbra poner en práctica en distintas regiones del planeta”.....
carmenmontes@hotmail.com
martes, 26 de agosto de 2008
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