Carola Chávez
Hace unos días leí impresionada un artículo de mi respetadísimo amigo Eduardo Rothe en el que narraba, entre otras cosas, por qué VTV había vetado un spot del Profesor Lupa en el que se quejaba sobre el funcionamiento del Banco Industrial de Venezuela. Cuenta Lupa Rothe que su amigo Yuri Pimentel, presidente de VTV, le había dicho que ‘’nosotros no debíamos atacar las instituciones oficiales, pues para eso estaba la oposición.’’ Esta explicación hizo que se encendieran todas mis alarmas, por lo que creo que el veto al Profe Lupa hay que mirarlo con ídem.Resulta que desde hace tiempo vengo insistiendo en la necesidad de ser autocríticos. Creo que es una necesidad vital porque dentro de nuestra revolución se han ido enquistando vicios que de revolucionarios tienen lo que yo tengo de tailandesa.Creo necesario que VTV, nuestro canal, refleje la realidad con todos sus matices. Claro que debemos difundir los logros de la revolución sin descanso, pero también debemos denunciar sus fallas. Y es que ese manto de perfección puede acabar haciendo más daño que cien globovisiones juntas.Por una parte, el pueblo no ve reflejada su realidad en la pantalla del canal que los representa. Si bien hemos avanzado tanto en muchos aspectos, hay un sentimiento general de que nos estamos estancando. Si bien hay Misiones de todo tipo que han mejorado nuestra calidad de vida, también conocemos de cerca casos de deterioro de las mismas por culpa de la incapacidad, la corrupción o desidia de algunos funcionarios. Son los usuarios de VTV quienes lo padecen en carne propia y, de alguna manera, si no lo ven en su pantalla pueden empezar a creer que no son escuchados, o que el canal miente, o ambas, lo que sería terrible.Por otro lado, si enfocamos la información solo en las cosas, muchas cosas, buenas que están sucediendo e invisibilizamos las malas, que también están pasando, podemos acabar creando una nueva especie de disociado, esta vez de izquierda: gente sin capacidad de crítica, gente incapaz de utilizar argumentos reales porque solo manejan una parte de la información. Ya tenemos compañeros, muchos más de los que deberíamos, quienes achacan ciegamente todos los males que padecemos a la siempre nefasta oposición. Todo esto resulta muy beneficioso para los ‘’revolucionarios de ocasión’’. Esos politiqueros de siempre que se suben a la ola de turno y, una vez ubicados, hacen lo que aprendieron a hacer en la cuarta república, sin importarles un comino que estemos en la quinta.Me resulta duro Yuri cuando califica de ‘’ataque’’ a una crítica que intenta expresar el Profe Lupa, cuando él, yo y todos quién es Lupa y contra qué está luchando. Me resulta ingenuo cuando espera que la oposición asuma esa parte del trabajo. Jamás veremos a un canal opositor haciendo críticas constructivas y, menos, si sus críticas nos brindan la oportunidad de revisar y corregir nuestros errores. No es esa su función, ellos no la quieren. Su único objetivo es sacar a Chávez y si es por la fuerza, mejor.Mi presi no se calla, ni que lo mande a callar un rey. Mi presi dice lo que tiene que decir ya sea apropiado el momento o no. Pero nosotros nos encontramos teniendo que callar porque es año electoral, y tenemos elecciones cada año, o por no darle de comer a la canalla, y tenemos canallas toda la vida.¿Qué hacemos, mandamos a la gente a quejarse a Globovisión? Eso si que es darle de comer a la canalla. Es innegable el buen trabajo que ha venido haciendo Yuri en Venezolana de Televisión, pero este silencio, esta invisibilización, es la misma táctica del enemigo y puede tener las mismas terribles consecuencias, por lo que podemos acabar destrozando con los pies lo que hicimos con las manos. Chávez propone, organiza, ordena, y, a veces, todo aquello queda en el aire, como en el caso que narra el Profe Lupa. El pueblo se queja de que su voz es apagada antes de que llegue e oídos de mi presi. Es ese pueblo el que votará en noviembre sintiendo que solo con su voto se puede hacer escuchar.El 2 de diciembre pasado el pueblo votó en contra de si mismo tratando de llamar la atención de la única manera que encontró para hacerlo. Solo espero que antes del 23 de noviembre, es decir, a partir de ahora mismo, se abra nuestro canal a la crítica profunda, que se enfrenten sus reporteros a todas las facetas de nuestra realidad, y que el pueblo, por fin, se vea reflejado en su pantalla para que sepa, sin que quede lugar a dudas, que su voz si es escuchada.En cuanto a quienes si tenemos acceso a los medios nos debemos preguntar: Si Chávez no se calla, ¿Por qué iba a callarme yo?
carolachavez.blogspot.com
domingo, 24 de agosto de 2008
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