Yasmin
Chauran
Cuando
hace 8 años me hablaban de la “necesidad” de colocarse un
pañuelo en la nariz para ir a votar por “el candidato postulado
por Chávez”, lo primero que me venía a la mente, hurgando en mi
memoria, era aquella conseja universitaria
en momentos de protesta de la IV República: tener siempre en el
bolso un pañuelo o pañito empapado en vinagre para mitigar el
efecto de los gases lacrimógenos, en aquellos duros enfrentamientos
con la policía (bueno, la policía era vía que usaba el estado
burgués para reprimir nuestro grito de libertad y justicia).
En
el 2008, volví a escuchar el cuento del pañuelo y aún ahora en el
2012, hay otro grupo de personas (afortunadamente cada vez menor),
que sigue desempolvando el argumento del pañuelo para votar. Y me
pregunto: ¿de
qué van a empapar el pañuelo? Y ¿contra qué o quién luchan?.
Particularmente esto es llamativo en el estado Bolívar, donde el
rechazo al gobernador es inocultable en todos los rincones de este
territorio.
¿Lo
mojarán de alcohol, para no percibir la podredumbre de una gestión
que asesina los sueños del pueblo humilde, que se burla de nuestras
necesidades y sólo nos busca en tiempos de elección como vulgares
votos? ¿Lo empaparán de vinagre para espantar las moscas a su
alrededor o para mitigar el efecto del humo de los cauchos quemados
por los trabajadores y trabajadoras de las decenas de empresas que
hoy están en quiebra por una nefasta acción gerencial regional en
connivencia con el capital transnacional? ¿O lo llenarán de
amoniaco para espantar los temores de los cargos de conciencia por
apoyar la reelección del verdugo de nuestro pueblo sólo por no
tener la voluntad de enfrentarlo?
Los
fluidos pueden ser varios y las razones diversas, pero lo que nos
queda claro es que Chávez es sólo utilizado como excusa para no
asumir con gallardía una posición digna ante la historia. Estos
“camaradas” se contentan con decir que son leales, ¿a qué o a
quién? Seguramente a su comodidad, para no tener que enfrentar la
persecución o el chantaje de la gestión regional actual. Quizá son
leales a cuidar trabajo, su cargo, sus prebendas o hasta sus
privilegios si los tienen. O leales a su proyecto personal para
seguir “surgiendo” en la carrera “política” para ocupar
responsabilidades más elevadas en este gobierno regional antipopular
y contrarrevolucionario.
Que
se pongan una y mil veces el pañuelo en la nariz para votar, para
dar la espalda al pueblo, para tratar de olvidar la historia, para
estar cómodos y acomodados, eso lo puedo entender, sin compartirlo,
pero lo que no acepto es que desde su sillón de la ignominia nos
juzguen y nos condenen a quienes dejamos el pañuelo atrás, en la IV
República, y entendimos que en tiempos de revolución vacilar es
traicionar la lucha.
Yo
voto y llamo a votar sin pañuelos, al lado de nuestro pueblo. Chávez
es uno más del pueblo, y él con su sabiduría nos comprenderá
cuando en Bolívar rindamos tributo al GLORIA AL BRAVO PUEBLO, ese
que todo el mundo canta, pero que debemos sentir con el corazón y la
conciencia. ¡Fuera la derecha del estado Bolívar: Fuera Francisco
Rangel Gómez y Andrés Velásquez. Viva la democracia participativa
y protagónica, sin pañuelos al votar!
Militante
del PSUV / SURCO-GPP
huella74@gmail.com
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