Mario Silva García
No voy a entrar a hacer consideraciones técnicas o de repercusión global del fulano video-montaje que se expuso en las redes sociales. En honor a la verdad, me importa muy poco lo que hagan los enfermos de la extrema derecha para tratar de “mancillar mi honor”. El honor es una cosita ridícula que inventó la sociedad burguesa para maniatar al ser humano. Además, estoy muy claro desde hace bastante tiempo cómo trabajan, quiénes trabajan y qué alcance puede tener una infamia tan estúpida como esa.
Es decir, cualquier pendejo medianamente inteligente puede hacer uso de cualquier programa de edición para hacerlo (corta, pega, edita y graba). En cuanto a la repercusión mundial, no me aventuraría a darle la importancia que el Sr. Reyes muy alarmado le da a este jueguito de los fascistas.
Quiero recordarle a mi estimado Sr. Reyes que hace poco menos de siete años, se lanzó a la red social una supuesta historia vinculándome al famoso caso del niño Vegas Pérez. En ese escrito se aseguraba que yo le vendía drogas a “Fafá” Capecci, amén de una sarta de estupideces que no lograban encajar en tiempo y distancia. Y era muy simple, ni tenía la edad como para venderle drogas a los involucrados en ese caso y para remate vivía en Ciudad Bolívar, mi ciudad natal; ni por asomo vivía en Caracas.
Así pues que, respecto a toda la explicación técnica hecha por el Sr. Reyes, me resbala, no le doy la más mínima importancia.
Aclarado estos puntos que, según mi punto de vista, carecen de relevancia, paso al punto que sí me parece importante responderle al Sr. Reyes:
Primero que nada, bajo la fachada de un “análisis técnico” y en defensa del pundonor de todos aquellos que han sido mancillados por una página fascista como Noticiero Digital, el Sr. Reyes me acusa de “Homofóbico”, incluso, hasta sentencia que “tengo bien merecido toda la vergüenza que sufriré”. Subrayo esta frase, incluso subrayo también el delito que, según el Sr. Reyes, he cometido y que deberé pagar por secula seculorum, por pura curiosidad. El Sr. Reyes me acusa de homofóbico, pero unas líneas más arriba del mismo artículo dice textualmente. Cito: “…es evidente que quien hizo este video es homosexual y estaba viendo pornografía, la verdad es que no imagino a un heterosexual buscando en internet videos de pornografía homosexual hasta conseguir uno de alguien que se parezca a Mario Silva, sería un trabajo extenuante que le tardaría muchas horas”. Pregunto: ¿Acusa de homosexual a quien hizo el video? ¿Se deslinda el Sr. Reyes de ser homosexual para no ser acusado de lo mismo? ¿Se declara heterosexual el Sr. Reyes para aclarar cualquier duda al respecto? ¿Quién es el “Homofóbico”?
En segundo lugar, quiero aclararle al Sr. Reyes y no tengo ningún problema en entregarle una copia del programa en que yo mencioné el caso Capriles Radonski, cuando saqué el expediente de un ciudadano que en sus funciones de agente policial del Municipio Baruta fue víctima de un funcionario público que como diputado y presidente de la cámara de diputados, luego como alcalde de ese mismo municipio, ejerció la más brutal persecución en contra de ese agente policial hasta sembrarle expedientes que lo expulsaran del cuerpo de policía de Baruta, solo por estar cumpliendo con su deber. No se trataba de si Capriles Radonski es o no es homosexual que en más de una ocasión dejé bien claro que no me importaba. Se trata de la utilización del poder político para aplastar a un ciudadano… ¿Se le olvida Sr. Reyes que ese agente quedó en la calle y no pudo enfrentar el poder brutal que ejerció Capriles Radonski en su contra?
El problema, Sr. Reyes, no es si el poder de destruirle impunemente la vida a un ciudadano que cumplía con su deber, está en manos de un homosexual o de un heterosexual. El problema real es que Capriles Radonski le destruyó la vida a ese funcionario policial. Lo demás carece de fundamento.
Quiero creer que toda la exposición que usted hace en su artículo, realmente va en defensa de las personas que han sido atacadas desde medios fascistas como Noticiero Digital, La Patilla (que, por cierto usted no menciona) o cualquier página digital de los medios impresos privados. Pero, a estas alturas y después de ocho años y medio en Venezolana de Televisión, lamento informarle que la ingenuidad se me quedó en algún recodo de los ataques que he tenido que enfrentar. Pienso, Sr. Reyes, que usted tenía bien definido cuál era el contenido real que por mampuesto hace en mi contra y necesitaba expresarlo. Prefiero un ataque frontal a un legajo de incoherencias que pretenden intelectualizar una mentada de madre. Por eso soy tan criticado, Sr. Reyes, por ser directo y sin paz con la miseria.
Por último, Sr. Reyes, a excepción de usted que “aclara” ser heterosexual para defender la homosexualidad, yo no soy homofóbico. Tengo amigos homosexuales dentro del canal 8, VTV, y no tengo que aclarar mi heterosexualidad para decir que son excelentes personas tan humanas como usted o como yo. Me importa muy poco lo que haga o deje de hacer Alberto Federico Ravell y sus secuaces. Por lo menos, y eso sí es vergonzoso, no poseo un canal proveniente del narcotráfico. Hace años, Sr. Reyes que crucé la raya amarilla y, créame, creo que hay asuntos más urgentes que resolver a estar pendiente de una camarilla de enfermos que no escatiman recursos para moverse en un mar de excrementos… Al final, el olor y la textura del excremento termina por envolver a quienes juegan a eso.
Mario Silva García
mariosilva@yahoo.com
Es decir, cualquier pendejo medianamente inteligente puede hacer uso de cualquier programa de edición para hacerlo (corta, pega, edita y graba). En cuanto a la repercusión mundial, no me aventuraría a darle la importancia que el Sr. Reyes muy alarmado le da a este jueguito de los fascistas.
Quiero recordarle a mi estimado Sr. Reyes que hace poco menos de siete años, se lanzó a la red social una supuesta historia vinculándome al famoso caso del niño Vegas Pérez. En ese escrito se aseguraba que yo le vendía drogas a “Fafá” Capecci, amén de una sarta de estupideces que no lograban encajar en tiempo y distancia. Y era muy simple, ni tenía la edad como para venderle drogas a los involucrados en ese caso y para remate vivía en Ciudad Bolívar, mi ciudad natal; ni por asomo vivía en Caracas.
Así pues que, respecto a toda la explicación técnica hecha por el Sr. Reyes, me resbala, no le doy la más mínima importancia.
Aclarado estos puntos que, según mi punto de vista, carecen de relevancia, paso al punto que sí me parece importante responderle al Sr. Reyes:
Primero que nada, bajo la fachada de un “análisis técnico” y en defensa del pundonor de todos aquellos que han sido mancillados por una página fascista como Noticiero Digital, el Sr. Reyes me acusa de “Homofóbico”, incluso, hasta sentencia que “tengo bien merecido toda la vergüenza que sufriré”. Subrayo esta frase, incluso subrayo también el delito que, según el Sr. Reyes, he cometido y que deberé pagar por secula seculorum, por pura curiosidad. El Sr. Reyes me acusa de homofóbico, pero unas líneas más arriba del mismo artículo dice textualmente. Cito: “…es evidente que quien hizo este video es homosexual y estaba viendo pornografía, la verdad es que no imagino a un heterosexual buscando en internet videos de pornografía homosexual hasta conseguir uno de alguien que se parezca a Mario Silva, sería un trabajo extenuante que le tardaría muchas horas”. Pregunto: ¿Acusa de homosexual a quien hizo el video? ¿Se deslinda el Sr. Reyes de ser homosexual para no ser acusado de lo mismo? ¿Se declara heterosexual el Sr. Reyes para aclarar cualquier duda al respecto? ¿Quién es el “Homofóbico”?
En segundo lugar, quiero aclararle al Sr. Reyes y no tengo ningún problema en entregarle una copia del programa en que yo mencioné el caso Capriles Radonski, cuando saqué el expediente de un ciudadano que en sus funciones de agente policial del Municipio Baruta fue víctima de un funcionario público que como diputado y presidente de la cámara de diputados, luego como alcalde de ese mismo municipio, ejerció la más brutal persecución en contra de ese agente policial hasta sembrarle expedientes que lo expulsaran del cuerpo de policía de Baruta, solo por estar cumpliendo con su deber. No se trataba de si Capriles Radonski es o no es homosexual que en más de una ocasión dejé bien claro que no me importaba. Se trata de la utilización del poder político para aplastar a un ciudadano… ¿Se le olvida Sr. Reyes que ese agente quedó en la calle y no pudo enfrentar el poder brutal que ejerció Capriles Radonski en su contra?
El problema, Sr. Reyes, no es si el poder de destruirle impunemente la vida a un ciudadano que cumplía con su deber, está en manos de un homosexual o de un heterosexual. El problema real es que Capriles Radonski le destruyó la vida a ese funcionario policial. Lo demás carece de fundamento.
Quiero creer que toda la exposición que usted hace en su artículo, realmente va en defensa de las personas que han sido atacadas desde medios fascistas como Noticiero Digital, La Patilla (que, por cierto usted no menciona) o cualquier página digital de los medios impresos privados. Pero, a estas alturas y después de ocho años y medio en Venezolana de Televisión, lamento informarle que la ingenuidad se me quedó en algún recodo de los ataques que he tenido que enfrentar. Pienso, Sr. Reyes, que usted tenía bien definido cuál era el contenido real que por mampuesto hace en mi contra y necesitaba expresarlo. Prefiero un ataque frontal a un legajo de incoherencias que pretenden intelectualizar una mentada de madre. Por eso soy tan criticado, Sr. Reyes, por ser directo y sin paz con la miseria.
Por último, Sr. Reyes, a excepción de usted que “aclara” ser heterosexual para defender la homosexualidad, yo no soy homofóbico. Tengo amigos homosexuales dentro del canal 8, VTV, y no tengo que aclarar mi heterosexualidad para decir que son excelentes personas tan humanas como usted o como yo. Me importa muy poco lo que haga o deje de hacer Alberto Federico Ravell y sus secuaces. Por lo menos, y eso sí es vergonzoso, no poseo un canal proveniente del narcotráfico. Hace años, Sr. Reyes que crucé la raya amarilla y, créame, creo que hay asuntos más urgentes que resolver a estar pendiente de una camarilla de enfermos que no escatiman recursos para moverse en un mar de excrementos… Al final, el olor y la textura del excremento termina por envolver a quienes juegan a eso.
Mario Silva García
mariosilva@yahoo.com
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