I
La propiedad privada en Venezuela, esta recibiendo tratamiento constitucional, justo, lógico y revolucionario. La tarea es decirlo a los 4 vientos.
Nuestro comandante, Hugo Chávez Frías, con la Constitución Bolivariana en la mano e interpretando aspiraciones y carencias del pueblo trabajador, puso el dedo en la llaga a la oligarquía “vende patria”. Identificó y caracterizó con enfoque socialista los tipos de propiedad: a) la propiedad privada particular que garantiza hogar, familia y sociedad, b) la propiedad privada “bien habida” de medios de producción para el trabajo productivo y c) la propiedad privada “mal habida” de medios de producción para la explotación.
Y como buen revolucionario salió a enfrentar esa situación, para devolverle la propiedad al pueblo, para recuperar las propiedades del Estado y para darle seguridad a la propiedad privada “bien habida”, esa que obtiene con trabajo digno para servir al prójimo, que se obtiene sin trampas, ni estafas, sin usura, ni chanchullos.
II
En primera instancia, Chávez mando a “parar” la Ley de Privatizaciones aprobada “inexplicablemente”, el 31 de Diciembre de 1997, por Caldera, Petkoff y su pandilla de senadores y diputados “vendepatria”. Con esa ley regalaron y desnacionalizaron SIDOR, ENSAL, VIASA, AEROPOSTAL, CANTV, ELECTRICIDAD DE CARACAS, ASTINAVE, centrales azucareros, flota de barcos, silos, puertos, aeropuertos y una lista inmensa de propiedades del Estado, de nuestras propiedades. Ellos hicieron la última gran expropiación al pueblo venezolano.
Vino la nacionalización de la tierra urbana. Se entregaron títulos de propiedad para que nunca más, la oligarquía vaya a desalojar la gente en los barrios para vender los terrenos a las transnacionales.
Vino la nacionalización de viviendas y vehículos. El gobierno nacional devolvió a la clase media, la propiedad de esos bienes que le habían sido expropiados por la banca privada mediante el satánico “Bono Balón”
Vino la nacionalización de CANTV y SIDOR para: que la patria tenga propiedad y soberanía, acabar con la perversa tercerización y hacer justicia social.
Vino la nacionalización de las empresas abandonadas por “sus dueños”, malhechores que se fueron en un intento golpista por afectar la economía y generar gran desempleo.
Vino la nacionalización de la banca privada cuyos dueños se robaron el dinero de los ahorristas y se fueron del país. El gobierno devolvió la propiedad a los ahorristas.
Vino la nacionalización de las grandes cadenas distribuidoras de alimentos, que estaban acaparando y especulando a diestra y siniestra. El gobierno salvaguarda el patrimonio familiar.
¿Afecta la nacionalización al pueblo trabajador, al empresario honesto, al industrial responsable?
Indudablemente que no. Afecta los grandes intereses de esa minoría diabólica llamada oligarquía, que monta monopolios; venda la patria; explota hombres y mujeres; evade impuestos; especula con dólares de CADIVI, matricula escolar y operaciones quirúrgicas; no paga IVSS ni Política Habitacional; no protege el ambiente; hace despidos injustificados; soborna; acapara alimentos, medicinas, cemento y vehículos y un millón de delitos mas.
Bienvenida las nacionalizaciones y las que faltan!
III
Tenemos el reto de combatir y derrotar el cáncer de la privatización. Necesitamos una LEY DE NACIONALIZACION de industrias y servicios estratégicos que están en manos del gran capital. También organizarnos y luchar por nacionalizaciones inmediatas:
- Distribuidora de alimentos FRIOSA en Guayana.
- Manantiales y otras fuentes de agua dulce, hoy en manos de transnacionales como Coca Cola y Pepsi.
- Transporte de Hierro y Bauxita por el Rio Orinoco.
- Empresas de Vigilancia en las dependencias del gobierno.
- Clínicas especuladoras.
- Instituciones educativas mantenidas con aportes permanentes del gobierno.
- Centros comerciales que tienen Mora con los impuestos.
¡Toda la Patria Bajo Control Obrero!
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