Una vez más me veo obligada a utilizar este medio para llamar la atención de su persona. Capitán Ortega Díaz, hace más de un mes (25/05/2010) le remití una misiva a través de Aporrea.org para encontrar una solución a mi problemática: soy madre soltera, trabajadora y profesional, y desde hace una década he intentado obtener una tarjeta de crédito con diferentes instituciones financieras, entre las cuales están: el extinto Banco Unión, Fondo Común, Banco Exterior, Banco de Venezuela (en la era Santander) y Mercantil. A pesar de ello, mi labor ha sido infructuosa, ya que se me ha negado reiteradamente ese derecho desde hace 10 años. Es importante resaltar que no es por una cuestión de estatus, vanidad o lujo, sino porque en realidad necesito de un mecanismo que me saque de apuros en momentos en los que yo no disponga de dinero en efectivo. Tal requerimiento se hace más urgente –y grave- al tener una niña de 2 años muy enfermiza y que en más de una oportunidad me ha hecho correr en horas de la madrugada.
A raíz de la estatización del Banco de Venezuela y de su aparente “nuevo perfil” inclusivo, me animé a introducir una nueva solicitud de tarjeta de crédito el pasado 21 de abril de 2010, con la esperanza de obtener gesto positivo. Lamentablemente, el día 24 de mayo el personal de la Agencia de Catia La Mar, estado Vargas, me esgrimió una excusa bien capitalista y mediocre: “Su solicitud ha sido denegada por falta de experiencia con otras tarjetas”. Pero, un momento, ¿no estamos hablando de una banca socialista integradora y no excluyente? Explíquenme despacito porque no entiendo.
En vista del infortunado suceso en la Agencia de Catia La Mar, estado Vargas, decidí dirigir una carta a usted, Capitán Humberto Ortega Díaz, con el objetivo de plantear mi caso. Días después de la publicación de mis líneas en Aporrea.org, me llamaron del Banco de Venezuela y se me prometió que estudiarían mi situación. Se me afirmó que la respuesta sería rápida y aún estoy aguardando por la solución. Por tal motivo, como a la semana de haber recibido la mencionada comunicación telefónica, fui una vez más a la Agencia de Catia La Mar. Allí una señorita me informó, con su cara muy lavada, que la política real del banco es no otorgar tarjetas a quienes no dispongan de emisiones plásticas de otras instituciones financieras y que desde un principio se me debió haber aclarado ese punto. ¿Quién dice la verdad entonces? ¿A quién le cree uno? ¿Es éste el Banco de Venezuela que necesitamos para la Revolución? ¿Es el Banco de Venezuela realmente de Venezuela o sigue en él la quinta columna del Grupo Santander?
Con todo el respeto, Capitán Humberto Ortega Díaz, creo que esto es el colmo de la ineficiencia y el sabotaje. Una vez más acudo a usted, máxima autoridad del Banco, para que me ayude en mi requerimiento. Cumplo con todos los parámetros para ser acreedora de una tarjeta: tengo un trabajo estable, devengo más de Bs.F 5.000 y no tengo cuentas pendientes con el sistema financiero nacional. Mi solicitud es la # 08204146. Agradezco infinitamente lo que pueda hacer por mí y también le recomiendo que haga una visita a la Agencia de Catia La Mar, estado Vargas, ya que no está cumpliendo con las directrices de una institución al servicio del pueblo y sus necesidades crediticias.
Número de teléfono: En archivo
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