miércoles, 21 de julio de 2010

Concesionarios de medios-patente de corso.

Eduardo Colmenárez Motamayor

En nuestro país es necesario prescribir a un pequeño pero poderoso número de compatriotas una medicina que un profesor de Control Fiscal nos hacía siempre referencia UBICATEX, y para estos en especial debería ser en muy alta dosis, con la finalidad de tratar de ubicarlas ya que piensan que este país es de su propiedad y pueden hacer lo que les da la real gana, sin mas ni mas.

Los actores y conductores del proceso de involución producido en la IV República permitieron la ubicación de los medios de comunicación privados, de manera especial a sus concesionarios (mas no propietarios), en un sitial indebidamente preferencial, producto quizás del chantaje que se dejaron hacer por los amos, al parecer, de lo que se debe hacer o no, sin tomar en cuenta la opinión de nadie, ni lo pautado por nuestros legisladores en el texto legal.

Cuando vemos que el señor que no tenía un pelo de tonto y que por supuesto no mintió, porque en realidad eso era…. de tonto nada, y salió, como nos han tenido acostumbrados estos últimos tiempos nuestros guardianes del dinero que a ellos confiamos, con nuestros ahorros disparado…. y si hablamos de prestar plata…de eso nada, a menos que podamos demostrar que no necesitamos lo que nos puedan prestar. Por otro lado tenemos a otro señor que tenía bien cuidado en “su casa unos carritos”, y que admitió públicamente en el propio medio que preside (hecho evidente y notorio) que era un acaparador, como decimos los abogados “a confesión de parte, relevo de prueba”, amén de estar convicto, confeso y prófugo de la justicia. Y ahora para colmo el Estado que es por derecho y mandato de la ley el garante de las acciones tanto de este señor sin un pelo de tonto, del acaparador, así como de otro fallecido, y particularmente en este último caso ya que no existe en nuestra legislación el derecho a sucesión de una concesión, el espectro es propiedad del pueblo el cual entrega al gobierno de turno su administración y el derecho a adjudicar este tipo de concesiones, según ellos no puede intervenir en un negocio que solo y únicamente por su torpeza pasó a formar filas el Estado en representación del pueblo.

Una vez analizados estos aspectos, nos parece por demás, un lenguaje cantinflérico, que todavía pretendan estos mercenarios de la información, pensar que el Estado se va a quedar con los brazos cruzados y no va a vigilar lo que es, no solamente propiedad de todos los venezolanos, sino además el negocio que puede garantizar el dinero de los ahorristas que confiaron en un señor que los dejó, cortos y sin vista.

No existen venezolanos de primera, ni de segunda, todos estamos sujetos a la misma ley, nadie puede hacer valer un poder que ostenta para transgredir la ley, y para colmo cuando este poder ha sido obtenido por adjudicación del Estado en nombre del pueblo, para utilizarlo en contra de ese mismo pueblo que si es el que tiene el legítimo poder.

Subterfugios legales no valen en este caso, el Estado esta en la obligación de poner en una junta directiva de un medio que es del pueblo a vigilar un negocio que obligado y por manejos torpes lo han llevado a intervenir, a quien mejor le parezca, gústeles o no. Y lo que es peor aún cuando no tienen, por esa única y sola torpeza, ni siquiera en sus manos el número de acciones para disponer sobre el negocio comunicacional que mal llevan. Por sus hechos los conoceréis.


educomve@hotmail.com

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