Elena Duque
AmecoPress. La discriminación hacia las mujeres muchas veces resulta casi imperceptible al permanecer tan intrínseca a la sociedad que llega a pasar por algo normal. La activista norteamericana Kate Millett escribió en 1970 un ensayo bajo un punto de vista crítico tanto de la historia como de la literatura de sus autores contemporáneos, llamando la atención sobre la obra de Miller o Lawrence. Cátedra reedita ahora “Política Sexual” en su colección Feminismos.
A pesar de su modernidad, este ensayo se ha convertido en las décadas posteriores a su publicación en una lectura necesaria de la literatura feminista. Quienes lo leyeron entonces recogerán sin duda nuevos frutos de su relectura y para quienes se trate de la primera vez, su actualidad les servirá como hábil herramienta crítica en el pensamiento feminista.
Millett se sumerge en el análisis del modelo patriarcal tratando de señalar algunas de sus evidencias a lo largo de la sociedad de los siglos XIX y XX, para después provocar una reflexión crítica sobre el papel de las mujeres y la identidad de género en la literatura escrita por varones que goza con gran reconocimiento en la época.
A pesar de su modernidad, este ensayo se ha convertido en las décadas posteriores a su publicación en una lectura necesaria de la literatura feminista. Quienes lo leyeron entonces recogerán sin duda nuevos frutos de su relectura y para quienes se trate de la primera vez, su actualidad les servirá como hábil herramienta crítica en el pensamiento feminista.
Millett se sumerge en el análisis del modelo patriarcal tratando de señalar algunas de sus evidencias a lo largo de la sociedad de los siglos XIX y XX, para después provocar una reflexión crítica sobre el papel de las mujeres y la identidad de género en la literatura escrita por varones que goza con gran reconocimiento en la época.
El estudio está dividido en tres grandes partes. La primera trata de evidenciar el aspecto político que reviste a la condición sexual en la sociedad moderna. En la segunda se desplaza esta hipótesis a la práctica analizando la sociedad en los inicios del siglo XX desde la perspectiva de la transformación de las relaciones sexuales tradicionales.
En la tercera, Millett dirige su mirada a la literatura escrita por varones que han pasado a ser los autores más representativos de la época. La escritora estudia a D. H. Lawrence, a Henry Miller y a Norman Mailer, por una parte, contrastando su obra con la de Jean Genet.
La obra fue inicialmente publicada en EEUU en 1970 y traducida por primera vez al castellano en 1975 en México. En el prólogo de esta edición, Amparo Moreno Sardá señala que “por aquel entonces, en España, el movimiento feminista empezaba a salir a la luz pública, y el hecho es que la obra de Millett provocó cierto escándalo en los ambientes progresistas”.
Millett no ha tenido una vida fácil a pesar del valor académico de su obra. Autora de otros títulos como “Cuadernos de la prostitución: un diálogo cándido”, “Sita” que trata sobre el amor, o “The Loony-Bin Trip” sobre la estancia en un hospital psiquiátrico, en 1988 se preguntaba apesadumbrada “¿somos las mujeres incapaces de honrar nuestra propia historia?”. Su reconocimiento no le ha servido en la vida para conseguir una buena posición, y se gana la vida desde hace años vendiendo abetos de Navidad.
A pesar de las dificultades, la autora no ha abandonado su activismo. El pasado mes de marzo, a sus 75 años, Millett visitó Madrid y dio una conferencia en el Instituto de la Mujer donde demostró seguir al día en cuestiones como la música o los videojuegos.
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