¿Qué aviesa intención conduce a un gobierno cuyo mandato está a punto de fenecer, a escenificar acciones de tanta arbitrariedad y torpeza como las impulsadas por Colombia ante el Consejo de Seguridad de la OEA? Nada frenó la comparecencia del representante del Gobierno colombiano ante la organización.
Insulza, muy complaciente, tendió la alfombra roja al representante del país neogranadino. ¡Qué papelón! El de Colombia, claro.
Si agrupamos las acciones internacionales impulsadas por la derecha contra nuestro país, vemos que todas están concatenadas: los voceros del Departamento de Estado, cada vez más radicales; el Parlamento Europeo; los obsesos del PP español, y hasta el Vaticano se ha permitido la ligereza de opinar con respecto a las políticas del Gobierno venezolano.
Se pretende un cerco mundial al país bajo las banderas de la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y las guerrillas.
Ni hablar de las ONG especializadas en la supuesta defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión. Todos a una. Contra Venezuela, manejando infundios y amenazas falaces alimentadas por un odio patológico hacia nuestro Presidente. Nada dicen ni muestran preocupación por la muerte de campesinos, por los falsos positivos, por la fosa común más grande, con más de 2 mil muertos, encontrada recientemente.
El uribismo salió en perfecta sincronía, en los estertores de este gobierno, en los últimos días de este terrible personaje en el poder, a difamar a nuestro país y a hacer imputaciones con unas pruebas sumamente débiles que no resisten ni un tibio análisis. Lo peor: la intervención de Luis Alfonso Hoyos, representante de Colombia ante la OEA.
Desencajado, gritón, ofensivo, condenatorio, rompió todas las normas diplomáticas. En aquel escenario, hizo el papelón del año.
El tipo pedía fuera de sí: "todas las naciones del mundo, la ONU, el Consejo de Seguridad, la OEA, todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos, todos, todos; vamos, vamos a Venezuela a investigar, a revisar, a buscar a los guerrilleros que viven allí bajo la mirada complaciente del gobierno de Chávez".
En tono parsimonioso, Roy Chaderton, representante de Venezuela, ripostó: Bien, vamos todos también a ver las siete bases de Estados Unidos. ¡Colombia quedó en el hoyo!
Periodista
Insulza, muy complaciente, tendió la alfombra roja al representante del país neogranadino. ¡Qué papelón! El de Colombia, claro.
Si agrupamos las acciones internacionales impulsadas por la derecha contra nuestro país, vemos que todas están concatenadas: los voceros del Departamento de Estado, cada vez más radicales; el Parlamento Europeo; los obsesos del PP español, y hasta el Vaticano se ha permitido la ligereza de opinar con respecto a las políticas del Gobierno venezolano.
Se pretende un cerco mundial al país bajo las banderas de la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y las guerrillas.
Ni hablar de las ONG especializadas en la supuesta defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión. Todos a una. Contra Venezuela, manejando infundios y amenazas falaces alimentadas por un odio patológico hacia nuestro Presidente. Nada dicen ni muestran preocupación por la muerte de campesinos, por los falsos positivos, por la fosa común más grande, con más de 2 mil muertos, encontrada recientemente.
El uribismo salió en perfecta sincronía, en los estertores de este gobierno, en los últimos días de este terrible personaje en el poder, a difamar a nuestro país y a hacer imputaciones con unas pruebas sumamente débiles que no resisten ni un tibio análisis. Lo peor: la intervención de Luis Alfonso Hoyos, representante de Colombia ante la OEA.
Desencajado, gritón, ofensivo, condenatorio, rompió todas las normas diplomáticas. En aquel escenario, hizo el papelón del año.
El tipo pedía fuera de sí: "todas las naciones del mundo, la ONU, el Consejo de Seguridad, la OEA, todas las organizaciones defensoras de los derechos humanos, todos, todos; vamos, vamos a Venezuela a investigar, a revisar, a buscar a los guerrilleros que viven allí bajo la mirada complaciente del gobierno de Chávez".
En tono parsimonioso, Roy Chaderton, representante de Venezuela, ripostó: Bien, vamos todos también a ver las siete bases de Estados Unidos. ¡Colombia quedó en el hoyo!
Periodista
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