Las acusaciones de Colombia contra Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), tienen como objetivo incidir en las elecciones parlamentarias del 26S, creando la matriz de opinión de que el gobierno del presidente Chávez apoya el terrorismo y el narcotráfico. Esta acción del gobierno de Uribe no es nueva, solo que ahora se hace con más fuerza para influir en el electorado venezolano. Se trata de un plan bien orquestado por la derecha internacional, que tiene como director al imperio de los Estados Unidos y como principales actores al mafioso presidente de Colombia Álvaro Uribe y al chileno Secretario General de la OEA José Miguel Insulza.
Como oficial del glorioso Ejército venezolano, que en el transcurso de mi carrera militar, duré 9 años de actividad profesional en la frontera noroccidental con la república de Colombia, puedo afirmar con propiedad, que las fuerzas armadas de Colombia abandonaron la frontera con Venezuela permitiendo que las fuerzas armadas irregulares de ese país cometieran infinidades de crímenes atroces en poblaciones fronterizas colombianas y que pasaran a territorio venezolano a atacar instalaciones militares, extorsionar, secuestrar, asesinar y un sin fin de actividades criminales. Es necesario hacerse una pregunta ¿De quién es la responsabilidad de que elementos armados irregulares de Colombia pasen ilegalmente a nuestro territorio a cometer acciones criminales. Del gobierno colombiano o del venezolano? Sin duda alguna es del gobierno colombiano. Voy a dar un ejemplo explicativo de la situación: si alguien en su casa tiene un perro bravo, y ese perro bravo por descuido, negligencia o con intención del responsable de cuidarlo, se sale de su casa y consigue la puerta de la casa del vecino abierta, entra en ella y muerde a los habitantes de la casa del vecino ¿De quién es la responsabilidad. Del vecino que dejo la puerta abierta? ¡No! Sin duda alguna que la culpa es del encargado de cuidar al perro.
Es irónico y estúpido acusar al gobierno del presidente Chávez por la entrada ilegal de elementos irregulares colombianos a territorio venezolano. Lo lógico es que el gobierno venezolano acusara al colombiano por permitir la salida de estos grupos de su territorio para que entren a Venezuela a cometer crimines.
Las autoridades y cuerpos de inteligencia venezolanos deberían abrir una profunda investigación de la entrada de paramilitares colombianos a nuestro territorio. Son grupos organizados que siembran la violencia en nuestros barrios, que asesinan a dirigentes campesinos, que secuestran, que trafican droga y buscan generar un alto clima de inseguridad para causar descontento en la población y crear un caldo de cultivo para la desestabilización del País. En lo particular no tengo dudas que la siembra de paramilitares en Venezuela es un plan del imperio estadounidense usando al gobierno colombiano, dentro del esquema de la guerra de cuarta generación.
Venezuela le ha tendido su mano hermana a mas de 4 millones de colombianos que han salido de su País huyendo de un espiral de violencia que tiene más de 50 años. Los pueblos de Colombia y Venezuela somos hermanos, hijos de nuestro Padre Libertador Simón Bolívar.
El hermano pueblo de Colombia tarde o temprano reaccionará contra la oligarquía, la misma que traicionó a Bolívar y que hoy bajo la dirección del imperio estadounidense quiere dividir nuestra Patria Grande, nuestra América del Sur para evitar que seamos libres y soberanos.
El objetivo principal del imperio estadounidense es adueñarse de la reserva probada de petróleo más grande del mundo que se encuentra en Venezuela. Para lograr esto, el imperio sabe que tiene que sacar a Chávez de la presidencia, porque es el líder de un pueblo que decidió ser libre, y que esa llama de libertad y soberanía recorre avivada, los pueblos de América del Sur.
*Dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
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