viernes, 11 de diciembre de 2009

El único asalto armado al Congreso estadounidense fue liderado por una independentista boricua.


Marianela Tovar

55 años del sublime heroísmo de Lolita Lebrón

Muchas mujeres han participado en la lucha por la independencia de Puerto Rico, pero pocas han dejado una huella indeleble en la historia de resistencia contra el colonialismo estadounidense. Lolita Lebrón, la costurera de Lares, será inmortalizada, a sus 89 años, en un documental que rescatará del olvido este episodio que marcó al resto de los movimientos anticolonialistas boricuas. Calle 13 le debe una pieza a una de los dos sobrevivientes del asalto a la Casa Blanca.


Surge una líder nacionalista

Dolores “Lolita” Lebrón Sotomayor, nació el 19 de noviembre de 1919, en Lares, Puerto Rico. En su temprana juventud se unió al Partido Liberal, pero su posición política cambió como resultado del asesinato de un grupo de nacionalistas en la llamada masacre de Ponce, en 1937. A partir de este evento, Lolita Lebrón empieza a desarrollar su consciencia nacionalista. En 1941, con 21 años de edad, emigró a la ciudad de Nueva York, en donde empezó a tener problemas para encontrar trabajo, debido al racismo y a que no hablaba inglés. Trabajó como costurera en varias fábricas y comenzó a protestar contra la discriminación que experimentaban las trabajadoras puertorriqueñas, razón por la cual fue despedida en varias ocasiones.



En la década de los cuarenta, se produjo una masiva inmigración de puertorriqueños a Nueva York (alrededor de 61.000). La situación económica de la isla y los altos índices de desempleo, empujaron a muchos campesinos y trabajadores agrarios a emigrar a los Estados Unidos. Lebrón fue testigo de las terribles condiciones de pobreza y la discriminación que experimentaban permanentemente los puertorriqueños. En 1947, empezó a militar en el Partido Nacionalista. Su compromiso, iniciativa y disciplina le fue granjeando posiciones de liderazgo en el partido hasta el punto de ser nombrada su Delegada en Estado Unidos.



El Partido Nacionalista de Puerto Rico lideró una serie de levantamientos armados y revueltas como parte de una estrategia política dirigida no sólo a combatir al gobierno colonial de Estados Unidos, sino para dar una respuesta contundente a propuesta de aprobación del nuevo estatus político de Puerto Rico: el Estado Libre Asociado, considerado un farsa colonial. El 30 de octubre de 1950, se produjeron varios levantamientos e insurrecciones armadas en los pueblos de Jayuya, Utuado, Peñuelas, Mayagüez, Naranjito, Arecibo y se atacó a la residencia del gobernador, La Fortaleza. El levantamiento más notable fue el del pueblo de Jayuya (liderado por Blanca Canales), en donde izó la bandera de Puerto Rico –acto penado por la ley- y se declaró la República Libre de Puerto Rico. Las insurrecciones terminaron en una terrible represión y masacre, en la que participaron aviones de guerra contra la población. Pedro Albizu Campos y Blanca Canales fueron encarcelados, junto con cientos de puertorriqueños.

En Estados Unidos también se produjo otro acto anticolonial, el primero de noviembre, Oscar Collazo y Griselio Torresola intentaron matar al presidente Harry S. Truman en su residencia, la Casa Blair. Los dos puertorriqueños intercambiaron disparos con el oficial de seguridad y Torresola resultó muerto. Collazo quedó gravemente herido, fue detenido y sentenciado a la pena de muerte. Inmediatamente, Lolita Lebrón se unió al “Comité de Defensa de Oscar Collazo” y se organizaron varios eventos públicos. Finalmente, el presidente Truman cambió su sentencia a cadena perpetua.

El líder y teórico del partido, Pedro Albizu Campos, comenzó a planificar un ataque a “tres posiciones, las más estratégicas para el enemigo”: el Pentágono, la Casa Blanca, el Capitolio y la Corte Federal. Estableció contacto con Lebrón, quien se empezó a reunir con un grupo de tres nacionalistas -Rafael Cancel Miranda, Andrés Figueroa e Irving Flores Rodríguez- para atacar las algunas posiciones en Washington. Lebrón decidió liderar al grupo, estudio el plan, analizó las debilidades y concluyó que lo más efectivo era un ataque a la Cámara de Representantes del Congreso. La fecha programada fue el primero de marzo de 1954, elegida con el fin de llamar la atención sobre la situación colonial de Puerto Rico en la inauguración de la Conferencia Interamericana que se iniciaría ese mismo día en Caracas y por estar cerca de la fecha de conmemoración de la Masacre de Ponce, el 22 de marzo de 1937.

El ataque a la Cámara de Representantes

En la mañana del lunes primero de marzo de 1954, Lolita Lebrón se dirigió al Gran Terminal Central de trenes, donde se reunió con tres miembros del grupo. Compraron un ticket de ida desde Nueva York a Washington, porque pensaban que no iban a regresar vivos. En esta ciudad, se encontraron con Rafael Cancel Miranda y se dirigieron hacia el capitolio. Entraron al edificio como cualquier turista y subieron a la galería de visitantes. Se sentaron unos minutos a oír la discusión que tenían los congresistas sobre los inmigrantes indocumentados mexicanos. A las 2:32 pm, Lebrón se puso de pie y gritó “¡Viva Puerto Rico libre!” y empezaron a disparar sus pistolas alemanas (según algunos, Luger 45), inmediatamente, desplegaron la bandera puertorriqueña.

De los 243 congresistas presentes, cinco resultaron heridos en el asalto. En el momento que fue arrestada, Lolita Lebrón dijo, “No vine a matar a nadie, vine a morir por Puerto Rico”. Fueron acusados de cinco cargos de intento de homicidio y cinco cargos de asalto con armas de fuego. A Lolita Lebrón se le sentenció a cumplir de 16 años y 8 meses a 50 años de cárcel. A sus tres compañeros se les sentenció de 20 a 75 años de cárcel cada uno. Indudablemente, hoy serían acusados de actos terroristas bajo la nueva política estadounidense.

Ha sido la primera y única vez en la historia de Estados Unidos que el Congreso ha sufrido un ataque. Esta acción es considerada como una de los más importantes en la historia de la lucha por la independencia de Puerto Rico, comparable al Grito de Lares y el Grito de Jayuya. Fueron actos de gran coraje, si se tiene en cuenta que en esos años, los Estados Unidos practicaba una clara política represiva y anticomunista, conocida como macarthismo.

Lolita Lebrón: Libre y firme

Lolita Lebrón y sus compañeros se negaron a utilizar el mecanismo de la libertad bajo palabra. Estuvieron presos por 25 años. Lolita estuvo encarcelada en la Institución Federal Industrial para Mujeres en Alderson, Virginia del Oeste hasta que, en 1979, el presidente Jimmy Carter indultó a todos los involucrados. Después de su liberación, los cuatro nacionalistas regresaron a Puerto Rico, donde fueron recibidos como héroes.

En el año 2001, volvió a prisión al negarse a pagar 30.000 dólares de la fianza que le impuso una magistrada por el delito de traspasar las instalaciones militares de Vieques. A sus 89 años de edad y a pesar de su delicado estado de salud, sigue de cerca las actividades organizadas por los grupos independentistas.

Lolita Lebrón y Rafael Cancel Miranda, son los únicos sobrevivientes del asalto al congreso estadounidense. Lolita Lebrón ha recibido varios reconocimientos y homenajes. Varios libros se han escrito sobre su vida. Ha inspirado varias obras y, actualmente, se está realizando un documental sobre su vida.

Marianela Tovar

tmarianela@yahoo.com

No hay comentarios: