miércoles, 5 de agosto de 2009

Madres del Barrio protagonizan la historia.


Mariela Pérez Valenzuela

En los programas sociales desarrollados por la Revolución Bolivariana liderada por el presidente Hugo Chávez, la mujer venezolana siempre ha estado presente. La realidad es hoy muy diferente para la masa femenina. Nuevas razones para hallarle un sentido a la vida encuentran muchas de ellas, antes discriminadas y olvidadas.

Uno de esos proyectos reconoce a la valiente mujer que fue Josefa Joaquina Sánchez. La misión Madres del Barrio lleva su nombre, para orgullo de las venezolanas humildes convertidas en sus protagonistas, en un esfuerzo del gobierno revolucionario para acabar con la pobreza y la exclusión, especialmente del sexo femenino.

Madres del Barrio nació en el año 2006 con varios objetivos, entre ellos garantizar la inclusión a la actividad socio-productiva de progenitoras que realizan labores en el hogar, además de otros miembros de su familia en condición de pobreza extrema; asegurar la atención primaria y la seguridad social de esas personas, hasta favorecer el desarrollo de la equidad de género en una sociedad tradicionalmente machista.


Estas mujeres y sus familias son beneficiadas por los distintos programas puestos en ejecución por el gobierno liderado por Chávez.


Así, por primera vez reciben atención de salud de forma gratuita gracias a la misión Barrio Adentro, nacida en 2003 con la participación de varios miles de colaboradores de la salud cubanos; aprendieron a leer y a escribir durante la campaña de alfabetización que convirtió a Venezuela en la segunda nación latinoamericana (después de Cuba) libre de ese flagelo en 2005, mientras muchas prosiguen los estudios y se encuentran incorporadas a las misiones educativas Robinson II (para alcanzar el sexto grado), Ribas (bachillerato) y Sucre (universidad).

Madres del Barrio también atiende a las féminas y otros ciudadanos de bajos recursos económicos mediante las Casas de Alimentación Popular, las misiones Cultura y Barrio Adentro Deportivo, y el Programa Guaicaipuro, dirigido a la población indígena.

Algunas de ellas también se benefician de la misión Vuelvan Caras, la que las prepara para ejercer un oficio y luego les permite incorporarse a la vida laboral agrupadas fundamentalmente en pequeñas cooperativas creadas con un crédito sin intereses, otorgado por el gobierno.

De manera temporal y hasta que se creen las condiciones para que se sumen a las actividades productivas y mejoren su situación, las mujeres reciben una ayuda económica a partir de una evaluación previa.

Para efectuar esta tarea se constituyeron los Comités de Madres del Barrio (CMB), integrados por sus congéneres de la comunidad, ya sean beneficiarias o participantes de la Misión.

El artículo 88 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela plantea: "El Estado reconocerá el trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a la seguridad social de conformidad con la ley."

Madres del Barrio nació para cambiar la vida de cientos de miles de estas personas, en una sociedad en la que por primera vez mujeres y hombres poseen las mismas oportunidades y un futuro esperanzador.

JOSEFA JOAQUINA SÁNCHEZ, VALEROSA MUJER

La Guaira, capital del Estado venezolano de Vargas, en el centro norte del país, tuvo el privilegio de ver nacer a Josefa Joaquina Sánchez el 18 de octubre de 1765, una valerosa mujer que bordó la primera bandera de Venezuela.

Casada con José María España, uno de los precursores de la Independencia de Venezuela, Josefa Joaquina elaboró y distribuyó propaganda a favor de la emancipación nacional. Sus ocho hijos, a quienes atendía, no fueron un impedimento para su actividad revolucionaria.

A comienzos de 1799 los planes de su esposo fueron develados, y según consta en el libro Encuentros con las Heroínas de la Patria, del Instituto Nacional de la Mujer, uno de sus esclavos confesó que su ama, doña Josefa Joaquina, le había dicho que "indujera a los demás negros de su hacienda y las inmediaciones a que se levantasen y viniesen para La Guaira en contra de las autoridades españolas".

Razón suficiente para que fuera interrogada por los representantes de la Corona, quienes no le extrajeron una sola palabra que comprometiera su vida, la de su esposo y de otros compañeros de lucha.

El amor que sentía por el padre de sus hijos —cuyo paradero era desconocido— la llevó a inmolar su honor cuando, grávida de su último hijo, le preguntaron si sabía dónde estaba su esposo y respondió: "¿Y acaso no hay en el mundo otro hombre que José María España?".

Josefa Joaquina guardó prisión; en abril de 1799 la trasladaron a Caracas, donde la mantuvieron incomunicada, y en mayo de ese mismo año (…) "ante los ojos de su esposa presa en el calabozo frente a la Plaza, el cuerpo ensangrentado de José María España queda colgado del patíbulo….", según se describe en Encuentros con las Heroínas…

Cumplió ocho años y diez meses de prisión. Al escribirle al gobernador para que le permitiera a sus hijos continuar estudios en la Universidad de Caracas, le fue negada esa posibilidad y junto a ellos fue enviada a Cumaná, donde residió hasta su fallecimiento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

quisiera saber si mi mama esta en el listado de las madres del barrio en upata