Ricardo Pérez.
En un artículo publicado anteriormente mencioné que “no es la primera vez que el capitalismo mundial colapsa”, pues en términos muy generales siempre ha estado en crisis o ha tenido que recurrir al uso de los ejércitos y el saqueo de naciones enteras (V Lenìn) para sostener sus consecuentes y reiterativas quiebras, matando a millones de personas en el mundo bajo acciones de guerra “justificadas” en supuestos de libertad y bien común de la humanidad.
Para nuestros tiempos el capitalismo ha embebido todas las esferas de la vida y en lo único que no ha podido intrometerse –– porque sencillamente no le interesa ni le es posible –– es en la superación de la pobreza (salud, educación, viviendas, alimentos etc). Por ello –– y no digo nada novedoso con esto –– son las contradicciones inherentes a su sistema las que reiterativamente producen su descalabro.
Marx en este aspecto parece estar mas vigente que nunca, sin embargo, no abordaré sus postulados generales sino que trataré de hacer en ésta oportunidad énfasis en una de las tantas contradicciones relevantes para el momento, aunque no la única por su puesto.
Como sabemos, la contradicción a la que me refiero en esta oportunidad tiene una amplia relación con los llamados capitales o finanzas y con la caída del sistema, si, es ésa misma que tiene aires de desmaterializaciòn de la producción (post-modernismo) o lo que es igual, el valor intangible de una conjunción directa que suprime las relaciones mercancía-dinero-mercancías, para adentrarse de lleno en la intangibilidad de una relación dinero-dinero que rebasa las relaciones capital/salario (Marx).Ésta relación donde el dinero produce dinero tiene otras aristas muy interesantes que tiene que ver con el dinero plástico y con las reservas de capital basados en papel moneda (Dólares) y no en reservas metálicas (Crisis de 1971, guerra de Vietnam 1972, fin de Bretón Woods 1944). Las especulaciones en este sentido hablan no sólo de las ya conocidas estafas y quiebras de bancos y empresas (Enron, Stanfort Bank, etc), también de las consecuencias que produce el no existir o necesitar mano de obra para generar riqueza que se concentra y reconcentra cada día más en manos de menos personas, donde bancos, trasnacionales y organismos internacionales (FMI. BMC, ONU etc) operan como ejes de ejecución a nivel mundial.
Esta visión metálica de la vida cuenta con sus propias “máquinas de producir verdes” que no dan cuenta a nadie, siendo ellas mismas sus propios referentes (Devaluación ante el oro, R. Nixòn) y una vergüenza para la humanidad o más específicamente para la ONU que ha sido el organismo promotor que ahora se enaltece como si fuera un bien para la humanidad.
Las cosas sin embargo pasan por varias vertientes entre las que podemos señalar como la desaparición del dólar para lavarse –– EE.UU. –– las manos como Pilatos (Véase informe CIA) y que viene siendo introducido muy astutamente como una consecuencia en contra de sus intereses, siendo totalmente lo contrario.
Frente a esto hay que ponerle el ojo a las iniciativas de China y las declaraciones de un vocero del Banco Central Chino, Inglaterra (Gordon Brown) y a declaraciones como las de Lula de Brasil, que aparentan un apoyo a esas propuesta y donde advierte de los posibles fracasos de la cumbre G-20 y los estallidos sociales latentes en EE.UU., (6,5% desempleo) donde se esgrime la necesidad de sustituir al dólar como referente mundial.
No cabe duda que ante esto se daría una salida cómoda a EE.UU., aunque diga precisamente Barack Obama algo así como: “no es tiempo de eso amigo” cuando en realidad es la salida más fácil para ellos que accionan como siempre diciendo A y haciendo B, por lo tanto, no lograran levantar del piso al sistema que ya no da al traste con la realidad humana y natural, pues están socavadas todas sus bases filosóficas, epistémicas y políticas, y lejos de tratar de superar la crisis se hace necesario pensar en un nuevo tipo de sociedad que bien pudiera comenzar por ser una “sociedad social”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario