domingo, 22 de febrero de 2009

La patria somos todos.

Julio Escalona


Así dijo el Presidente Chávez. Tiene razón. Sólo cerca del 10% de los habitantes de Venezuela representa los intereses transnacionales, pero tiene gran poder manipulador y logra arrastrar a más del 40% de la población. El 90% es pueblo, pero la fuerza de la tradición y la costumbre más los prejuicios anticomunistas, los señuelos donde están inscritos los dogmas y equivocaciones del socialismo del siglo XX, los mitos sobre la propiedad privada, la pérdida de la patria potestad, el secuestro de los niños para educarlos bajo orientaciones contrarias a la familia, etc., más los errores del proceso venezolano, han creado resistencias y rechazos hasta ahora insolubles. La victoria del 15-F puede ser el punto de viraje estratégico que vaya disolviendo ese bloque. Profundizar que la patria somos todos demostrándolo en el día a día, es un rumbo estratégico imprescindible.
El pueblo chavista ha madurado. Más de un millón está todavía por ahí. No votan por la oposición, pero la insuficiente gestión del gobierno en aspectos claves y deficientes gestiones locales y regionales, los mantiene a la expectativa. Confían en el Presidente, pero esperan más. El pueblo que consecuentemente sigue votando sí, también espera más. Esta votación no es un cheque en blanco y el Presidente lo sabe.
El Sí es un claro reconocimiento al liderazgo del Presidente. También el No, que básicamente es antichavismo, el motor que mueve a la oposición.
El sí contiene esperanzas. En la eficacia del gobierno central y los gobiernos locales; en la erradicación de la corrupción y los bribones “rojos rojitos”; la derrota de la inflación, de la inseguridad; la mejora de la educación y la salud; que los consejos comunales no sean ni del partido ni del Estado, sino de ese 90% que no tiene otro destino que ser patria; que se siga manteniendo la gran diversidad del movimiento bolivariano; que los valores espirituales triunfen sobre el consumismo materialista; que superemos la ideología petrolera; que la ecología triunfe sobre la economía y esta se reconozca como parte de la complejidad ecológica.
El equipo que coordina el embajador Valero en la ONU, acompañará luchando en los escenarios mundiales.
El año nuevo ancestral comienza en febrero. Que este Sí represente de verdad una nueva época.

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