Pbro. Ronal Vargas Araya
Esta noche no puedo dormir, lo intento pero mis ojos no se quieren cerrar. Las bombetas que revientan por todas partes, los pitos constantes de los carros, los gritos alegres y las sonrisas abiertas de quienes estamos alojados desde hace cuatro días en el hotel ALBA de Caracas, las palabras del Comandante Hugo Chávez que resuenan a lo lejos, recordando a San Pablo: “Me gastaré y desgastaré por ustedes…estoy para servir a los que sufren, en especial a este sufrido pueblo que ya nunca más se pondrá de rodillas ante potencias extranjeras”, me tienen acelerado. Me resigna que tampoco Caracas hoy dormirá, pues debe inaugurar desde mañana lo que el presidente ha denominado “el inicio de la semana del amor”. Pues sí, por esas cosas extrañas de la vida, aquí estoy en la patria de Bolívar, invitado por la embajada de Venezuela, como representante de CARITAS, para ejercer como uno más de los 98 “Acompañantes Internacionales” (antes llamados Observadores internacionales). Una magistrada del evento me dijo con sonrisa irónica: “nunca antes el Gobierno había invitado a un sacerdote como Acompañante, que extraño…” Pero para algo me quería Dios en esta delicada tarea que compartí con magistrados, parlamentarios, abogados, políticos y otros líderes sociales, mujeres y hombres de Latinoamérica y Europa comprometidos con las causas sociales. Estas elecciones eran fundamentales para la continuidad del socialismo bolivariano, tal como lo había dicho días anteriores el presidente Chávez: “Me estoy jugando en estas elecciones mi futuro político”. Hace un par de horas, nos llevaron a los 98 Acompañantes Internacionales hasta el CNE (Consejo Nacional Electoral) para escuchar de boca de su presidenta, Tibisay Lucena, la diferencia de 9 puntos porcentuales entre el SI a la reforma constitucional y el NO, cuando ya se habían contabilizado un 94% de las mesas de todo el país. Nos sentaron en primera fila, como testigos de honor de un triunfo que me hizo revivir las emociones del único referendo celebrado en Costa Rica, lastimosamente ganado con las artimañas políticas de los expertos electorales de siempre. Algunos venezolanos radicados en Costa Rica me habían insinuado la inconveniencia de venir a su patria, pues no veían bien que un Cura bendijera con su presencia una elección de antemano “fraudulenta” e injusta, pues “la oposición” no puede expresar sus argumentos en ese “régimen dictatorial y controlador de la libre expresión”. A pesar de los temores, y con el permiso de mi Obispo, me animé a venir a Venezuela a cumplir la delicada misión de ser testigo visual de un proceso electoral en el que yo acepté cumplir sus principios rectores: respeto a la soberanía, respeto a la legalidad, imparcialidad, neutralidad y transparencia…precisamente los mismos principios que no quiso respetar aquel eurodiputado español, por eso mismo expulsado del país sólo dos días atrás… Les digo con la sinceridad que me caracteriza y por la que he tenido y seguiré teniendo no pocos problemas: “en mi vida no he participado de un proceso electoral tan transparente, democrático, participativo, ágil y moderno como el de este recién pasado Referendo venezolano”. Fui “fiscal general” en el referendo del TLC en mi país y experimenté tantas irregularidades que todavía no termino de contar y menos de digerir. De haberse aplicado los mismos valores en aquel referendo de Costa Rica, sin duda que “otro gallo hubiera cantado”. El caso que hoy celebramos en la patria de Bolívar ha sido bien distinto: 1. La misma “oposición” perdedora en los comicios en ningún momento cuestionó la trasparencia del CNE, antes, durante o después del proceso electoral, pues participó activamente en sinnúmero de auditorías en diversos momentos. 2. Los medios de comunicación social masiva (TV, radio y prensa escrita), la mayoría en control de la empresa privada, se manifestaban abiertamente en contra del Gobierno, a favor del NO. Por lo que la “libre expresión” era más difícil para el Gobierno de Chávez, con menos MCS a su favor. 3. Las cadenas informativas nacionales e internacionales, particularmente CNN, siempre presentaron malintencionadamente el Referendo como una eternización de Chávez en el poder, sin aclarar que lo que realmente se consultaba era la posibilidad de reelección para los mejores funcionarios públicos que el pueblo quisiera premiar con el voto, fueran Gobernadores(as) (art. 160), legisladores(as) (art. 162), alcaldes o alcaldesas (art. 174); diputadas(os) (art. 192) y el presidente o la presidenta (art. 230)… Y eso HOY lo decidió positivamente el pueblo soberano, y no como en nuestra querida Costa Rica, con un puñado de magistrados que un día dijeron NO a la reelección y misteriosamente cambiaron pronto de parecer para decir SI a la reelección (de Oscar Arias) sin consultárselo al pueblo, como sí tuvo Chávez el respeto de hacerlo… 4. Me quedé admirado del orden en las mesas de votación, la puntualidad de la gente en las urnas, las ganas de trabajar gratuitamente en las mesas, el respeto a las normas y decisiones de los miembros de mesa, la actitud servicial del ejército, la aceptación inmediata de los votos nulos como “error” al marcar de forma equivocada en la pantalla… A propósito, me resultó sorprendente que desde hace 10 años en Venezuela se ha ido perfeccionando el sistema electoral hasta llegar al voto digital por un complejo y eficiente sistema tecnológico que ha sido catalogado como “el mejor de América Latina”, dejándonos “con la boca abierta” a los 98 Observadores Internacionales. Previo al “día R” visitamos las instalaciones de la Casa de Máquinas del CNE donde se nos presentó pormenorizadamente no sólo la composición y los programas tecnológicos de los miles de computadores de la votación sino también las auditorías internas y externas a que eran sometidos en los diferentes momentos. Un conocido venezolano en Costa Rica me decía que él no votaba porque el Gobierno sabía por quien votaban los ciudadanos y los “castigaba” botándolos del trabajo o persiguiéndolos... Les cuento que hasta “la oposición” reconoció que era imposible identificar al votante a pesar que ponían su huella digital en otra computadora que leía toda su información, pues ambas computadoras eran independientes, estando unas a la entrada del Centro electoral y otras en la mesa de votación. Hace dos días, cuando RNV (Radio Nacional Venezuela) me invitó a participar de un programa en vivo a todo el país que se alargó por dos horas, recuerdo que me presenté con sencillez diciendo: “Soy sacerdote y vengo desde la democracia más antigua de América Latina, Costa Rica, a visitar la democracia más dinámica del Continente, en la tierra donde Bolívar tuvo el sueño latinoamericano que hasta el siglo XXI comienza a ser una realidad”...y el profesor universitario que dirigía aquel programa se entusiasmó por aquel saludo y me replicó”: “Cuanto diera yo porque nuestros jerarcas de la Iglesia respetaran como usted este proceso político que el pueblo ha decidido iniciar…”. En fin, tengo que contarles mil cosas más pero ya casi cae la media noche en Caracas y mañana debo presentar un detallado informe de labores por la visita que hoy hicimos con un grupo de Observadores a seis diferentes Centros electorales ya previamente escogidos y a uno más que decidimos incluir de mutuo acuerdo, pues allí votaba uno de nuestros guías y quisimos acompañarlo… En cada uno de esos Centros nos distribuimos para visitar varias mesas electorales y ser participes de un proceso abierto, popular y transparente como ya se ha vuelto sagrada costumbre entre los hijos e hijas del libertador Simón Bolívar. Les mentiría si escribo que no recibimos algunas denuncias y no escuchamos quejas de algunos electores o no miramos situaciones que nos llamaron la atención, pero la EXCELENCIA del proceso electoral guiado por el CNE hace la DIFERENCIA entre otros procesos electorales (como el de las últimas elecciones internas del PLN gobernante en Costa Rica) descaradamente manipulados y fraudulentos. Gracias a mi Obispo Victorino Girardi por la confianza que siempre me ha dado como hijo espiritual suyo que soy, no se imagina cuanto impactó la presencia de un sacerdote creyente en Jesucristo Libertador en medio de tantos políticos que se declaraban ateos y que cuestionaron de nuevo su fe en esta patria de la Virgen de Coromoto; mil gracias a mis compañeros de Costa Rica, un Magistrado del TSE (cuyo nombre acabo de olvidar), el dirigente sindical de UNDECA Luis Chavarría, el valiente diputado José Merino y mi vecino palmareño promotor del “socialismo cuántico” el ingeniero Rolando Araya, que compartieron conmigo este resurgir del socialismo latinoamericano al SUR de nuestra patria, por algunos inescrupulosos siempre estirada sólo hacia el norte. Finalmente, gracias al soberano, democrático y socialista pueblo venezolano que mantiene viva la esperanza del Reino de Dios, comenzándolo a hacer posible en medio de las MISIONES SOCIALES que tienen como bienaventuradas a las gentes más pobres; entre ellas, gracias por la solidaria “misión milagro” con la que se siguen sanando tantas personas de mi querida Costa Rica y de otros países hermanos; en fin, gracias por recibir grandemente a este pequeño hermano que llena de combustible su corazón cuando sabe que el petróleo de la discordia e injusticias de ayer se ha convertido en la fuente de bendición para el compartir y la paz que harán nacer la justicia en cada palmo de esta nueva Venezuela bolivariana.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario