martes, 16 de septiembre de 2008

Fabricio Ojeda y Chávez en tiempos de revolución en Venezuela (I)

Betty Osorio y José Valero

La historia y el pensamiento libertario que justifica en el pasado la lucha guerrillera de nuestros compatriotas, en particular Fabricio Ojeda, se hace presente en la política internacional del actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez. El pensamiento, la abstracción, la teoría en torno a la política internacional considerada por Fabricio Ojeda en la década de los años 60, identificada con el Camino Político Tradicional Alternativo (CPTA), se concreta, se lleva a la práctica y es aplicada por Chávez en la presente década del siglo XXI y hoy en el 2008, con mayor énfasis. Así se hace realidad en Venezuela la llamada HISTORIA EFECTUAL contenida en la filosofía Hermenéutica de Gadamer .

Una política internacional necesaria es la que promueve el presidente Chávez desde Venezuela para continuar desplazando el Camino Político Convencional (CPC) con sus instituciones, estructuras verticales, pactos, partidos, imposiciones y líneas, maquinarias partidistas, burocracia y corrupción, correspondiente con la superestructura propia de la ideología capitalista, donde el centro es el interés monetario.

En la historia, el confrontar, el conflicto, la crisis, la lucha es indispensable para que acontezca la verdad, en consecuencia la transformación en todos los sentidos de un pueblo. El CPC con sus estructuras que responden a la superestructura con su ideología capitalista, debe ser desplazado para lograr su fin, por el CPTA y así dar espacio a lo que debe terminar de nacer, una nueva sociedad socialista con su nuevo y creativo pensamiento (teoría) y acción (práctica).
El pensamiento y acción del CPTA, debe hacerse permanente en el tiempo y en todos los espacios, sin perder detalles, para lograr la construcción de la mayor obra de arte que es el ser humano y su sociedad. Debe ser una construcción que sirva de contraideología, capaz de derrumbar la ideología capitalista del imperio de los Estados Unidos, con su neoliberalismo y la globalización, al servicio de una economía explotadora del ser humano y de la naturaleza.

Para 1960 la política internacional que venía asumiendo el gobierno de Betancourt, perteneciente al partido Acción Democrática (AD) y comprometida con el Pacto de Punto Fijo (PPF) propia del CPC era dependiente y súbdita. Aceptó la imposición y toma de decisiones de los Estados Unidos en los asuntos y relaciones de Venezuela, fue receptivo al proyecto de "Estado Libre Asociado" para Venezuela, accedió a la "Misión Militar Norteamérica" en territorio venezolano, admitió la "Alianza para el Progreso" promovida a favor de los intereses de los Estados Unidos y contribuyó con la progresiva hipoteca del país debido a la deuda externa.
Era una política internacional que contradecía y negaba el programa de contenido de gobierno del pacto tripartito, en torno a las relaciones internacionales, de acuerdo con Fabricio Ojeda: "(…) una política internacional independiente, según la cual Venezuela mantuviera relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con todos los países del mundo" .

Se orientaba la política internacional, según las líneas impuestas y delegadas desde los Estados Unidos. La guerrilla con sus hombres y mujeres nacionalistas, defensores del CPTA rechazaban radicalmente seguir tolerando la situación de dependencia e imposición en las relaciones internacionales y un presidente marioneta al servicio de intereses extranjeros. No era el gobierno nacional del presidente Betancourt, el que decidía las acciones a desarrollar, sino el departamento de los Estado Unidos.

Desde el gobierno nacional, se negaba la soberanía, la autonomía, la auténtica ética y el pensamiento Bolivariano libertario de la nación y se imponían los intereses externos que determinaba la entrega del país a los Estados Unidos, como Ojeda lo refirió:
"Venezuela como nunca ha respondido a intereses extraños en la conducción de sus relaciones internacionales (…) Su política internacional en nada se diferencia a la adoptada por los llamados "países bananeros" y en nada responde a los principios bolivarianos que son tradición de nuestra nacionalidad. Es el Departamento de los Estado Unidos y no el interés nacional el que dicta lo que debemos hacer en el campo de las relaciones con otros países o en casos de conflictos internacionales. Lo demuestra la posición venezolana en las Naciones Unidas, frente al caso de Goa, cuando nuestra delegación oficial se puso al lado de los intereses colonialistas de Portugal. Venezuela, en síntesis no tiene una política internacional independiente que reafirme su soberanía y reivindique su dignidad republicana” .

Los hombres y mujeres miembros de la guerrilla venezolana de la década de los 60 defensores del camino político tradicional alternativo (CPTA) se negaban a permitir al gobierno del presidente Betancourt, del partido de Acción Democrática identificado con el camino de la política convencional (CPC), que el objetivo número uno, a largo plazo de los Estado Unidos, de convertir a Venezuela en un "Estado Libre Asociado", se hiciera realidad. Dimensión histórica y política, que clara y precisa en el devenir del tiempo, la captó y señaló Fabricio Ojeda el guerrillero heroico, en su documento de defensa ante el Consejo de Guerra Permanente, donde contestó cargos por delitos de sedición y rebelión, acusando al presidente Betancourt de entreguista y defensor de los intereses de los Estados Unidos: "Su interés de entregar el país al imperialismo para convertirlo en "Estado Libre Asociado", su sectarismo enfermizo y su pequeñez moral, lo han llevado al colmo de la desvergüenza y la iniquidad"


Bettyoso@hotmail.com

Bibliografía:
FABRICIO OJEDA Dignidad y Firmeza Revolucionaria. (2007). Colección Historia. Ediciones COFAE. Caracas Venezuela. N° 3.
Gadamer, Hans-Georg. (1977) Verdad y Método. Salamanca: Ediciones Sigueme.
* Betty Osorio

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