Jean Guy Allard
Lo último en materia de eliminación de electores acaba de ser inventado por el imaginativo presidente del Partido Republicano del condado de Macomb, en Michigan: James Carabelli hará revisar metódicamente las listas de casas incautadas por los bancos y sociedades de crédito hipotecario, y al identificar las que pertenecieron a votantes demócratas, les hace quitar de inmediato del registro electoral.
El truco – último de una larga lista de piruetas “democráticas” – fue confirmado al Michigan Messenger por el propio Carabelli: “Vamos a obtener las listas de casas incautadas y nos vamos a asegurar que nadie que sea inscrito en estas direcciones podrá votar”.
Las leyes del estado autorizan los partidos a disponer de oficiales encargados de denunciar cualquier inscripción en las listas de electores y de exigir la eliminación de votantes bajo el pretexto cínico de que dejaron de residir en el condado, aunque sea desde sólo unos días por estar expulsados de su residencia contra su voluntad por sus acreedores.
Michigan es uno de los estados llamados “swing states”, los únicos cuya votación no es totalmente predecible y cuyo peso en términos de Grandes Electores puede afectar el resultado final. Y Macomb es igualmente un condado “swing” de este estado.
En el medio de la peor crisis inmobiliaria vivida por los estadounidenses, cuando millones de personas están expulsadas de sus casas o amenazadas de terminar en la calle, la estrategia de los politiqueros de Michigan es particularmente cruel. Como si no fuera suficiente de perderlo todo con la crisis económica, trabajadores enfrentados al desempleo y aplastados bajo el peso de sus deudas se ven pisados por un sistema que no hace regalos a nadie.
El caso de Macomb no está único. La técnica desarrollada por Carabelli se extiende ferozmente a otras regiones, en estas últimas semanas de enfrentamiento de los demócratas y los republicanos, virtualmente empatados en los sondeos.
En Ohio, Doug Preisse, un miembro del consejo electoral del condado de Franklin, confesó al Columbus Dispatch que su organismo está estudiando la posibilidad de aplicar en su territorio el método Carabelli.
El Michigan Messenger señala que intentar la eliminación sistemáticas de los electores inscritos en direcciones donde dejaron de residir por su deuda hipotecaria, pudiera perturbar seriamente varios puntos de votación, tales como el condado de Wayne, en Detroit, donde 1.834 dueños de casas fueron sacados de su vivienda… ¡en el solo mes de julio!
En el estado de Michigan, para el mismo periodo, más de 62.000 familias tuvieron que abandonar su lugar de residencia.
En un estado “swing” el número de votantes representado por tantas quiebras hipotecarias representa la diferencia entre la victoria o la derrota para los estrategas de los dos partidos que se disputan la Casa Blanca.
Mientras tanto la técnica du “vote caging” que permite sacar un elector del registro por la única razón que no recepcionó un aviso enviado por correo, sigue sembrando la controversia.
La Secretaria de Estado de Ohio, Jennifer Brunner, tuvo que admitir que esta estrategia ha tenido efectos fuera de proporción en las comunidades pobres o de minorías étnicas.
Las irregularidades electorales son innumerables en el país que Hollywood convierte en modelo de democracia. De acuerdo a las quejas expresadas al terminarse el escrutinio del 2004, florecieron entonces la supresión deliberada del voto en zonas disputadas, los votos cambiados por urnas electrónicas “ebrias”, la anulación arbitraria de sufragios, el cómputo manipulado de los resultados, el voto fraudulento por correo e incluso el robo de papeletas.
Todo indica que las elecciones del 2008 no tendrán nada que envidiar, en términos de fraude, a las anteriores.
martes, 23 de septiembre de 2008
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