jueves, 30 de mayo de 2024

Cómo La CIA Hizo de Canadá un Refugio para los Aliados Ucranianos de Hitler

 

Por Alexandra Pénzina

Tras la Segunda Guerra Mundial, miles de colaboradores nazis ucranianos encontraron en Canadá un refugio de la persecución de la URSS. La CIA y el Reino Unido evacuaron con destino al país norteamericano a los antiguos aliados de Hitler, con la intención de usarlos en sus campañas antisoviéticas.

El 22 de septiembre de 2023, en el Parlamento canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, diputados, y el invitado presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aplaudieron de pie a Yaroslav Hunka, un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial…

El escándalo saltó a la luz cuando se descubrió que Hunka fue en realidad un combatiente de la División Galizien, una unidad de colaboradores ucranianos que integraba las tropas de élite de la Alemania nazi, las Waffen-SS.

El propio Anthony Rota, quien había invitado a Hunka, fue denunciado por funcionarios del Gobierno canadiense y dimitió. El líder conservador y de la oposición oficial, Pierre Poilievre, definió el incidente como «la mayor vergüenza diplomática de la historia de Canadá».

No obstante, este incidente destapó solo la punta del iceberg de toda una trama que tuvo lugar durante la Guerra Fría entre EEUU y la URSS, y terminó convirtiendo a Canadá en un refugio para los criminales de guerra ucranianos.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la mayor parte de la población de Ucrania permaneció fiel a la Unión Soviética. No obstante, algunos grupos de nacionalistas ucranianos se aliaron con la Alemania nazi durante su invasión a la URSS, o incluso llegaron a integrar sus cuerpos militares.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas de seguridad soviéticas iniciaron una ardua lucha contra los numerosos grupos de guerrilleros que sirvieron o fueron aliados de la Alemania nazi durante su invasión a la URSS. Uno de los más numerosos fue la llamada Organización de Nacionalistas Ucranianos… uno de sus líderes fue Stépan Bandera. La organización tenía su propia rama militar, el Ejército Insurgente Ucraniano…

Stepán Bandera fue un nacionalista radical y uno de los líderes ideológicos de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) que colaboró con los nazis durante su invasión a la URSS. En 2010, recibió el título de Héroe de Ucrania. No obstante, más tarde la decisión fue anulada debido a las protestas entre la sociedad ucraniana y la desaprobación de la comunidad mundial. Hoy en día es uno de los héroes de los grupos radicales ucranianos.

El 30 de junio de 1941, poco después de que las tropas de Hitler invadieran la URSS, la organización aprobó el Acta de Restauración del Estado Ucraniano en los territorios ocupados de la entonces Ucrania soviética. La guerra causó la muerte de 27 millones de ciudadanos de la URSS.

… La declaración sobre la creación de una nueva Ucrania, aliada de la Alemania nazi «que, bajo la dirección de su líder, Adolf Hitler, está creando un nuevo orden en Europa». El documento termina con el lema nacionalista «¡Gloria a Ucrania! ¡Gloria a los héroes!», que hoy en día es el grito oficial de algunos cuerpos de seguridad de la Ucrania moderna.

En plena ocupación nazi, sus colaboradores ucranianos participaron activamente en limpiezas étnicas contra rusos, polacos, gitanos y judíos.

1941 Pogromo de Leópolis

Una semana después de la invasión del Tercer Reich a la Unión Soviética, los colaboradores de la OUN lanzaron un proceso de persecución y asesinato en masa de la población judía en la ciudad ucraniana de Leópolis. Entre 2.000 y 7.000 personas fueron linchadas durante los pogromos que tuvieron lugar desde el 30 de junio hasta el 29 de julio de 1941, según diversos informes.

1941-1943 Fusilamientos de Babi Yar

El barranco de Babi Yar, a las afueras de Kiev, fue escenario de fusilamientos masivos de judíos, gitanos y prisioneros de guerra soviéticos por parte de nazis y sus colaboradores ucranianos, que formaron cuerpos policiales en Kiev. Más de 100.000 personas fueron ejecutadas a tiros entre 1941 y 1943, de acuerdo con los cálculos de los investigadores. Reunieron a la gente en grupos de 30-40 personas, les quitaron sus pertenencias y les obligaron a desnudarse. A continuación, los agentes de policía de Kiev utilizaron palos para introducir a la gente en los pasadizos del terraplén al borde del barranco, que tenía entre 20 y 25 metros de profundidad. En el borde opuesto había una ametralladora. Después de llenar el foso con 2-3 capas de cadáveres, los cubrieron con tierra.

1943-1944 Masacre en Volinia Una de las matanzas de mayor envergadura fue la llamada Masacre en Volinia, cuando los radicales del UPA protagonizaron una limpieza étnica en la región homónima, cobrándose la vida de 50.000 a 60.000 polacos entre octubre de 1943 y febrero de 1944. Hoy en día, esa tragedia es considerada por Varsovia como un genocidio contra el pueblo polaco.

La OUN también creó otros grupos militares para integrarse al Ejército alemán. La intención era que en algún momento se reunieran con el UPA para crear un Estado ucraniano unificado.

Una de esas unidades fue la Legión de Nacionalistas Ucranianos, formada por el Batallón Nachtigall y el Batallón Roland, al servicio de la Alemania nazi. Sus integrantes fueron entrenados por la inteligencia militar Abwehr para operar en el territorio de la república socialista soviética de Ucrania durante la Operación de invasión de alemanes nazis a la Unión Soviética.

Román Shujévich fue uno de los líderes de la OUN y comandante en jefe del UPA. Fue entrenado en la escuela secreta de la Abwehr alemana y sirvió en las unidades armadas del Tercer Reich. En 1939, Shujévich dirigió el Batallón Nachtigall de la Wehrmacht, formado por ucranianos al servicio de la Alemania nazi. Su nombre está vinculado a las masacres de la población polaca y judía en Ucrania Occidental. En 2007, el presidente ucraniano, Víktor Yúshchenko, otorgó a Román Shujévich el título de Héroe de Ucrania. El decreto presidencial fue cancelado en 2011.

Román Shujévich fue uno de los líderes de la OUN y comandante en jefe del UPA. Fue entrenado en la escuela secreta de la Abwehr alemana y sirvió en las unidades armadas del Tercer Reich. En 1939, Shujévich dirigió el Batallón Nachtigall de la Wehrmacht, formado por ucranianos al servicio de la Alemania nazi. Su nombre está vinculado a las masacres de la población polaca y judía en Ucrania Occidental. En 2007, el presidente ucraniano, Víktor Yúshchenko, otorgó a Román Shujévich el título de Héroe de Ucrania. El decreto presidencial fue cancelado en 2011.

Otra de las unidades ucranianas al servicio del Tercer Reich fue la 14.ª División de Granaderos de las Waffen SS, el cuerpo militar de élite de la Alemania nazi. Formada en 1943, esta unidad fue integrada por más de 80.000 colaboradores, la mayoría de los cuales procedían de la región ucraniana de Galitzia, por lo que la unidad fue más conocida como la División Galizien.

La División Galizien de las SS fue una unidad militar dentro del cuerpo de élite de la Alemania nazi, las Waffen-SS, dirigidas por Heinrich Himmler. Creada el 28 de abril de 1943, luego de la ocupación de Ucrania. Durante la Segunda Guerra Mundial, las filas de la división realizaban tareas de fuerza policial, combate a los partisanos e intimidación a la población. Cometieron numerosas atrocidades contra civiles en el territorio de la Unión Soviética y Polonia.

Los soldados de la división lucharon del lado de la Alemania nazi contra el Ejército Rojo y también participaron en operaciones opresivas contra los civiles judíos, polacos, rusos y comunistas.

Tras la derrota alemana, los restos de los numerosos grupos colaboracionistas lanzaron una guerrilla en el territorio soviético, cometiendo actos terroristas contra las instituciones de poder y la población civil del país.

Tras la derrota de la Alemania nazi, durante el periodo de enfrentamiento en bloque entre la URSS y EEUU, las estructuras de inteligencia estadounidenses establecieron una estrecha cooperación con las fuerzas radicales ucranianas. Los nuevos aliados intentaron socavar la estabilidad dentro de la URSS con ataques terroristas y misiones propagandísticas.

Luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, en el escenario internacional estalló un enfrentamiento entre las dos superpotencias, la URSS y EEUU, conocido como la Guerra Fría. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) tuvo una gran necesidad de agentes entre la población local de la Unión Soviética. Pero incluso antes de la capitulación de Alemania, EEUU y el Reino Unido lanzaron una serie de medidas para contactar y evacuar a figuras que les pudieran ser de utilidad.

Debido a su feroz anticomunismo y hostilidad hacia lo todo relacionado con la Unión Soviética, los antiguos colaboradores nazis de la OUN, UPA y la División Galizien, eran vistos por la CIA como aliados útiles.

En la posguerra, unos 200.000 nacionalistas radicales ucranianos que habían quedado en Alemania escaparon a la zona de ocupación estadounidense. Allí, bajo la dirección de Stepán Bandera, se creó una filial de la OUN que estableció contactos con agentes de la CIA.

En 1946, los nuevos aliados emprendieron una campaña conjunta de lucha contra la Unión Soviética. En un inicio, la operación se llamó Cartel, luego se le cambió el nombre a Aerodynamic (el nombre más utilizado), y más tarde a Qrdynamic, Pddynamic y Qrplumb. Las tareas de los agentes consistían en apoyar la resistencia armada en territorio soviético y obtener información sobre la situación política y militar en Ucrania, Polonia y Checoslovaquia.

«En diciembre de 1946, saboteadores del Ejército Insurgente Ucraniano (UPA) volaron una central eléctrica en Leópolis. La ciudad recibe electricidad de Ternópil. El Ministerio del Interior afirma que existe una grave amenaza terrorista en Leópolis y sus suburbios. Dos días antes, fue volada la central eléctrica de Korsun-Shevchénkovski. La acción fue llevada a cabo por combatientes del UPA. La explosión y el posterior aluvión provocaron el hundimiento de toda la región. Hay numerosas víctimas entre la población», señala un informe de la CIA que describe dos atentados terroristas contra infraestructuras civiles en Ucrania Occidental.

No obstante, desde la URSS no se registra ningún dato oficial de estos atentados terroristas a gran escala. En este contexto existen dos explicaciones probables: o bien las autoridades soviéticas decidieron silenciar la información sobre los atentados para no provocar el pánico y no reconocer el éxito de los saboteadores, o bien no hubo ningún sabotaje. Un agente desconocido compuso esta leyenda para mostrar a la CIA el alto nivel de las capacidades del UPA.

Más tarde, la naturaleza de la operación cambia. Esto se debió principalmente al hecho de que para entonces la resistencia armada en la Ucrania soviética y Polonia oriental había sido suprimida por las fuerzas de seguridad de la URSS.

La principal tarea de la operación pasó a ser el apoyo a movimientos políticos y operaciones encubiertas no letales, utilizando todos los medios disponibles (radiodifusión clandestina, prensa escrita, contactos personales). Para esto se creó la editorial Prolog, cuya filial europea estaba situada en la ciudad alemana de Múnich. Posteriormente, la editorial se transformó en la Corporación de Investigación Prolog.

Documento desclasificado de la CIA: designación del objetivo principal y de la necesidad del proyecto Aerodynamic, 1953 – Sputnik Mundo

«Este proyecto se basa en la necesidad de lograr un impacto propagandístico más significativo en este objetivo estratégico público. En la actualidad, los únicos esfuerzos propagandísticos de PB PRIME y KUBARK dirigidos a la zona objetiva consisten en las emisiones de Voice of America y el esfuerzo de Radio Liberation para la zona de Kiev en lengua rusa», del documento secreto de la CIA sobre la operación Aerodynamic fechada el 18 de diciembre de 1953 y desclasificado en el 2007.

El coordinador por parte de la OUN fue el socio de Stepán Bandera, Mikola Lebed, involucrado en el asesinato del ministro polaco Bronislaw Pieracki en 1934 y uno de los ideólogos de la masacre en Volinia. Lebed ocupó el cargo de jefe de inteligencia del servicio de seguridad del UPA. Los informes de la CIA señalaban la «extrema importancia» de Lebed como agente y, al mismo tiempo, destacaban su pasado en la Gestapo, así como su astucia y crueldad.

En diciembre de 1946, el grupo de Lebed se puso en contacto con los servicios de inteligencia estadounidenses, solicitando dinero y armas, así como ayuda con los contactos y la preparación de agentes. A cambio, Lebed ofrecía información sobre la emigración ucraniana y las actividades soviéticas en la zona de ocupación estadounidense, como también información general sobre la Unión Soviética y los ucranianos.

A partir de 1948 Lebed se volvió jefe de la OUN en la República Federal de Alemania. En 1949, la CIA le proporcionó un traslado a Nueva York, le concedió la residencia permanente y, posteriormente, la nacionalidad estadounidense. Esto le otorgó una base permanente en este país tras viajes operativos a Europa y lo convirtió en el principal contacto de la CIA en la Operación Aerodynamic, al ser el jefe de la editorial Prolog.

Durante el período de cooperación entre los ultranacionalistas ucranianos y las potencias occidentales, las autoridades de EEUU y del Reino Unido trasladaron de forma secreta a miles de excolaboradores nazis al territorio de Canadá. Tal afluencia de inmigrantes con ideas radicales sigue reflejándose en el actual entorno político y social del país.

Después de la guerra, las potencias aliadas vencedoras iniciaron procesos de enjuiciamientos de los nazis y sus cómplices por toda Europa, uno de los más conocidos de ellos fueron los Juicios de Núremberg, aunque no fueron los únicos. Sin embargo, EEUU no se disponía a enjuiciar a sus nuevos aliados y la CIA organizó una operación para el traslado de los nacionalistas ucranianos al territorio de Canadá y Estados Unidos.

Para ello, la inteligencia estadounidense proporcionó a los colaboradores nazis documentos falsos, con la intención de que pudieran pasar el filtro de inmigración del país vecino. Años más tarde, la Comisión Especial Canadiense de Investigación de Crímenes de Guerra descubrió que el Departamento de Inmigración del país había recibido un enorme número de solicitudes mecanografiadas idénticas con la misma dirección de una base militar estadounidense en Alemania Occidental.

Antes de la guerra ya existía una comunidad ucraniana en Canadá. Tras el programa de evacuación de la CIA, los colaboradores nazis ucranianos se trasladaron al país norteamericano e influyeron en la diáspora local. Desde entonces, la diáspora ucraniana en Canadá adquirió un fuerte sentimiento antisoviético, y después del colapso de la URSS, antirruso.

«Por otra parte, durante muchos años, hubo una clandestinidad banderista en Ucrania, que salió a la luz cuando los políticos correspondientes llegaron al poder. En general, fue esta clandestinidad la que llevó a cabo el golpe de Estado en Ucrania, y sin esta clandestinidad banderista, probablemente el Maidán no habría tenido lugar»….

Los nacionalistas radicales ucranianos que no pudieron llegar la zona de ocupación estadounidense y establecer relaciones con la CIA fueron enviados a campos de trabajo en Europa. Un gran número fue internado en el territorio del Reino Unido, donde entonces había escasez de mano de obra en el sector agrícola.

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Cuando desapareció el problema de la falta de trabajadores, el Gobierno británico buscó internar en sus dominios exteriores a los antiguos colaboradores nazis. Convencieron a las autoridades de Canadá para que aceptara a varios miles de ellos, alegando que supuestamente se habían comprobado sus antecedentes y no habían cometido crímenes de guerra. Como resultado, a los miembros de la División Galizien de las SS se les concedió el derecho a vivir en Canadá como colonos libres.

La inmigración de criminales de guerra ucranianos continuó durante más de una década luego del final de la Segunda Guerra Mundial y fue un factor importante en el establecimiento de centros políticos e ideológicos de nacionalismo ucraniano de extrema derecha en Canadá durante la Guerra Fría.

Los descendientes de los colaboradores ucranianos inmigrados se han vuelto parte íntegra de la sociedad canadiense. Además del veterano Yaroslav Hunka, otro de los ejemplos más sonados fue el de Christina Alexandra (Chrystia) Freeland, una diputada del Parlamento de Canadá, quien ejerció como ministra de Exteriores entre 2017 y 2019. Su abuelo materno fue el colaborador ucraniano Mijailo Jomiak, naturalizado en Canadá como Michael Chomiak.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Chomiak fue redactor jefe del periódico nacionalista ucraniano en la ciudad polaca de Cracovia, Krakivs’ki Visti, que imprimía propaganda nazi, incluidas varias proclamas antisemitas, y material político y cultural sobre el movimiento nacionalista de Ucrania. En sus páginas fue publicada una edición especial para promover el reclutamiento para la división ucraniana de las Waffen SS, Galizien. Su trabajo inició en 1940 con el pleno apoyo de las autoridades de la ocupación alemana y terminó a finales de la guerra, en 1945.

Tras hacerse público el pasado de Chomiak, Freeland afirmó que la información no era de fiar, ya que se trataba de un «intento de Rusia de desestabilizar las democracias occidentales». Sin embargo, las primeras investigaciones sobre el pasado de Mijailo Chomiak fueron realizadas por su propio sobrino, el historiador canadiense John Paul Himka, en la década de 1990.

Un secreto a voces o cómo el lobby ucraniano socavó la investigación

A finales del siglo XX, en Canadá funcionó una comisión especial para examinar la cuestión de los criminales de guerra que la CIA y el Reino Unido habían infiltrado en el país norteamericano. Sin embargo, los resultados de la investigación plantean numerosas preguntas. En especial, por el hecho de que el informe final todavía no se ha publicado.

«Canadá tiene una política muy mala y sucia de dar cobijo y encubrir a nazis y fascistas que viven perfectamente en territorio canadiense desde hace 80 años. Gente, si se les puede llamar así, que tiene las manos llenas de sangre de judíos, rusos, polacos y gitanos»

… La presencia de antiguos colaboradores nazis en Canadá salió a la luz gracias a varias investigaciones realizadas en los 1980s por iniciativa de la comunidad judía canadiense.

 

El Gobierno del Partido Conservador Progresista de Brian Mulroney creó la Comisión Deschenes en 1985. Esta decisión fue la respuesta a la creciente indignación pública por las revelaciones de cómplices de los nazis refugiados en Canadá.

El objetivo oficial de la comisión era llevar a cabo una investigación para identificar a los criminales de guerra que vivían en Canadá.

Sin embargo, debido a la gran influencia del lobby ucraniano en Canadá, el trabajo de la comisión no puede considerarse independiente. Durante los juicios, se recomendó que no se acusara a la División Galizien de las SS de cometer crímenes para no desestabilizar la situación dentro del país.

Uno de los grupos de presión que intervino activamente en el proceso fue el Congreso de Ucranianos en Canadá (CUC). En 1950, esta organización lanzó una campaña exitosa con el fin de lograr el levantamiento de la prohibición de la entrada al país para los veteranos de la División Galizien.

Hoy en día, el CUC sigue aplicando su política. En el Día del Recuerdo de 2010, la organización saludó a los veteranos ucranianos de las Waffen SS como luchadores por «la libertad de su patria ancestral ucraniana». El presidente actual del Congreso de Ucranianos en Canadá, Paul Grod, acompañó a Trudeau y a su predecesor, el primer ministro conservador Stephen Harper, en sus viajes a Ucrania.

En diciembre de 1986, una comisión especial dictó una sentencia definitiva por la que se desestimaban los cargos contra los exmilitantes de la división de voluntarios ucranianos que sirvieron a los nazis…

La comisión determinó que la División Galizien no debe ser acusada como grupo, por el hecho de que las acusaciones de crímenes de guerra contra sus miembros «nunca han sido sustanciadas».

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Al día de hoy, Canadá es el único país que ha presentado argumentos jurídicos para exonerar a los criminales de guerra ucranianos. Además, una parte impresionante del documento de trabajo de la comisión permanece clasificada.

«La cuestión es que casi nadie ha visto este informe en su totalidad. Era casi todo confidencial. Algunas de sus conclusiones son conocidas, eso es todo. El resto representa casos individuales sobre cada uno de estos criminales. Había un conjunto importante de documentos recogidos, todo esto se puso bajo la clasificación ‘Secreto’ y sigue siendo desconocido para el público».

Tras el incidente con Hunka en el Parlamento canadiense, la comunidad mundial exige que los resultados de la Comisión de Deschenes sean publicado.

FUENTE: Sputnik Mundo

Nota: ARTÍCULO EDITADO POR RED ANGOSTURA

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