jueves, 25 de febrero de 2021

Diario de una Cuarentena: Capítulo Ciento Sesenta y Tres: Mi evaluación sobre los últimos acontecimientos acaecidos vinculados al tema Venezuela.

 

*JUAN MARTORANO

Sin duda he estado alejado un tanto de las lides de la escritura, debido al compartir en familia y de la vida necesarios para tener ideas un poco más claras, y llenarse de nuevos bríos para las batallas que se avecinan. Y más cuando estas a punto de retornar a trincheras que tenías en una necesaria pausa.

También estaba en una de lecturas de una excelente cronología enviada a través del correo electrónico por la excelente camarada, Teresa Maniglia. La cronología en cuestión tiene que ver con lo ocurrido hace dos años en la denominada “Batalla de Los Puentes”, la cual fue objeto de innumerables conmemoraciones en diferentes instancias institucionales y populares.

Una vez que culmine la lectura del excelente trabajo periodístico y político de Teresita, como algunos la llamamos cariñosamente, trataré de dar mis apreciaciones sobre el mismo. No he culminado su lectura debido a dos “sabotajes” (la palabra la empleo a modo de sarcasmo, para que no se me tome de manera literal) debido a una película que veía con familiares, y el segundo porque iniciaba el programa “Con El Mazo Dando”, conducido por el camarada Diosdado Cabello.

Inicialmente había pensado escribir una nueva edición de esta columna recordando esa importante gesta que neutralizo un plan de invasión militar de tipo “humanitaria” a Venezuela. Pero además de cierta falta de inspiración que indudablemente tuve durante algunos días, siempre he tratado en mis líneas de aportar elementos nuevos y de no acudir a los denominados “lugares comunes”. Creo que los que tenemos alguna responsabilidad en orientar a la opinión pública nacional e internacional, tenemos que hacer mayores esfuerzos, que es lo que nos da la credibilidad y que alguna gente nos siga en los aportes que hacemos a veces de manera cotidiana.

También había pasado sobre mi cabeza resaltar que escenarios que había esbozado con respecto a la intervención que tuvo el presidente Maduro en el inicio del 46 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, intervención esta que fue de manera impecable y que cumplió con las expectativas que me había formulado, indudablemente previa a la intervención del presidente Maduro, seríamos objeto de ataques del presidente Duque, siguiendo la cartilla imperial que le fue impuesta. Además de advertir sobre la planificación de una Operación de Falsa Bandera (éstas, a diferencia de los denominados “falsos positivos”, son operaciones más y mejor elaboradas) consistente en simular un supuesto ataque del ELN desde el territorio venezolano, para así justificar la agresión armada utilizando de plataforma de la misma al territorio colombiano. Lo mismo trataron de realizar en su debida oportunidad hace dos años con el ingreso de la supuesta ayuda humanitaria a Venezuela.

De igual manera, iniciativas como el surgimiento de la iniciativa “VOX Venezuela” no podemos catalogarla sino como el esfuerzo de la extrema derecha venezolana representada en los sectores de Primero Justicia donde hacen vida los Julio Borges y los Guanipa, de Voluntad Popular de Leopoldo López, Juan Guaidó, Freddy Guevara y Gaby Arellano, y de Vente Venezuela de María Corina Machado, para descarrilar las salidas dialogantes y electorales, y sumir al país en toda una espiral de violencia, que dé al traste con el Gobierno Bolivariano e instale un régimen plegado a los intereses hegemónicos de EEUU.

Ahora, no sólo es mi deber hacer un breve recuento de los recientes eventos suscitados, sino ubicarlos en su debido contexto, para tratar de hacer una aproximación sobre las verdaderas causas y del por qué se dan justamente en estos instantes.

En el marco de la reunión de Story y sectores de la oposición venezolana y otros actores internacionales en Bogotá, Colombia, han venido ocurriendo los siguientes eventos: 1.- Asesinatos de ciudadanos venezolanos y ataques a representaciones diplomáticas y consulares en Perú, por sólo citar un ejemplo; 2.- La difusión de videos de personas encapuchadas y con armamento pesado quienes señalan que defenderán a los venezolanos que resulten asesinados matando a inocentes y llamando a la guerra entre hermanos, lo que denota un falso positivo a todas luces; 3.- La explosión ocurrida hace pocas horas de un oleoducto de PDVSA en el oriente del país, tomando en cuenta que el mes pasado también ocurrió una explosión de un gasoducto, ambas en el estado Anzoátegui y en extrañas circunstancias, resaltando las declaraciones de Juan Guaidó, culpando a la empresa petrolera por estos eventos; 4.- Asesinato de jóvenes en Turén, en el estado Portuguesa, hecho éste que ha generado toda una conmoción a nivel nacional e internacional, y que el incremento de estos feminicidios, entre varias de las múltiples causas que podríamos señalar, se debe al fracaso de sectores de derecha de movilizar a mujeres a propósito del tema del aborto.

Indudablemente que, en mi condición de activista de Derechos Humanos, acompañó la justa lucha de colectivos feministas y llamó la atención sobre el incremento de este hecho, que debe ser inmediatamente atendido por el Estado venezolano. Pero, no es menos cierto también que los recientes crímenes ocurrido con dos mujeres muy jóvenes en el estado Portuguesa, ocurrieron de una manera tal que generará tal conmoción, que hasta instancias internacionales pudieran pronunciarse al respecto.

No podemos dejar de señalar que el informe preliminar de la Relatora Especial de la ONU para la evaluación del impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de Derechos Humanos en Venezuela, realizado por la doctora Alena Douhan, ha levantado tal cantidad de “ronchas” como se dice en Venezuela, hasta el punto que sectores de la extrema derecha venezolana han catalogado el mismo como de “parcializado”. Incluso han solicitado el ingreso al país de otras relatorías de la ONU, obviando que la decisión de ese ingreso le corresponde otorgarla al Jefe del Estado, en este caso al presidente Nicolás Maduro.

Pero, sin ser un sesudo analista, podemos inferir y señalar que, de estas reuniones que se están realizando en Colombia, se están dando las instrucciones para “encender Venezuela” a como de lugar, para así culpar al gobierno de Nicolás Maduro de todo. Sobre todo, cuando se han dado acercamientos con algunos sectores de oposición, cuando se han sentado con sectores que hacen vida en Fedecámaras y probablemente acercamientos en privado y en secreto con representantes de la administración Biden para una flexibilización de las medidas coercitivas unilaterales a cambio de ciertas aperturas y concesiones dentro de la agenda política en el país.

Esto aún es un esfuerzo incipiente y de largo aliento, pero que podría traducirse en la restitución del estado de bienestar disfrutado durante el gobierno de Hugo Chávez, acompañado de la restitución del poder adquisitivo. Y ese esfuerzo es el que debe ser “liquidado” por estos sectores fascistas de la oposición venezolana.

En ese sentido, hay que ser muy cuidadosos y cuidadosas y no creer todo tal cual nos lo presentan los medios de difusión y propaganda de la hegemonía imperante a escala planetaria. En una guerra de cuarta generación como la que se vive actualmente en Venezuela, no olvidemos que la primera baja siempre será la verdad.

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas.  , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.




Gasto público, producción y dinero en guerra económica

 

No ha sido solo el salario lo que se ha visto deteriorado en el marco del ataque criminal y sin cuartel a nuestro bolívar. El gasto y la inversión públicas han sido también objetivo de estas agresiones.

Lo que pretende el imperialismo con este ataque no es alterar el mercado cambiario, ni siquiera los precios de la economía, estos son los medios para alcanzar su verdadero propósito: tratar de arrodillar por hambre y miseria al pueblo venezolano y así derrocar la revolución bolivariana. Afectar el gasto público incide directamente sobre las condiciones de vida de todos los venezolanos haciendo más cuesta arriba el día a día en unas circunstancias, además, en la que el salario no alcanza. Debilitar al Estado también es un objetivo del imperialismo que se enmarca en el discurso antisocialista.

No contar, por ejemplo, con los medicamentos de alto costo de manera gratuita o con el programa de alimentación escolar, o con un buen servicio de salud, educación, transporte, electricidad, telecomunicaciones, agua o gas, o el hecho de que en esta guerra las bolsas del CLAP lleguen con menos productos, implica que desde los hogares debamos proveernos dichos bienes y servicios que regularmente presta el Estado apelando a nuestros bolsillos, los cuales están cada vez más vacíos consecuencia de la pulverización del salario originada por la misma guerra.

Veamos con un ejemplo sencillo cómo el ataque al bolívar afecta el desempeño de la administración pública y por lo tanto a todo el pueblo llano.

Imaginemos una nación cuyo gobierno solo presta servicios de salud. Para lo cual, todos los años debe elaborar un presupuesto de ingresos y gastos basado en las metas que tiene programadas para atender al pueblo. Supongamos que planificó adquirir 1000 medicamentos además de pagar el salario a todo el personal de salud. Para el momento en el que se aprobó el presupuesto implicaba contar, según los precios del mercado, con un monto de 1.000 BsS. Ese dinero estaba disponible en la economía, el tipo de cambio era 1 BsS/US$ y el presupuesto equivalía a 1.000 US$.

De repente, al día siguiente, un agente externo a la economía, a través de portales web publicó que el tipo de cambio era 1.000.000 BsS/US$ y no 1 BsS/US$. Inmediatamente, los que producen medicamentos, que son del sector privado, en su lógica de maximizar las ganancias y con el argumento de “reponer el inventario” remarcaron sus precios en la misma proporción que varió el tipo de cambio. Para cumplir las mismas metas programadas por el gobierno, el presupuesto ya no ascendería a 1.000 BsS sino a 1.000.000.000 BsS.

En este escenario, en el que ese gobierno, de repente, se enfrenta a una insuficiencia de 999.999.000 BsS, no porque decidió de manera populista gastar más de lo que tenía presupuestado, sino porque todos los precios aumentaron como consecuencia del ataque al bolívar ¿de dónde se supone que va a sacar esa millonada de dinero de la noche a la mañana para cubrir el presupuesto y sobre todo garantizar la prestación de salud al pueblo?

Una opción es aumentar los impuestos y la recaudación lo que permitiría redistribuir los ingresos que, de paso, en una situación hiperinflacionaria se han concentrado aún más en manos de los grandes capitales. Pero eso no alcanzará. No existe suficiente dinero en esa economía, se necesitan 1.000.000.000 BsS y solo circulan 1.000 BsS. La única manera de cubrir la insuficiencia presupuestaria que originó un agente externo es aumentando la cantidad de dinero.

En esta parte es donde aparecen en escena los monetaristas con su dogma y su famosa propuesta: ¡Hay que disminuir el gasto público hasta donde alcance la cobija! Afirman que no se puede aumentar la cantidad de dinero “inorgánico”. Dicen que ese dinero no está respaldado en la economía real, que eso derivaría en una inflación, como si ya los precios no hubiesen aumentado 99.999.900% de un día para otro. Rematan diciendo que es necesario producir para poder financiar al gobierno. Nuevamente caen en contradicciones y se entrampan en su propia lógica teórica.

Si no se aumenta la cantidad de dinero lo que ocurrirá es que el gobierno no podrá demandar los 1.000 medicamentos que tenía programado y no podrá ajustar el salario a sus trabajadores. Las farmacéuticas que, de paso, son del sector privado porque recordemos que el gobierno solo presta los servicios de salud, obviamente reducirán su producción. ¿Qué sentido tiene producir 1.000 medicamentos si al gobierno solo le alcanza para demandar 1 pastilla?

Aquí está la trampa: según los monetaristas hay que esperar que aumente la producción para poder financiar al gobierno, pero a su vez, la producción de medicamentos no aumentará hasta tanto las farmacéuticas no perciban un aumento de la demanda, lo cual no ocurrirá hasta tanto el gobierno, que es el principal comprador, no tenga como financiar su insuficiencia presupuestaria. ¿Están o no entrampados?

El presupuesto de gastos del sector público en Venezuela para el ejercicio 2021 se aprobó en octubre de 2020. Ascendió a 3.972 billones de bolívares, para ese momento equivalían a 8.137 dólares, el tipo de cambio era 488.177 BsS/US$. Es el caso que, en el marco de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre el imperialismo arremetió contra el bolívar, y sin explicación económica marcaron el tipo de cambio en 1.500.000 BsS/US$ y todos los precios de la economía aumentaron en la misma proporción que la variación del tipo de cambio. Ese presupuesto que en octubre equivalía a 8.137 US$ se redujo, en menos de 2 meses a 2.648,20 US$ (resulta de dividir 3.972 billones de bolívares entre 1.500.000 BsS/US$).

No había comenzado el 2021 y ya el presupuesto tenía una insuficiencia de 67%, o sea alcanzaría para cubrir el 33% de las metas programadas, no porque el gobierno del presidente Maduro decidió gastar más de lo presupuestado, sino porque aumentaron todos los precios de la economía consecuencia del ataque al bolívar. Hoy, a ni siquiera dos meses de transcurrido el 2021 ese presupuesto alcanzará si acaso para el 27% porque el tipo de cambio ya está en 1.800.000 BsS/US$. No hay manera de cubrir tamaña insuficiencia presupuestaria si no se aumenta la cantidad de dinero en la misma proporción que la variación de los precios.

Entrampado en el dogma monetarista, entre 2013 y 2020 el BCV ha disminuido 92% la cantidad de dinero en Venezuela impidiendo, entre otros, el financiamiento de las insuficiencias fiscales generadas por el ataque al bolívar y obligando a un recorte de las metas, lo que hemos visto reflejado en un deterioro de todos los servicios que presta la administración pública. El consumo del gobierno ha disminuido 30% entre 2013 y 2018 (no contamos con cifras recientes, pero muy probablemente la caída ha sido mayor en 2019 y 2020). En cuanto a la inversión, esta ha disminuido, según el BCV, 88% entre el sector público y privado.

El bloqueo económico impuestos por los gobiernos de EEUU sin duda ha influido, pero no reconocer que las insuficiencias fiscales se generan por el ataque al bolívar y, por lo tanto, caer en la trampa de que, en estas circunstancias, monetizar el déficit fiscal genera inflación, a nuestro modo de ver, ha sido un error.



Amílcar Figueroa: El capitalismo hoy no es permisivo ni siquiera con los reformistas

  Raúl Cazal

Amilcar Figueroa creó la editorial Trinchera hace una década, aunque el gusto por la edición comenzó en 1976, cuando Kléber Ramírez Rojas le encargó que se ocupara de la culminación del libro Después del túnel, de Diego Salazar Luongo. Este había sido impreso en la imprenta Sorocaima, de Luben Petkoff, pero un trabajo comercial hizo que se estancara el libro sobre la fuga del San Carlos y terminaron trasladando los pliegos al taller de Agustín Catalá, en donde se involucró con el personal en la encuadernación y le entró el gusanito por la producción editorial.

Nacido en El Pilar, Sucre, su infancia y adolescencia transcurrieron entre Río Caribe y Carúpano donde militó en la Juventud Comunista de Venezuela. En 1972 llega a Caracas y el Partido de la Revolución de Venezuela (PRV) lo envía para Mérida. Buena parte de su vida política, que en esencia es su vida, “ha tenido que ser en silencio” involucrado, primero, con la creación de la editorial Abrebrecha (1989-1993) y luego la Editorial Los Heraldos Negros (1994-2000), que los recuerda como “tropiezos económicos”, que unido al vendaval Hugo Chávez, le dieron una experiencia y empecinamiento, que con los nuevos tiempos y dificultades de la realidad económica presente, sin apartarse del libro impreso, la editorial Trinchera comienza a incursionar con el libro digital.

—De Abrebrecha a Trinchera, ¿qué ha cambiado?

—Si algo me ha preocupado desde hace mucho tiempo es la necesidad del conocimiento teórico para empujar la revolución. Si bien hay gentes que subestiman el papel de la teoría, yo estoy persuadido de que, si un grupo numeroso de la población no se apropia de la teoría revolucionaria y no tiene herramientas políticas y teóricas para entender los procesos históricos y de transformación, difícilmente el proceso podrá avanzar con la celeridad que a veces las situaciones reclaman. En un momento de muchas dificultades como el presente, es válido ajustarse al tema de las correlaciones de fuerzas, pero siempre y cuando se tenga bien presente el horizonte estratégico. Eso no quiere decir que lo que uno haga, que es una pequeña cosita, va a resolver ese problema.

—¿Ese es tu “pequeño” aporte?

—En otros momentos he tenido una militancia práctica, pero en este momento fundamentalmente considero que es un pequeño aporte a la elevación, por un lado, del nivel cultural, y por el otro, a la consolidación del proyecto revolucionario, en tanto lo veo íntimamente relacionado al problema de las ideas.

—¿El proceso de ideas que confluyen en Trinchera tiene alguna correlación con el proceso actual de la Revolución bolivariana?

—No se pueden hacer cortes de los procesos, como cortes fotográficos. El proceso histórico es mucho más complejo. Los procesos no se desarrollan en líneas rectas, ascendentes, sino que tienen sus picos, de ímpetu revolucionario, lo que Chávez llamó “frenesí revolucionario”, y hay momentos en que baja un poco ese entusiasmo de la gente por la complejidad misma de las cosas. En ese primer auge revolucionario, el aumento de la lectura es impresionante, así como el de producción bibliográfica. Después hemos sido víctimas de una contraofensiva interna e internacional que es más fácil detectarla en términos económicos que en lo cultural.

La cultura imperial. Figueroa es licenciado en Historia (Universidad Central de Venezuela, 1985) y más de cinco lustros después, en la Universidad Militar de Venezuela, obtiene la especialización en Historia Militar de Venezuela. Es de hablar pausado, de tono bajo y con una sonrisa entre los labios. Como historiador y político ha plasmado su visión sobre el acontecer más reciente en los libros La Revolución Bolivariana: Nuevos Desafíos de una Creación Heroica (2007), Reforma o Revolución en Venezuela (2009) y Chávez: la permanente búsqueda creadora (2013). Sin embargo, el tema de la batalla cultural es su actual preocupación.

—¿Cómo ha sido la contraofensiva cultural?

—A través de la moneda. El proceso de dolarización de la sociedad tiene que ver con el manejo del fetiche ideológico que han inyectado en la población, que corre parejo con el individualismo, con el “sálvese quién pueda”, llegó hondo y tocó fondo hace algún rato. Si juntamos esfuerzos podemos tener una recuperación en sentido teórico y político del proceso.
—Sin embargo, el dólar ha permitido la circulación del “valor de cambio”.

—Todo confluye y tenemos que verlo como una totalidad. Se pensaba que la agresión imperialista se iba a manifestar en una agresión militar y fue mucho más complejo. No es que no hubo presiones militares, que las hubo, por eso insisto que es muy importante tener un horizonte estratégico. Si nosotros participamos en un proceso simple y llanamente por hacernos del gobierno o si lo que nos anima es la superación de la sociedad burguesa, que es el objetivo más a largo plazo, y si entendemos que el capitalismo en su etapa de senectud, lo que va a traer mucha más agresión contra la naturaleza, contra el trabajador asalariado en cuanto depreciación del salario, contra la vida misma, obviamente, tenemos que plantearnos la superación de esa sociedad. Por ello debemos alentar las búsquedas colectivas, porque la sociedad capitalista se basa en la exacerbación del individualismo que conduce a la búsqueda del lucro a como dé lugar y en términos rápidos, que conducen a fenómenos como la corrupción. Ese es un vicio movido por un valor capitalista que es la acumulación rápida y la superación individual frente al bienestar colectivo. Hemos sido víctimas de un ataque brutal del imperialismo, que a diferencia de apreciados compañeros que identifican al imperialismo solo al estadounidense y no lo ven como una fase o un momento del sistema capitalista, que también tiene metas estratégicas. No se trata solamente de sustituir a “x” por “y” o de sacar a un partido político, sino que, en última instancia, quieren erradicar los contenidos que levantó la Revolución bolivariana.

—¿Venezuela está aplicando “dos pasos atrás”?

—Estamos en el año bicentenario de Carabobo que simbólicamente es muy importante para nosotros y tenemos dos graves problemas: el litigio del Esequibo, que nos quieren despojar, en donde existe una gran riqueza natural y mineral; y el posicionamiento cultural de valores imperialistas en el país, que independientemente de lo que uno diga y de los esfuerzos que pueda hacer el Gobierno, es que un sector de la población mira hacia el imperio. Se puede visualizar con la corriente migratoria que se produjo, pero también en la presencia del dólar como moneda, que es el símbolo de intercambio promovido por el centro hegemónico del capitalismo, y que en algún momento fue el principal patrón de intercambio en el mundo, cosa que dejó ser, pero aquí no lo percibimos. En ese sentido, el imperialismo ganó un terreno que va a costar revertir. Cuando Hillary Clinton era candidata a la presidencia de Estados Unidos le preguntaron qué pensaba hacer frente a los fracasos de distintos gobiernos en sus intentos de derrocar la Revolución cubana. Ella respondió que no pensaba invadir militarmente, sino que iba a mandar una invasión de dólares, que eso supuestamente le iba a dar mejores resultados. Al final lo hicieron contra Venezuela con apoyo interno en la clase media que podemos ubicar entre 2010 al 2015, que tuvo un proceso de radicalización de derecha con comportamientos fascistas. Ese segmento asumió los valores de la cultura estadounidense, cultura que ha tenido en Venezuela una presencia importante a raíz de las exploraciones de los primeros campos petroleros. El presidente Nicolás Maduro cuando anunció la posibilidad de la creación de una cesta de divisas me pareció bastante interesante porque de la noche a la mañana no podemos tener una autarquía, con el agravante de que el mundo de hoy cada vez está más interconectado. Se ha contemplado las criptomonedas, pero se necesita mayor decisión para sacudirnos de esa manera de dominación político cultural, que se expresa mediante ese mecanismo económico.

La decadencia del sistema

—¿El capitalismo está en etapa de senectud?

—Las contradicciones del sistema-mundo actual son bastantes distintas a la de otros momentos. Estamos en una etapa de senectud, que lo plasmó bastante bien el intelectual argentino Jorge Bernstein, donde habla de que ya esta última crisis del capitalismo se diferencia de las anteriores, porque aquellas eran cíclicas, pero ésta, por el contrario, marca el inicio del declive histórico del sistema. Hay que verlo desde la perspectiva histórica, porque el sistema uno lo ve muy robusto, pero no está en la posibilidad de volver a florecer como en otros momentos, sino que empieza una decadencia recurrente. No hay elementos teóricos para establecer cuánto dure, pero hay signos muy contundentes, como lo acontecido en el epicentro del capitalismo durante las recientes elecciones y los sucesos posteriores en la capital estadounidense. El centro del capitalismo occidental está manifestando muchos problemas que empezaron con la pérdida de la hegemonía económica y se refleja en el declive de su propuesta política. Esto genera condiciones para pensar, ya no en abstracto, como una propuesta no muy lejana, en la posibilidad real de superar esta sociedad.

—Sin embargo, existe un sector de la sociedad venezolana que mantiene la ilusión de que Estados Unidos los va a salvar.

—Occidente ni siquiera ha tenido una postura coherente frente a fenómenos como la pandemia, que ha afectado a la humanidad. Si lo medimos por ahí, las respuestas más eficientes han estado en otros centros de desarrollo, también capitalistas, pero distintos al imperialismo occidental, que va destruyendo al mundo a su paso.

—¿A qué se debe que el progresismo prefiera apoyar los intereses de la hegemonía política y comunicacional mundial?

—El progresismo adolece de esa propuesta estratégica que es la superación de la actual civilización. En eso se diferencia la posición revolucionaria de la reformista, progresista. Considerar que se puede alcanzar un mejor modo de vida dentro de la sociedad capitalista. Pero esta ha entrado en decadencia y para sobrevivir necesita mayor explotación del trabajo, ser políticamente más agresiva, atentar contra todas las conquistas laborales que históricamente no se la han regalado a la clase trabajadora, sino que la ha conquistado el movimiento obrero mundial. A partir del 2009 en Europa echaron para atrás buena parte de esas conquistas. En el capitalismo actual el hegemón es lo financiero, ni siquiera lo productivo, es más violento que en el pasado. Entonces lejos de pensar que en el mediano y largo plazo alcanzar una sociedad más favorable a las mayorías sin superar al sistema, prefieren maquillarlo. Por eso el progresismo tiene esa limitación histórica y el sistema del capital, no solo no acepta la revolución sino tampoco acepta las reformas. Ha habido gobiernos reformistas en América Latina que fueron atacados con igual virulencia que la propia Revolución bolivariana. Dilma Rousseff tenía ministros que eran liberales, de hecho, el de economía pasó a ser asesor de Citibank o la de Agricultura que trabajó con Monsanto, y sin embargo al capital no le tembló el pulso para juzgarla y desalojarla del poder. El sistema capitalista actual no se puede dar el lujo de ser permisivo ni siquiera con los sectores reformistas. Por tanto, las posibilidades históricas del progresismo están muy limitadas.

—Si el progresismo no quiere ningún cambio, ¿por qué les molesta a los liberales?

—Algo que debemos revisar es el proceso de acumulación en esta etapa histórica, porque es más voraz, más especulativo. El circulante en el mundo es, mayoritariamente, producto de la especulación. Y esa voracidad en lo económico y financiero tiene su traducción en lo político porque expresa la naturaleza económica. Es por eso que cada vez es menos permisivo, hay como una especie de reposicionamiento de tendencias que pensábamos estaban aplastadas en la historia como el fascismo, el racismo, pero que han aparecido en diferentes partes del planeta. Pero, es por esa misma naturaleza, de un sistema que ha entrado en declive, que se niega a morir, y que por su puesto se vuelve más violento para tratar de recomponerse. Donald Trump es un ejemplo muy nítido. No llega ahí por obra y gracia del Espíritu Santo, sino que son fuerzas del propio capitalismo que trata de buscar una recomposición.

—¿Trump estará en condiciones de romper con el bipartidismo?

–Cada día los problemas de la sociedad estadounidense son más evidentes si lo sacamos por el número de desempleados que empezó con la última gran crisis (2009), que primero se señaló como una burbuja financiera pero que derivó en una crisis mundial. Esta echó a cerca de 6 millones de trabajadores a la calle y ahora se complementó con los efectos de la pandemia. La pobreza crítica que se vislumbra en Estados Unidos y el renacer de los odios raciales, con el estado de descomposición de esa sociedad, es muy difícil que no toque a esos partidos del status quo, y se van a expresar no solo por vías pacíficas, sino también violentamente.

—Con este panorama, ¿qué perspectivas tiene Venezuela?

—Se ha dado una batalla por preservar el Gobierno frente a la agresión múltiple del sistema del capital. Sin embargo, para la continuidad de la revolución las fuerzas políticas revolucionarias tienen que situarse a la izquierda del Estado, para presionarlo, porque si no le dejas la crítica a la derecha. Si la crítica no se asume desde una perspectiva revolucionaria, esta va a aparecer igual. Creo que le hemos hecho un grave daño al proceso al dejarle la crítica a la derecha. Pero el movimiento social tiene que situarse aun más a la izquierda que los partidos políticos. Eso le daría vida propia a un movimiento ascendente de la revolución. Durante estos años ha habido experimentos brillantes de la lucha social e incluso experimentos de la propiedad. No todas las comunas fracasaron, como ha sido el eslogan de la burguesía y sus voceros, incluidos voceros nuestros que piensan que no hay nada que rescatar de todo lo que se hizo de 2004 en adelante. Creo que va a haber una gran lucha teórica política y hay que apuntalar los esfuerzos colectivistas, por más radical que parezca esa postura, que Chávez lo planteó muy bien en el Plan de la Patria con los distintos tipos de propiedad que desde el Estado se podía empujar. Si se combina con la batalla cultural, el rescate del pensamiento socialista, se estudie nuestro proceso histórico y se conceptualice, que teoricemos lo que hemos ido construyendo. De esta forma tendremos las bases para un nuevo round revolucionario, porque lo peor que podemos hacer es caer en el pesimismo y en la postración.

 


173 años del Manifiesto Comunista: El nuevo llamado a la unidad del presidente Maduro

  Lucía Córdova

A 173 años de la publicación por vez primera del Manifiesto Comunista, Venezuela enarbola las ideas de lucha revolucionaria por una sociedad superior, más humana, en la que clase obrera y fuerzas progresistas en general estén unidas. Así lo expresó el presidente Nicolás Maduro en un mensaje de salutación a movimientos sociales y organizaciones populares del mundo reunidos en el Red Books Day, por un nuevo aniversario de la hoja de ruta que trazaron los pensadores Carlos Marx y Federico Engels.

«Debe privar el encuentro y el reencuentro, sin sectarismo de ningún tipo, sin dogmatismos, construyendo de acuerdo con la realidad concreta la teoría de la lucha de clases», sumó el Jefe de Estado en un discurso de 8 minutos de duración.

En ese sentido, llamó a reforzar las formas de comunicación e intercambio entre movimientos políticos, intelectuales, obreros, partidos políticos, editoriales y fuerzas de renovación mundiales. «Para que podamos unir luchas del presente y articular las victorias del futuro», señaló como objetivo.

Documento político estratégico

El mandatario dijo que ve en el Manifiesto Comunista del siglo XIX un documento político fundamental y contundente. «Es la declaración más importante en política en 200 años. En ella Marx y Engels exponen su visión sobre el materialismo histórico y el desarrollo de la lucha de clases. Además del camino del socialismo». A su juicio, las del Manifiesto Comunista son ideas de plena vigencia política y programática para quienes deseen transitar la senda del socialismo. Dijo que esta debe ser construida con respeto a las particularidades de cada sociedad.

 

 

Maduro también comentó que la Revolución Bolivariana «ha sido la conjunción de las lucha de clase históricas de más de 500 años contra todas las formas que la burguesía y la oligarquía han adoptado para ejercer su dominación».

Por último, dijo que «desde la Venezuela chavista rumbo al socialismo, les digo a los amigos y amigas del mundo: aquí estamos en una trinchera de las luchas de ideas por la humanidad. Es así como estamos victoriosos y de pie, tendiendo la mano a la unión de todos los movimientos. ¡Otro mundo es posible, 173 años del Manifiesto Comunista y la lucha continúa y avanza. Muchas Gracias!».

Maduro tras expulsar embajadora de Unión Europea: "O rectifican o no hay ningún tipo de diálogo"

Asamblea Nacional de Venezuela, sesión del 23 de febrero de 2021

Con El Mazo Dando - Programa 331

La Hojilla con Mario Silva, sábado 20 de febrero de 2021, programa completo

Chávez Líder: ¡No hay descanso para un revolucionario verdadero!

Chávez Invicto: El enemigo está jugando a debilitar la unidad

sábado, 20 de febrero de 2021

Maduro en Balance de Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque y Firma de Contrato Colectivo PDVSA

Lucha antidrogas en Venezuela: Presidente Maduro presenta balance en acto especial

Alexéi Navalny: lo que te cuentan, lo que no (y por qué no te lo cuentan)

¿“Democracia plena”? Cárcel para el rapero Pablo Hasél y permiso para marcha nazi en España

Comandante Invicto: ¡El 4F señaló el sendero de la Revolución Bolivariana!

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Diario de una Cuarentena: Capítulo Ciento Sesenta y Dos: Algo grande se cocina desde Colombia en contra de Venezuela.

 

*JUAN MARTORANO

El seguimiento de los acontecimientos que algunos nos hemos permitido hacer, en el marco de una estrategia de largo aliento del Alto Mando Político y Militar de la Revolución para lograr la restitución del Estado de Bienestar trastocado por las políticas de asedio de las administraciones Obama- Trump y que Biden avizora continuar, hace que debamos mantener alertas ante planes conspirativos que pretenden impedir las incipientes señales de recuperación de la economía y de aliviar un tanto el sufrimiento de nuestro pueblo en medio de una post pandemia marcada por muchas dudas e incertidumbres, según varios analistas.

De ahí que, en las últimas 72 horas, las declaraciones fuertes que hemos podido notar de diferentes voceros del Estado venezolano, comenzando por el propio Jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros.

El informe preliminar de la Relatora Especial de Naciones Unidas para la Evaluación Negativa del Impacto de las Medidas Coercitivas Unilaterales ha tenido en el disfrute de Derechos Humanos en Venezuela, más la intervención que tendrá el Ejecutivo Nacional el próximo lunes 22 de febrero vía videoconferencia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tiene a sectores de la extrema derecha nacional e internacional profundamente desesperados.

De ahí la importancia y la extraordinaria comparecencia pública que ha tenido el presidente Maduro cuando, en pleno miércoles de ceniza, el 17 de febrero, además de anunciar el inicio de la vacunación contra la Covid-19, se pronunció sobre diversos temas, y tuvo un pronunciamiento enérgico, como no se lo habíamos escuchado nunca, respecto al tema de las relaciones con la vecina República de Colombia y el gobierno de Iván Duque.

Al día siguiente y en cumplimiento de instrucciones del presidente y Comandante en Jefe de la FANB, Nicolás Maduro, el ministro del Poder Popular para la Defensa y Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, General en Jefe Vladimir Padrino López, hizo lectura de un comunicado del Alto Mando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Lo curioso del caso es que, previa a la lectura que hizo Padrino López, hizo una introducción contundente que también sorprendió hasta el más pintado.

Sin embargo, pese a lo enérgica y contundente de la intervención del ministro- vicepresidente Padrino López, no por ello fue imprudente ni destemplada al igual que la del Presidente Maduro, puesto que dicho pronunciamiento del Alto Mando Militar venezolano fue acompañado por sucesivos pronunciamientos de Jefes de Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) y Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional.

Pero previo a ello, hubo un pronunciamiento del Fiscal General de la República, Tarek William Saab, quien además de revelar todo un entramado de corrupción de Rafael Ramírez y su primo Diego Salazar, aprovechó para hacer del conocimiento ante la opinión pública nacional e internacional de la solicitud de código rojo a la Interpol del ex ministro Rafael Ramírez.

Posterior a ello, también se dio la rueda de prensa de la directiva de la AN encabezada por Jorge Rodríguez, actual presidente del Parlamento Nacional, quien confirmó la convocatoria de James Story, jefe de la Oficina Virtual de EEUU para Venezuela a la ciudad de Bogotá, en Colombia, de voceros de sectores de la extrema derecha venezolana, uno de ellos el prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López, para planificar y ejecutar un conjunto de acciones terroristas en contra del gobierno de Nicolás Maduro.

Luego de ello, se dio la transmisión del inicio de la jornada de vacunación contra la Covid 19 con el personal de salud, de seguridad y algunos grupos más vulnerables de la población, en el Distrito Capital, Miranda y La Guaira, por parte de la Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Doctora Delcy Rodríguez.

Más tarde, nuevamente apareció el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, con el lanzamiento de la Superintendencia Nacional Antidrogas, más la entrega de la propuesta de reforma a la Ley Antidrogas a integrantes de la Comisión Permanente de Política Interior, Derechos y Garantías Constitucionales de la Asamblea Nacional.

Por último, ayer el Presidente Maduro tuvo una importante comparecencia con trabajadores de nuestra industria petrolera, a los fines de hacer un balance sobre la Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque, y en donde procedió también a la firma de la Convención Colectiva de los trabajadores de ese sector estratégico para el país y decretar la prórroga por un año más de la emergencia energética. Esa fue parte de la agenda presidencial durante esta semana y del despliegue comunicacional del denominado Alto Mando Político y Militar de la Revolución.

Pero la mención de este recuento de actividades y del enorme despliegue comunicacional por parte del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información, tiene que ver, a mi modo de ver, sobre información o informaciones de alto nivel e inteligencia en la que pudiera estar la explicación sobre los múltiples enfrentamientos en entidades federales como Amazonas y Apure de la FANB con grupos irregulares colombianos, confirman hipótesis formuladas por esta Unidad sobre generación de condiciones para una Operación de Falsa Bandera que justifique una agresión militar en contra del país.

De ahí que en mis más recientes artículos me he permitido llamar la atención de estos elementos que he venido observando producto del seguimiento de algunas variables y de las más recientes declaraciones de altos personeros del Estado venezolano que advierten sobre algunas amenazas que se ciernen sobre la estabilidad del país que no podemos descuidar.

No olvidemos que la recuperación y estabilidad económica pasa en teoría por la estabilidad política que podamos lograr. De ahí el constante anuncio por parte del presidente Maduro de la agenda político-electoral por los próximos tres años por lo menos de lo que este servidor de ustedes ha denominado ciclo electoral que se apertura el pasado 6 de diciembre de 2020.

También tendría que ver con esfuerzos de resaltar las gestiones del Ejecutivo Nacional para la atención de los principales problemas del país, y en especial de la clase trabajadora. Por ello, al inicio de estas líneas, mencione sobre una estrategia de largo aliento, y en ediciones anteriores de esta columna, desgrane algunos objetivos del despliegue del denominado Plan Carabobo 200.

Razón tenía y tiene el camarada William Lara cuando señalaba, que la política se hace con las neuronas y no con las hormonas.

Lo mismo aplica a la hora de formular análisis político, sobre todo en tiempos de incertidumbre y complejidad como los que vivimos actualmente en la República Bolivariana de Venezuela post Chávez.

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas.  , www.juanmartorano.wordpress.com , jmartoranoster@gmail.comj_martorano@hotmail.com , juan_martoranocastillo@yahoo.com.ar , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano.



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