viernes, 7 de abril de 2017

Memorias de un escuálido en decadencia: Desesperados

¡No te apures, que vamos despacio! Nos volvimos locos de bola. Nos dijeron que ya no había tiempo, porque teníamos todo el apoyo del mundo es ancho y ajeno, es decir, de la OEA, de EEUU, y de los medios de comunicación, menos del pueblo venezolano, pero nos importa un carajo, salimos a darle con todo, sin pararle bola a ningún permiso y mucho menos a ninguna ley. Estamos desesperados. Ansiosos por el poder, porque ya los compañeros en el exterior no aguantan tanta ayuda y tantos dólares y tanta habladera de paja por parte de nosotros, y el dictador ahí, como que la vaina no fuera con él, porque sale a entregar viviendas y hablar del 100% de la semilla del arroz, y nosotros locos de bola poniendo a los chamos de los otros a joder a la Guardia Nacional para provocarlos, y nada que la gente se arrecha. Mientras tanto los chamos de nuestros dirigentes esperan confiados en el exterior que nosotros le hagamos el trabajo, pero no pasa nada, un carajo. En la cuarta nosotros le caímos a cabillas y a plan y a tiros a estudiantes y obreros, pero estos policías de ahora se la pasan de tolerantes, y mientras tanto, nosotros escribimos veinte poemas de odio y una canción desesperada.
Almagrotesco está esperando por nosotros desde hace tiempo, con su carta bajo la manga, y nosotros nada que le echamos bola. Hasta que llegó abril, el mes más cruel, y zas, salimos a la calle sin importar que el alcalde nos dé permiso para marchar, porque nosotros somos arrechos. Y es verdad que los chavistas nos descubrieron el plan que teníamos, pero vamos a decir, como siempre, que toda esa vaina fue un montaje de los chavistas, y nuestra gente, como siempre, nos va a hacer caso, porque ahí sí es verdad que somos buenos, metiéndole cuento a nuestra gente para que sigan creyendo en nosotros, porque la verdad es que todavía no hemos contado con gente bien arrecha que se disponga a tomar el poder por asalto.
El desespero nos tiene locos. Muchos compañeros se fueron estos días al exterior, y otros están allá, esperando que nosotros le demos el gran coñazo a la democracia, perdón, a la dictadura, pero la verdad es que por lo visto nos está costando mucho, porque carajo, estos tipos nos descubren todas las vainas. Hasta el compañero Litro Álvarez Paz, lo agarraron mansito hablando pendejadas, y el compañero Roberto Henríquez también tuvo que esconderse porque, ni de vaina, la cosa no era con él. Este desespero nos tiene nerviosos, tembleques, porque ya viene semana santa y seguro todo el mundo sale a gozar una bola y parte de la otra, y después viene el 13 de abril, y los chavistas ese día van a salir a recordar el golpe que le dimos en el 2002, y ahí sí es verdad que nos van a volver locos viendo otro vez a Carmona autojuramentarse cien mil veces, por eso nos van a volver a joder.
El papá de Margot llegó de la calle y se fue directo al cuarto y agarró la puerta y le metió un coñazo tan duro, que en el edificio de al lado gritaron: "Fuego. Se prendió el candelero"
  • Hay fuego en el 23.- me canta Margot
 
 
Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.
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Roberto Malaver 
 

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