*JUAN MARTORANO.
Sin duda, para los que asistimos
a la movilización del pasado miércoles 19 de abril, nos encontramos con una
gigantesca, entusiasta, multitudinaria, colorida, alegre y combativa
movilización que pleno la avenida Bolívar, la avenida Universidad, y la avenida
Lecuna, por lo menos hasta la que alcancé a ver. Sin duda, el Comandante
inolvidable, Hugo Rafael Chávez Frías no aró en el mar.
Pensé al escenario de
dificultades por el que estamos atravesando, hubo una respuesta popular y
contundente. Por lo visto en la Avenida Bolívar, pese a los descontentos en
algunas ejecutorias del Gobierno Bolivariano, el pueblo sigue dándole su
confianza a Nicolás Maduro y al Alto Mando Político y Militar de la Revolución.
Hemos visto como desde el pasado
31 de marzo, se han cometido en el país una serie de delitos calamitosos de
conmoción pública, esto entra dentro de lo que establece el Código Penal en los
delitos de seguridad de Estado, de seguridad de la Nación, y por ende, el
Ministerio Público y los tribunales deben activarse y actuar en consecuencia.
Sería interesante conocer la
opinión de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, quien en esa
fecha señalo que por las sentencias número 155 y 156 de la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia hubo “una ruptura del hilo constitucional”. Ahora,
exhorta a los cuerpos de seguridad a “no cometer excesos en la contención y
control de las manifestaciones públicas”, cosa en la que estamos de acuerdo. Más
sin embargo: ¿Por qué no emite opinión la Dra. Luisa Ortega Díaz con respecto a
estos actos terroristas promovidos por sectores fascistas de la oposición
venezolana? ¿Por qué no demanda que los promotores de estas actividades se
hagan responsables de los daños materiales y humanos de las mismas?
Nuestro país no duda que ha
entrado en una fase de terrorismo urbano, muy similar a la que ha sido objeto
nuestra hermana Siria. En varios de mis artículos he señalado sobre el escalamiento
del conflicto, en donde además de las
molotov y las barricadas, ahora se constata el uso de las armas de fuego y
objetos contundentes, no solo para destruir, sino para asesinar.
El ciclo iniciado a finales de
marzo de 2017, con convocatorias a marchas y movilizaciones, manifiesta
evidentemente la guerra del “comején” o de desgaste de sostén de las bases
políticas y sociales de nuestro Gobierno y Revolución Bolivariana, y fundamentalmente
sobre las fuerzas de seguridad de nuestro país. Todo esto con la intención de
provocar todo un estado de ingobernabilidad que precipite alteraciones en el
país que justifiquen una salida golpista, o una intervención militar extranjera
en nuestro país. O ambas a la vez.
También, en el marco de las
operaciones de amplio espectro, a través del control territorial de ciertas
zonas previamente escogidas por los agresores en el marco de una definición de
zonas de conflicto, o “desmilitarizadas”, es con clara intención de combatir a
las fuerzas de seguridad, y en aquellas zonas donde los funcionarios tanto de
la Guardia Nacional Bolivariana como de la Policía Nacional Bolivariana han
sido víctimas letales y lesionadas por el accionar de mercenarios muy bien
entrenados y equipados.
Sin duda que el sostenimiento en
el tiempo de la convocatoria a nuevas acciones de calle forma parte de un plan
que busca incrementar el desgaste y presión sobre las fuerzas del orden público
y la base política y social que sostiene el proyecto bolivariano, a través de
la activación de los asesinatos y ataques selectivos, todo ello, con el
propósito de contabilizar e infligir los mayores daños al Gobierno Bolivariano,
con el objeto de promover matrices de opinión como su incapacidad para mantener
el control de la situación del país, el caos y la ingobernabilidad.
Asimismo, que esto puede tornarse
muy peligroso, ya que se comienza a observar el desplazamiento hacia nuevas
zonas de conflicto, esto es, la promoción de provocaciones para generar
enfrentamientos sorpresivos dentro de zonas consideradas chavistas, como una
muy fuerte opción de escalada de las acciones contra las fuerzas del orden
público en un escenario de pre guerra civil. Lo acontecido en El Valle (que de
paso, por el mensaje semiótico, al igual que el del Metro y Bus Caracas,
constituyen un ataque a lo que es el Presidente Nicolás Maduro, por sus
orígenes políticos y sociales en la mencionada parroquia, además de definirse
como obrero y chofer de autobús y dirigente sindical, como muchos sabemos) y
Mamera, mas algunas parroquias del municipio bolivariano Libertador así lo
confirman.
Son muchas las cosas que expresar
en la actual coyuntura, pero, en las últimas horas, en recorridos y en charlas
que he tenido, en la oportunidad de irme a las catacumbas del pueblo, recogí un
clamor, que es el que me quiero permitir señalar acá, para transmitirlo al
Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros.
Señor Presidente, usted pudo
constatar junto a nosotros, que pese al descontento, pese a las arremetidas del
fascismo contra la Patria de Bolívar y Chávez, seguimos respaldándolo y
seguimos apoyándolo. Usted es el conductor del proyecto revolucionario,
socialista, anti imperialista que nos legó Hugo Chávez, y el pueblo está junto
a usted.
El pueblo está muy consciente
que, en momentos de crisis y dificultad, se impone un mando único, y usted está
a la cabeza de ese mandato.
Pero también hay que ubicar en su
justo contexto la victoria del pasado día miércoles señor Presidente. Hay que
administrar bien esa victoria y no embriagarnos ni volvernos locos con este
triunfo.
Esto porque las heridas que han
generado estas acciones terroristas, además de traducirse en pérdidas
materiales cuantiosas y humanas invalorables, está contribuyendo a que aumente
la espiral inflacionaria. Ya la carne de primera se está consiguiendo en más de
10 mil bolívares, y el cartón de huevos en 12 mil. Sin duda, hay que atender el
tema del abastecimiento y de la economía, el tema de la cotidianidad, que es la
que más golpea a nuestro pueblo de a pie.
La gente quiere que de una vez
por todas estén presos los responsables de los actos terroristas. Que respondan
también con su patrimonio por los destrozos que han causado.
Pero también nuestro pueblo nos
está exigiendo un revolcón dentro de la Administración Pública en todos los
niveles. Que haya limpieza y depuración en muchas de nuestras instituciones. Tenemos
muchos de nuestros enemigos en puestos clave y trabajando para el enemigo señor
Presidente.
¿Qué pasó con la orden dada por
el camarada Diosdado Cabello Rondón de que no puede haber escuálido en cargo 99
en nuestras instituciones públicas? ¿Cuántos ya han salido de dichos cargos?
¿Se cumplió cabalmente esta instrucción?
¿Hay planificación en nuestras
políticas públicas? Y si la respuesta fuese afirmativa: ¿Hay adecuados
mecanismos de seguimiento y evaluación, de control de las mismas?
Nuestro pueblo, paciente,
combativo y revolucionario nos respalda, pero también nos está demandando
respuestas y gestión señor Presidente.
Y una de las cosas que dijo
nuestro Comandante inolvidable es que usted gobernaría obedeciendo el clamor
del pueblo. Pues este es uno de sus clamores, que espero pueda llegarle.
Cuente usted con este soldado,
que modestamente pone sus capacidades y brazos a la orden de la Revolución Bolivariana.
Quiero culminar este artículo con
las siguientes reflexiones: Ayer fui invitado al programa “A Tiempo” conducido
por el periodista Eduardo Rodríguez Giolitti y Saúl Noriega, en Unión Radio e IVC. Estoy bien consciente de
la línea editorial y la simpatía ideológica que tanto los periodistas como la
emisora profesan, y de los riesgos que me toco afrontar, sin embargo, no rehuyó
ningún combate que haya que dar, y más cuando se trata de personas que me
adversan ideológicamente.
Pues bien, lo experimentado por
mí en esa entrevista, y del debate que di, sobre todo después de la haber
terminado la misma, será objeto de mi próximo artículo, pues uno de los tópicos
que les toque y sé que a ellos les disgusto mucho, respecto a la ética en el
discurso y periodística, ellos lo acaban de cometer. Puesto que revisando el
portal de Unión Radio, no sacaron el más breve comentario ni un pequeño audio
de la entrevista. Y después tienen el tupé de exigirle al SIBCI que no cubre
las marchas opositoras.
Pero, eso es algo muy bueno para
mí. Porque si la canalla me hubiese aplaudido, ahí me hubiese preocupado.
Tampoco es un problema personal
con esos periodistas, puesto que desde el punto de vista personal, y eso no
tengo problemas en admitirlo, no hubo un irrespeto hacia mi persona, como
tampoco de mi parte hubo un irrespeto a la de ellos. Que defendí con vehemencia
y pasión mis ideas si lo hice, porque así me formé y así lo aprendí de Hugo
Chávez.
Y lo otro, tiene que ver con lo
del bloqueo aéreo que aerolíneas nacionales privadas y algunas internacionales
están haciéndole al país, que prometí referirme de este tema, pero por la
petición popular que recogí, me pareció más importante referirme a ella antes
que estos tópicos que quedan pendientes para los dos próximos artículos que
vienen.
Así que a todas y a todos
pendientes.
¡Bolívar y Chávez Viven, y sus
luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por
los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com
/http:juanmartorano.worpress. com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a .
@juanmartorano ( en Tuiter
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